lunes, 12 de mayo de 2025

CONCUPISCENCIA

 




CONCUPISCENCIA

Dándole vueltas a por qué un placer tan accesible y barato como el sexual ha sido prohibido por el Poder (Celestial o Terrenal) sólo se atisba un explicación sensata (jeje).

Lo han hecho por nuestro bien, porque: “Si el sexo no estuviera prohibido la vida sería un aburrimiento”.

Si observamos la conducta de aquellos animales que no tienen prohibido el refocile y el apareamiento tras un simple olisqueo, vemos que tienen una cara triste que tira “patrás”.

Debiendo por tanto preguntarnos ¿Éste tipo de animales que no tienen prohibido el sexo,  son felices? ¿Hemos visto reír o sonreír a alguno? No, no y no. (Ni siquiera la hiena es una excepción porque su risa es cínica, es burlona, no es la de un animal feliz, es la de alguien con mala uva).

Repasemos pues ahora cómo se presenta el asunto en el caso de los humanos. Analizados como  animales o como criaturas divinas expulsadas del paraíso.

En este último caso es obvio que en el paraíso terrenal, hasta que a Eva le da por hacer caso a la serpiente (que era el demonio disfrazado) y a Adán le da por caer en la tentación de Eva y se come la manzana, es elemental que el sexo no estaba prohibido y en consecuencia se aburrían cantidad. ¿Qué por qué sabemos que       se aburrían? Elemental, solo una pareja que se aburre se pone  a pensar en comer una manzana del “árbol prohibido”, con la de ellas que habría en los otros manzanos.

Mostrado pues que el sexo a granel produce aburrimiento, veamos ahora como su prohibición es lo que le da salsa a la vida.

Como el sexo es algo orgásmico, gratuito y que encima está tan a mano, si no estuviera prohibido nadie tendría problemas. “¿A dónde vas? A la bacanal de las 12, pero no te preocupes que a la hora de comer ya estoy en casa.  ¿Y tú que harás hoy?” .“Creo que iré a la de la siesta que he oído que ha venido gente nueva”.

Sin embargo, gracias a su prohibición, los que nos aman (me refiero a los Poderosos) han institucionalizado en el interior de cada humano un conflicto de intereses en constante ebullición: “encontrar una pareja que colme tus deseos para toda la vida hasta el punto de no tener ni una tentación más con nadie jamás”  

Eso por no hablar de que, gracias a su prohibición, todo lo sexual se ve como sucio, asqueroso y viscoso. O sea, asusta. Y por eso:

Divide, o mejor (tri)vide a las feministas entre las que prohibirían la prostitución porque es un trabajo indecente y sucio, y las que la permitirían si es de carácter voluntario porque sobre gustos no hay nada escrito; entre las que están contra los transexuales porque no son mujeres como dios nada, y las que son permisivas con todo ser humano porque lo humano no son los genitales.

Todo lo que origina el prohibir el sexo, todo lo que provoca el ponerlo difícil,  hace la vida amenísima, dando pie para películas, novelas, poesía, celos y aventuras de todo tipo. La sal de la vida.  

Y el tema de la homosexualidad ni te digo. Que en el mundo aparezcan canallas, desalmados, sádicos y guerras, al parecer no es un tema tan preocupante como el de la homosexualidad.

Por ejemplo, tras la revolución soviética (1917) comienza con Lenin un periodo de libertad sexual revolucionaria (ver Wilhelm Reich). Hasta que aparece Stalin (1923) que como buen ex seminarista (benditas religiones) decide  perseguir la homosexualidad. ¿Por qué esta paradoja de que quienes lucharon por conseguir la igualdad de los humanos en lo material para que estos fueran libres en lo personal, tropiezan también en la piedra de lo sexual?  Exacto: Por nuestro bien. (Nota: Aunque ya han cambiado).

Naturalmente estas aberraciones no se darían si el sexo no estuviera prohibido. Y es que, sin el tabú de lo  sexual la vida seria aburridísima: todo el día de orgía en orgía. ¡Qué horror!

Paco Molina. Zamora 5 de Mayo del 2025.                

martes, 6 de mayo de 2025

Y LUEGO DICEN....

 


Y LUEGO DICEN…..

“Y luego dicen que no existe la divina providencia” es una frase o latiguillo que nació en las celebres cenas de     COZPROBUHO (la Cofradía Zamora Progresista del Buen humor).

En ellas  se otorgaban los premios Inocente  y Herodes Zamorano del año.  Y solíamos acompañar tal acontecimiento de momentos divertidos, siendo uno de ellos el del  “regalo psicológico”.

Consistía éste en que COZPROBUHO obsequiaba a todos los asistentes con un “presente” (de aquellos de “todo a cien”) pero con una condición, él o la afortunada debía de meter la mano en la caja en que se encontraban todos y sacar uno al azar. Y era ese azar el que según lo obtenido daba el perfil del o la agraciada (de ahí lo de psicológico).

