sábado, 31 de octubre de 2015

QUÉ CALAMIDAD LA SELECTIVIDAD

QUÉ CALAMIDAD LA SELECTIVIDAD

Según un trabajo recientemente publicado por “El Independiente” entre las enfermedades más frecuentes del profesorado están las de las vías urinarias.

Será de mearnos de risa, porque por lo demás no se explica.

Tampoco se explica de qué nos reímos pues la cosa de la enseñanza no tiene gracia.

Como no tiene gracia la selectividad (prueba de acceso a la Universidad), ni gracia ni sentido, claro.

Teóricamente ese examen que hacen los alumnos/as de COU tiene por misión seleccionar, es decir, actuar de filtro para que sólo pasen los que merecen ser estudiantes universitarios.

En la práctica este examen solo se cepilla como mucho a un 20 por ciento de los alumnos que han aprobado el COU.

Y que caiga tan poca gente es lógico pues si el porcentaje fuese mayor el profesorado de ese curso quedaría en evidencia (ya que es sólo de materia de dicho sobre lo que les preguntan), si resulta que no se habían dado cuenta de que eran una coladera.

Queda pues claro que la selectividad apenas deja gente en la cuneta.

¿Por qué preocuparse entonces? Pues porque aunque un alumno/a haya aprobado la selectividad resulta que eso no le da derecho a entrar en la Facultad que desea, ya que algunas de estas tienen «números clausus>> (o sea, que entran los que pueden).

La selección que hacen estos centros se basa en las mejores notas del examen de selectividad.

Vamos con él.

Estábamos con que seleccionar selecciona poco, ¿que hace pues la Selectividad?

Degradar. Como se oye, <

Eso hace, degradar la nota media obtenida por el alumno en el bachillerato y el COU.

Resulta que aunque suspenden pocos, por el tipo de examen (tipo metralleta: prueba-prueba-prueba-... así hasta ocho en dos días) las notas que sacan chicas y chicos parecen reducidas por los gibaros, de tal forma que les machacan la calificación que llevaban, ya que aquella se une con esta en una nueva media.

Y eso, no sirve para nada; ni siquiera sirve para corregir los posibles abusos de algún centro que infle las notas, ya que al estar todos los alumnos degradados por igual tras el examen-selectivo, resultará que aún quedarán mejor colocados los que venían con mejor nota del bachillerato-COU; fuera merecida o no.

Es decir, después del examen, pocos caen y los que quedan permanecen en la clasificación general casi igual que antes de la prueba, salvo los que hayan tenido mala suerte.

¡Dejar a un alumno dependiendo de la suerte es una calamidad!

Lo que hay que hacer es quitar la selectividad.

Todo el que apruebe COU (solo con el filtro ahí seria mejor) que vaya a la Facultad que quiera, y las que tengan problema de espacio lo resolverían así:

En las capitales de provincia y ciudades importantes existirían los primeros cursos de todos los estudios masificados.

Se matricularía quien se considere capaz y simplemente no se le dejaría pasar a segundo (que ya estaría en la Facultad propiamente dicha) hasta haber aprobado todo primero.

Hasta ahora lo cierto es que desde que los alumnos hicieron una huelga contra, entre otras cosas, la selectividad, esta sigue y es más difícil, o sea más degradante.


FRANCISCO MOLINA. Profesor y escritor. Publicado en El Norte de Castilla el 3 de Agosto de 1989

LA PAGA PROPINA


LA PAGA PROPINA

En la empresa privada a veces existe lo que se llama una paga de beneficios o sobre beneficios.

Quiere decir que aparte del salario y pagas extras no extras, el currante puede recibir una verdadera paga extraordinaria (aunque la cantidad, la verdad sea dicha, es bastante ordinaria).

Esa paga es una especie de propina que le da el empresario a su esforzado trabajador, ya que hubo beneficios y se puede repartir algo más de lo pactado.

La paga sobre beneficios, naturalmente, no significa que el patrón divida lo ganado, a partes iguales o proporcionales, entre los obreros, tras quitar la suya.

Aunque tras quitar lo suyo (que él decide) podía hacerlo como se indica y no perdería nada.

No, la paga de beneficios es algo ya dicho, que a modo de propina redondea el sueldo, sin que ese dinerillo pase a convertirse en sueldo propiamente dicho.

Y la cantidad de esa paga nunca se sabe si adecuada o no, porque (¿por pudor?) el  jefe no suele decir lo que realmente se embolsa

Ahora, la moda de la paga propina parece que también se va a implantar en la Administración (entre los funcionarios y similares) bajo la advocación y bendición del Gobierno-PSOE y la central sindical CSIF, respectivamente.

(Por cierto, ¿por qué dicen que la CSIF es un sindicato amarillo? ¡Porque les engañan como a chinos!).

Calmada la sonrisa o el mal gesto (según) volvamos a lo nuestro (que es lo de ellos), la paga propina.

Resulta que para 1989 en vez de pagar lo que religiosamente corresponda para, al menos, mantener el poder adquisitivo de un año, se entra en el siguiente con una subida de tomadura de pelo (4 por ciento) más una paga propina, que como tal, la dan sin firmeza (no queda sumada al sueldo) y la dan sin dignidad (no la dan porque en buena ley entiendan que le corresponde a quien la percibe…es aleatoria).

Y aunque conlleva el rasgo esencial de la propina, siendo insuficiente,  siempre alegra al que la recibe, creando en el patrón la sensación de generosidad: “Le pagaré tanto y, con propinas puede usted llegar a obtener...”

En estos días, 167.000 funcionarios recibirán su paga propina, mientras que el resto, hasta un millón, en la versión que sea, también tendrá su propinilla.

Gobierno y CSIF reparten los diezmos de los beneficios del Estado.

 (Como el Estado somos todos, no son sólo los funcionarios los que deban recibir los beneficios, pero tampoco los beneficios pueden proceder sólo del achuche del trabajador público).

Los beneficios del año anterior superan los 800.000 millones de pesetas (entiéndase por beneficio lo que el Gobierno ha recaudado de más, según el mismo dice ¡conste!).

Bueno, pues de ese dinero sólo 20.000 millones de pesetas fue la propinilla conseguida por la central independiente.

También hubo un paro (14-D) tan gordo que se convirtió por si solo en una huelga general.

El país le pidió limpiamente al poder cuatro cosas claras.

El Gobierno a eso ha contestado (con el apoyo de la derecha en el Parlamento y el de las centrales «independientes» en los centros de trabajo, pues no convocaron el paro), con menos de 200.000 millones, de los que algo ha ido a los funcionarios, en forma, como no, de la última moda ¡la paga propina! (esta vez de un 1 por ciento, sin consolidar y ello para compensar la pérdida de un 1,8 que si consolida en la vida).

Pues como se siga así, al final va a haber que aceptar propinas de verdad.

FRANCISCO MOLINA. Profesor y escritor. Publicado en El Norte de Castilla el 3 de Mayo de 1989

viernes, 30 de octubre de 2015

NO SE ME RAJEN “COMPAS”


NO SE ME RAJEN “COMPAS”

Ha sido bueno que haya sido en Carnaval porque así se ve más claro que la democracia puede ser, todavía, una mascarada electoral.

En Nicaragua el pueblo ha elegido libremente (democracia) entre dos opciones que le puso otro país (EE.UU.) diciéndole, por activa y por pasiva, si votáis el proyecto sandinista seguiremos matándoos (con la «contra»), arruinándoos económicamente (con el bloqueo) e impediremos que como pueblo elijáis vuestro destino (con continuas acusaciones falsas).

El 41 por ciento de los votantes aceptó el desafío y como «gallos ennavajados» pusieron sus caras, sus pechos y sus sonrisas cara al agresor, cara al viento de la dignidad.

Dispuestos a resistir y a vencer se dijeron unos a otras, otras a unos, «no se me rajen, compas».

Y ahí estuvieron, metiendo con furia su papeleta en la urna.

Pero el ser humano no tiene por qué ser héroe, o al menos no tiene obligación de serlo eternamente; por ello tal vez un buen porcentaje de «nicas», agobiados por la sangre de esas gentes que ya han visto morir (con balas envueltas en dólares norteamericanos), agobiados por la tensión del miedo, de la incertidumbre y el dolor, optaron «libremente» por ese voto de «está bien, vamos a hacer lo que queráis, pero por favor dejadnos desayunar sin olor a pólvora y a dolor».

Ver esto así, después de ocurrido, no tiene ni mérito, ni utilidad, salvo para recordar cómo detrás de tanto voto libre hay una mascarada, ya que antes se ha sufrido un chantaje que impide elegir lo que en y con una existencia pacífica se elegiría.

Pero aun así, lo de Nicaragua va a ser semilla de mujeres y hombres que se van a levantar de ese sillón de escepticismo y sabiduría en que estaban, van a dejar el güiski de autosuficiencia y pasotismo, y van a ponerse a trabajar por un mundo con más gentes al «estilo sandinista».

Los sandinistas se batieron el cobre contra una dictadura (hija de EE.UU., como la opción que ahora ganó), encabezando al pueblo nicaragüense; juntos todos, vencieron.

Fue una victoria generosa que abolió la pena de muerte, su camino era hermoso.

En seguida, los poderosos, buscaron teñirlo de cuerpos muertos y hambre.

En el 84 celebran elecciones libres. Antes de ellas los partidos conservadores se negaron a participar y, claro, perdieron.

Así, siguiendo el plan del país-del-capital, podían ser acusados los sandinistas de mantener una dictadura.

No cometieron errores los hombres de Sandino, ni los cometió el enemigo de los cambios, pero una vez más, en la vida ganó el fuerte, el grande, el que todo lo puede.

Por eso las lágrimas de «los compas», en el acto en que reconocían la derrota, eran bellas.

No era el llanto por la pérdida de unos sillones, era esa catarata de sentimiento que provoca la rabia de ver que por noble, razonable y bello que sea lo que defiendes, en la vida sigue triunfando el más fuerte de cada diez veces, nueve.

Pero por esa pequeña grieta entra luz, así que no se me rajen, «compas».

FRANCISCO MOLINA. Publicado en El Norte de Castilla el 5 de Marzo de 1990

ESTUDIANTES ACOMPLEJADOS


ESTUDIANTES ACOMPLEJADOS

Lo mismo que hace tres años, los estudiantes están aplicando a sus caras “pinturas de guerra”.

El Ministerio de Educación, lucha contra reloj para poder “fumar la pipa de la paz” antes de la huelga convocada el día 22.

Solana (actual ministro), que pudiera ser heredero de Felipe González cuando este haga testamento, no quiere que nada salpique su frac de gran hombre y esta mollar para que se le “saque cualquier cosa”>.

Como por otro lado se encuentra abierto (al menos en teoría) al periodo de sugerencias para la Reforma de la Enseñanza (LOGSE) es el momento de decir “esta boca es mía”.

Pero... ¿qué dice la boca estudiantil?

Pues como siempre, cantidad de cosas razonables.

Tan razonables que son sensatas, y tan sensatas que no les van a resolver lo básico para ellos: su fracaso escolar.

Desde esta tierra de “viriatudos” ya se ha definido más veces, pero como la cuestión merece la tinta, repítase:

El fracaso escolar no se debe a la calidad de los profesores (por tanto, por reciclajes, perfeccionamientos y demás folclores de este tipo no va a cambiar el panorama), tampoco se debe solo a la hasta hace poco falta de material en centros, ni a que haya o no equipos de orientación que le digan a los alumnos cual es su vocación, etcétera, etcétera, etceteraza.

El fracaso escolar se debe pura, y sobre todas las cosas, a que a las chicos y chicos se les exige más de lo que “pueden dar” (de si).

En consecuencia, y tras ver que “eso no es vida” la mayoría va desconectándose de su función de estudiante y “pasan de estudiar” (con mayor o menor ostentación).

Si la hecatombe no es mayor es a costa de que los profesores vayan bajando el nivel de enseñanza curso a curso para “poder aprobar en cantidades no vergonzantes”, a que existen clases particulares donde se prepara a las criaturas para descubrir los trucos que permitan acertar en el examen.

En la enseñanza obligatoria, ¡por serlo!, no se le puede poner a ningún humano ante algo que le abrume, le supere y le haga sentirse inferior a otros; por ello, lo que se va a llamar Diseño Curricular Base (forma cursi de indicar lo que va a estar en los programas de enseñanza inevitable) sólo tiene que contener ideas muy elementales.

Ejemplo: Que bueno sería que a los 16 años (ahora acabarán ahí los estudios fundamentales) la estudiante y el estudiante supieran leer (sí, leer), supieran expresarse (sí, ex-presarse), escribir, hacer las cuentas y algún tipo de problema (sí, eso), y cuestiones “de cajón” de otras materias (nada de zarandajas, cuasi metafísicas para los chavales).

Así tanto los miembros pequeños de las familias humildes como los de las acomodadas (con ventajas sobre los otros siempre) al finalizar los estudios gratuitos sabrían todos todo lo más útil para ser miembros de la sociedad, y aún más, tendrían pasión por aprender (¡la mejor enseñanza!).

Sin embargo,  los estudiantes, acomplejados porque saben que no estudian, en vez de preguntarse por qué no dan ni golpe, creen que son vagos y no van a reivindicar (les da vergüenza) con la huelga lo esencial: que se quiten horas de clase, que se quiten asignaturas, que se quiten temas.

¡Ah!, y que no se crea que eso es embrutecerles, de esa forma sabrían lo suficiente y muy bien, mientras que ahora son ignorantes acomplejados porque creen que no son capaces.

Actualmente los estudiantes, aunque no saben nada bien, reciben tanta información (que no enseñanza) que les suena todo, por eso están sonados.

FRANCISCO MOLINA. Publicado en El Norte de Castilla el 19 de Marzo de 1990

LA SEMANA SANTA DE PASIÓN


LA SEMANA SANTA DE PASIÓN

En estas fechas se agotó la tirada de un pequeño libro (propio) titulado «Zamoramientos».

Como era una autoedición se puede acertar si se dice que no va a haber otra por lo que de uno depende.

Estas circunstancias que parecen indicar que no se busca una «publicidad encubierta» (ni siquiera en camarote de lujo), son las que animan a apostar por un llamamiento indirecto a que no se pierda de vista esta ciudad en jornadas tan especiales.

Sigue para ello y a continuación uno de los apartados de «Zamoramientos» o sea un zamoramiento.

«La semana de pasión»

Ya vuelves a estar en Zamora, ya vuelves a encontrarte a gusto. Acabas de entrar en tu borriquito de gasolina, entre palmas de manos amigas que se te tienden y ramos de bellos rostros que nunca has olvidado.

Sabes que Zamora no es la ciudad más bonita del mundo y notas, sin embargo, que cada vez te sientes más a gusto en ella, que cada vez está más en tu vida.

Estabas deseando que llegara Semana Santa para volver.

El sabor de estos días ha rebrotado: sabor a aceitadas, sabor a sopas de ajo, sabor a dos y pingada, sabor a aquellos labios que se estrenaban contigo y, de nerviosismo, redoblaban su temblor, como tambores que os acompañarán en ese vía-crucis bello que es el amor.

Te vuelves a encontrar a gusto en la casa que, aunque renovada, aún conserva muebles, olor y caras que tú quieres, que tú no olvidas, que son tu propia vida.

Alguien tiene un programa de las procesiones, alguien te comenta cómo están las cosas, alguien, que te conoce más, como quien no quiere, te desliza una información sobre esa persona que siempre te turbó.

Sales con ganas de verla, de cruzarte con ella, y al recorrer de nuevo las calles sientes el olor de aquel Domingo de Ramos en que los dos estrenabais, extrañamente tímidos, zapatos y chaqueta.

El bullicio es de un tono alegre.

Tus hijos a los que les has contado una y mil veces lo de la procesión desde el puente, lo del miserere, lo del merlú, lo del Barandales, lo del juramento, tus hijos corren alegres y libres por la ciudad con la que a veces les aburres.

«Mamá, papá, mamá, papá, en Zamora no hay esto».

En Zamora no hay muchas cosas, pero si encontraras un trabajo, piensas, «me vendría».

Hay que cenar deprisa para ver esta otra procesión, y te descubres, al poco rato, explicando, con un cariño inexplicable, a tu suegro todo aquello de lo cual incluso un día te burlaste.

Pero tampoco eso fue malo, a ti te sobraba vida y a Zamora le faltaba, a ti te sobraba amor y Zamora te lo negaba.

Hoy sabes que Zamora no era así por ser Zamora, era así porque era así en muchas partes.

Por fin la has visto; os habéis podido saludar, te sigue gustando; fue la noche de la de las capas cuando os cogisteis las manos y no las soltasteis prácticamente hasta el Domingo de Resurrección.

;Qué júbilo de domingo!

Pero el beso que le das a tus hijos está lleno de melancolía, te tienes que ir.

«¿Os ha gustado Zamora?», les preguntas.

«Sí, pero... ¿quién era Calvito de los Bodajos?»


Francisco Molina; publicado EN El Norte de Castilla el 9 de Abril 1990

LA RELIGIÓN DE LAS GUERRAS


LA RELIGIÓN DE LAS GUERRAS

Hasta ahora , en cuanto te descuidas te cuentan eso de las «guerras de religión», desde las cruzadas hasta el fundamentalismo islámico natural, pasando tal vez por las trifulcas de una ignota tribu de África contra otra ignota tribu de la misma África por un quítame allá un hechicero.

Pero ¿y qué decir de la «religión de las guerras»?

Porque existe eso, no se dude, una religión, una veneración, un misticismo de la guerra.

En torno a ella hay dogmas (escritos y no escritos), hay culto (desfiles, discursos, hábitos), hay sacerdotes (oficiales, suboficiales y generales de la OTAN), hay místicos (los secretos de Estado son prácticamente todos de esa hornada, hay por tanto iniciados que están en el ajo y otros sólo son creyentes), hay metafísica (morir por alcanzar la gloria es un mensaje ¡hasta de intelectuales!), e incluso hay cuaresma (la mili).

El dogma fundamental y central de la religión de las guerras es MATAR o EXTERMINAR al enemigo.

El siguiente puede ser no rendirse o en su defecto no dar el brazo a torcer.

Hay luego otro dogma o ley de uso interno que proclama como bien superior, supremo e irrenunciable el hecho de que ante todo debe prevalecer el principio de autoridad.

La religión de las guerras, como todo invento espiritual humano, nace de los defectos del género y por tanto se instala por igual o con igual facilidad en todas las latitudes, puesto que la diferencia de razas es sólo apariencia externa respecto a lo fundamental.

Así pues, en EE.UU., China, Japón o Senegal la religiosidad bélica produce los mismos comportamientos o tendencias, e incluso los mandamientos a cumplir y a hacer cumplir son los mismos, coma más o coma menos.

Ejemplo va: En Occidente siempre se ha presumido respecto del resto del mundo (unos bárbaros, por Dios) de que aquí la persona, como individuo, era sagrada, que aquí ante todo el ser humano y luego lo demás, la sociedad, la productividad, la colectividad.

Sin embargo, y como contrapunto a lo pregonado, hace unas semanas fue polémica el hecho de si el último secuestrado por ETA «tenía derecho»  o no a pagar (él o su familia) un rescate que la devolviera «a la vida».

Resulta que los santones de la individualidad, del ante todo cada ser humano en particular y luego lo demás, del que la persona no sea aplastada por el Estado, han defendido sin ningún tapujo que la víctima debía aceptar su sacrificio en aras de la colectividad (¡la religión de las guerras exige, como toda religión, sacrificios al Dios eficacia-bélica).

Pero, ¿en qué quedamos, no es primero Fulanito de Tal y luego lo otro? ¿No ocurre que en defensa propia está permitido hasta matar, cómo no va a estar permitido pagar? ¿No es cierto que es mejor resolver un mal real que prevenir siete probables, pero afortunadamente no reales?

En definitiva, lo que se pide al prohibir (¡sobre todo moralmente!) pagar, al prohibir la defensa propia, con el argumento de que eso favorece al enemigo y luego va a propiciar más muertes, es pura y simplemente el estar considerando a la sociedad por encima del individuo así que a ver si se aclaran los liberalillos de salón.

Porque además, ordenar resignación cristiana y confianza ciega en la eficacia de las fuerzas del bien para rescatar a la víctima es el colmo de muestra de lo que es un acto de fe pedido en nombre de la religión de las guerras.

(No te preocupes como no se preocupan las avecillas del cielo, Dios proveerá, así que aguanta para evitar males mayores).

La religión de las guerras también propicia fanáticos que sólo se obsesionan por salvarse ante su sumo-general.

FRANCISCO MOLINA. Publicado en El Norte de Castilla el 23 Abril de 1990

jueves, 29 de octubre de 2015

EL MAPA ESCOLAR

EL MAPA ESCOLAR

La LOGSE ha caído como una losa (por eso se llama LOGSE).

Resulta que ante algo que para la sociedad es bueno, el que se puedan ofrecer y exigir más años de preparación, educación, cultura a sus ciudadanos, se afronta una modificación del sistema educativo.

Este cambio de muebles (unos de sitio y otros por renovación) lógicamente a los que más les afecta es a aquellos que están todo el día (es un decir) en casa, en este caso profesoras y profesores.

Añádase que la inercia por otra parte no parece ser sólo un principio físico y tal vez (los experimentos lo muestran) también sea una verdad psicológica.

Esa inercia mental predispone de entrada contra el nuevo orden, y como consecuencia de ello surge una oposición entre los profesionales del ramo.

A esa tendencia a preferir «lo malo conocido a lo bueno por conocer» se unen los intereses (y las manías) de grupo (o secta o cuerpo).

Consecuencia de todo ello en la provincia de la «pistola geográfica», el panorama es este:

- En EGB, zona donde desde el punto de vista de los de Enseñanzas Medias tenía que estar corriendo el champán porque «van a poder subir a los cielos sin esfuerzo», se da el caso de que como han de «habilitarse» (colocarse) cada uno en la cola de su especialidad (cosa hasta ahora no necesaria) y luego entrar en un concurso de traslados nuevo, pues claro, la incertidumbre se convierte en angustia (añádase que, aunque se les respeta el destino, hasta ahora no existe un catálogo de puestos de trabajo con lo que todo se ve en el aire).

El mapa escolar en la comarca de los maestros está amenazado por una borrasca enquistada que de vez en cuando descarga en forma de chirimiri.

- En FP los profesores de prácticas se preguntan a dónde van y en qué condiciones, al desaparecer la FP 1; por otro lado los de teoría parecen los más serenos, integrados hasta ahora en la rama menos vistosa del árbol educativo, ahora pasarán al tronco común de lo que se llamará educación secundaria.

Tiempo pues por aquí apacible, salvo zonas aisladas de anti-maestrismo (sean estos maestros de taller o maestros a secas). –

-En Bachillerato. Bueno. ¡Aquí arde el mar! Porque resulta que lo que se está mirando con lupa es si los maestros se «les van a pegar a los talones», en vez de estar atentos a cómo dar un paso adelante ellos (nunca se habla de la totalidad, naturalmente).

Como consecuencia de esto (mirar atrás en vez de adelante), se van a dejar colar la última jugada del Ministerio/Gobierno, según la cual entre los profesores de Secundaria habrá dos categorías (profesor raso y catedrático) de tal forma que, docentes que hagan lo mismo (porque dan clase al mismo tipo de alumnos, las mismas horas y la misma asignatura) cobrarán unas trescientas mil pesetas menos los unos que los otros.

En vez de luchar contra esto, toda su energía la invierten en vigilar que ningún maestro obtenga una licenciatura-de-rebajas (según su versión el cuerpo único no es más que un caballo de Troya con el que se buscan titulaciones superiores a precios inferiores).

El mapa escolar en estas latitudes está revuelto y sin posibilidades de mejora; salvo que descargue la tormenta al grito de ¡muera el cuerpo único y viva la jerarquización!, o sea, que el profesorado sea colocado por categorías y que estas se establecieran por la mayor o menor (supuesta) dificultad de lo que se enseña, de manera tal que el de Medias ganaría más que el maestro, y no sólo ello, dentro de Medias, el de ciencias más que el de letras («lenguaje» aparte) porque según cuentan son más difíciles las primeras que las segundas.


Francisco Molina. Publicado en El Norte de Castilla el 14 de Mayo de 1990

PREAVISOS A GO-GO

PREAVISOS A GO-GO

En esta provincia CC.OO lleva presentados más de 300 preavisos, y suma y sigue.

Se trata de las elecciones sindicales.

Los preavisos, como su simpático sonido anuncia, significan que a la empresa X se le indica que el día tal de tantos, se va a celebrar en ella la elección de delegados (de representantes de los trabajadores).

La Ley de Elecciones Sindicales, que la hizo el Gobierno y ya se utilizó en 1986, cuando los anteriores comicios, pone un tope mínimo de días para realizar un anuncio (preaviso) de «prepárate que tal día son tus elecciones».

Ello es lógico, porque si no una central podría llegar a las diez de la mañana y convocar y celebrar la votación a la hora del bocadillo.

Sin embargo, esa misma normativa, no impide «preavisar» con todo el tiempo del mundo, y eso es lo que ha hecho CC.00. en Zamora, que ha avisado con mucho tiempo por delante de «dónde y en qué día habrá pugna sindical».

La Ley es bastante pocha, y ya en aquel año de su estreno, varios sindicatos (entre ellos los «preavisadores» de éste) la denunciaron por excesivamente ambigua.

Pero a UGT le encantaba y como entonces aún era la señora del PSOE, el método fue a misa y la central consorte ganó las elecciones merced a los buenos resultados en la pequeña empresa.

En aquella ocasión nadie preavisó con tanto tiempo, sino que se aplicó, por parte de los luego vencedores, la técnica del «hombre del maletín», que resumida venía a ser casi un «aquí te pillo aquí te mato».

Hay que tener en cuenta que empresas con menos de 50 trabajadores hay muchísimas y entonces si un sindicato llega a un lugar donde tiene a alguien a quien presentar, y convoca con el plazo mínimo posible, es fácil que los otro sindicatos no den a vasto al tener que “tirar a blanco móvil”   mientras el que marcó el día lo hace a «blanco fijo».

Con el «preaviso», por aquí ya hay centenares de centros de trabajo donde se sabe cuándo se celebrarán las elecciones y por tanto, todos los demás grupos pueden, con tiempo, preparar su competición.

Al margen o en paralelo con las elecciones, existe lo que se llama «el período de cómputo», es decir, el conjunto de días que van a valer para contabilizar delegados electos, siendo el mayor número de éstos (salidos sólo en esos días) el que dé la central sindical ganadora del país.

Ese período fetén (los delegados que salgan elegidos en otras fechas no cuentan para la clasificación final) lo fija el Gobierno (o algo así) y comentó que lo definiría como los tres últimos meses del año-90.

CC.00. puso las elecciones desde el 1 de Octubre hasta el 15 de Diciembre.

¿Pero si todo es tan normal, por qué ese rasgarse las vestiduras de algún otro sindicato?

Pues porque,  primero, aunque ellos podían hacer lo mismo no lo han hecho y han perdido por ello imagen de potentes.

Porque CC.00. al confeccionar el calendario es de suponer que lo adaptó a sus propias fuerzas y podrá cumplirlo mejor (aunque no del todo).

Porque así nadie podrá sacar elecciones fuera del periodo de cómputo, y por último, y eso es lo que mosquea a UGT, porque si CC.00. hubiera puesto en los primeros días, convocatorias en empresas donde puede ganar, se podría desatar un «efecto-arrollan», en el sentido de que cunda la noticia de que están arrasando y les voten aún más.

Emocionante.

¿Qué dirán los Tribunales? ¿Dejará de ser un refrán aquél de «el que preavisa no es traidor>?

Francisco Molina Martínez. Publicado en El Norte de Castilla el 20 de Agosto de 1990


Y ELLOS……… LA JUNTA

Y ELLOS……… LA JUNTA

“Dios los cría y ellos…la Junta” podía ser el nuevo refrán político de esta Comunidad, que lo es, de Castilla y Léon.

Dios cría a los “políticos-promesas”, que no son aquellos que apuntan hacia un gran porvenir y estima por parte del pueblo, sino esos otros más comunes («das una patada a un farol y caen siete») que viven (son unos vivillos) de prometer el oro y el moro.

Este modelo de personaje político cuando se produce una “resonancia de poder”  es cuando más luce (aunque por otro lado no tenga muchas luces).

Una” resonancia-de-poder”, explíquese, se da en política cuando el partido X gobierna en un área y a la vez también lo hace en el lugar del que depende ese área.

Ejemplos: El partido X es mayoritario en una autonomía y también en España, o es el que manda en un Ayuntamiento y en la Comunidad Autónoma del mismo.

En Zamora y Castilla y León se produce una resonancia-de-poder porque el Ayuntamiento de la ciudad y la Junta de la región son gobernadas por el PP.

Si a eso se le añade que el especimen de “político-promesas” es más frecuente cuanta más ineficacia impera (la necesidad de llenar el vacío es una ley universal), se produce casi por generación espontánea la emergencia de sujetos de esta familia.

¿Cómo se detectan? Prometen, prometen y prometen sin son ni ton, amparándose en que, como su grupo controla el dinero (público) en ambas instituciones (la pequeña -que chupa-y la grande -que derrama-) todo es posible en Granada.

Y claro, lo que allí es alcanzable, por qué no en «la bien cercada».

En esta empezaron ofreciendo, los de aquí y los de allá (Ayuntamiento y Junta, que más da) ¡un canal olímpico!

Oséase, en un trozo de Duero donde el abandono haría sonrojar a Cicciolina y donde lo elemental es invertir para adecentarlo, ofrecerlo para el disfrute y rescatarlo para su no degradación, se ofrecen millones y millones para un extraño y fantasmal canal de regatas.

Va una.

Otra promesa fácil y de bote pronto es la de un polideportivo. Zamora ya tiene uno, que si es insuficiente debido a su demanda (eso está por ver), no impide tener otro y treinta y tres, pero...

Faltando como faltan tantas cosas, sobrando como sobran otras (¡hay dos campos de fútbol!), alguien cree que se va a construir un nuevo «frontón del siglo XX». Dúdase.

Y por último, y al fin de no envidiar a los trileros, ¡la tercera promesa! (que se teme chusca): los de la Junta van a hacer una piscina cubierta!.

Si es así , bienvenida sea, pero…¿no será otra promesa vana, de esas que hipnotizan incautos?

Claro que hace falta una piscina de invierno; sólo Zamora carece de ella en la Comunidad, pero es que aquí hay una (es del MEC y está en el CEI-Universidad Laboral).

Se encuentra estropeada desde hace años, mas con un arreglo de 50 millones de pesetas y un convenio con Educación y Ciencia puede ser más realidad y más rápidamente que una de 180 millones a los que hay que añadir los terrenos, que todo eso dice «la promesa» de turno.

Señores políticos-promesas, cuando ilusionen háganlo con cosas más creíbles, que lo que ustedes confunden con chuparse el dedo es el gesto de estarse mordiendo los nudillos de rabia, por ver a tanto jeta tirando el dinero de todos.


FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ Publicado en El Norte de Castilla el 17 de Septiembre de 1990