Con un poco de imaginación siempre “casaban” regalo y características de la persona, hecho que subrayaban a voces los asistentes, al corroborar asombrados tal maridaje, con un “y luego dicen que no existe la divina providencia”.

Y no se lo creerán, pero a veces la intervención de la divina providencia era sublime. Vean: en una ocasión estaba propuesto para el premio Inocente un colectivo que había visto como se inundaban, en el cementerio de San Atilano, las sepulturas de sus seres queridos, y que tras hacer varias procesiones de protesta con velas, luto riguroso, etc. ante el Ayuntamiento de Zamora (entonces del PP) y que éste no les hiciera mucho caso, era evidente que podían ganar.

A pesar de que la mayoría eran personas de edad avanzada y apariencia triste por su problemática, se presentaron en la Cena casi todos. Y entre ellos una agradable ancianita, de una sencilla elegancia y sumamente delgada (atención a este dato).

Ella, cuando le tocó acercarse a por su regalo, lo hizo con  desparpajo y una preciosa sonrisa. Introdujo la mano en el cajón donde estaban todos, y sin mirar, como exigían las normas, sacó  algo consistente en 2 piezas sueltas que sospecho que se ponen las mujeres en los pechos cuando quieren ir sin sostén y muy escotadas (¿sujetador adhesivo o pezoneras?)  

El clamor del: “y luego dicen que no existe la divina providencia” unido a las risas de aquella elegante, maravillosa y encantadora señora, construyeron un bello e inolvidable momento.

Pero no he venido a este mundo a distraerles con anécdotas sin más, así que verán:

Resulta que me gusta el construir frases o máximas lapidarias, como por ejemplo: “Los zamoranos deben ser como su bandera, ocho veces rojos y una verde”, o esta otra de “La masturbación es mano de santo”.

Ante esta afición opté por usar como seudónimo para firmarlas el de #Confucio_Molina dado que las frases eran mías pero tenían una estructura tipo Confucio.

Y ahora viene lo bueno; estos días leyendo un ejemplar de Nuestra Bandera (revista de debate político) descubro atónito que según estudios el marxismo chino está enraizado en las enseñanzas de Confucio, que resumidas son:

1.-Ama al pueblo. No hagas daño. 2. Sirve a la gente, no perjudiques. 3. Sigue a la ciencia, rechaza la ignorancia. 4. Se diligente, no indolente. 5. Estemos unidos, ayudemos a otros. No hagas ganancia a costa de los demás. 6. Se honesto y confiable. No niegues la ética para obtener ganancias.

Y todo esto dicho 500 años antes de Cristo. Me quito el sombrero ante Confucio, resulta que comulgo con él y no lo sabía. Así que la carambola de escoger la  firma  #Confucio_Molina  es como para gritar una vez más: “Y luego dicen que no existe la divina providencia”.

Por cierto si todos siguiéramos esos consejos mejor nos iría.

Paco Molina. Zamora. 28 de Abril del 2025          

domingo, 4 de mayo de 2025

CARTA A LOS GREMIOS



CARTA A LOS GREMIOS

Tras varios años leyendo e incluso casi estudiando "Escuela Española", he observado lo siguiente:

Tanto los y las que escriben, bien sea con disfraz de profesores, sindicalistas o expertos, son personas de gran valía y portadores de profundos y altos conocimientos sobre el tema docente e incluso el discente (pedagogía, especializaciones, condiciones de trabajo, y un largo etcétera, sin olvidar los currícula) que no puede ser si no un orgullo para ellos y ellas y quienes disfrutamos aprendiendo de lo que dicen y tan bien escriben.

Dicho esto deseo aportar mi granito de arena. Cierto que es apenas un granito) pues es poca cosa y cierto que es de arena porque puede permitir construir la humilde casa que nos proteja a todos/as.

¿Por qué propongo algo que nos PROTEJA Y DE QUE PROTEGERSE? AQUÍ ESTA EL GRANITO. Resulta que todas esas personas que colaboran con su espontaneidad y saber en ESTE "diario escolar" esbozan un factor común. Factor común que como muchos de los que escriben son primos entre si (metáfora matemática que indica que cada uno son de su 'padre y de su madre y no un insulto) resulta que no puede ser otro factor que el número uno. Numero uno que ¡oh magia! nos indica que eso que se repite es  el "enemigo público número uno" de nuestro rnundillo, el de la enseñanza.

 En efecto, se está hablando de la pérdida de respeto social del docente o en términos más rimbombantes de la desdignificación del profesorado.

Esa desdignificación o pérdida de dignidad no puede querer decir otra cosa que la que se dice cuando se habla de prestigio (en este caso,  perdido o perdiéndose) y cuando se habla de sueldo digno. Por otra parte prestigio y "sueldo digno" son conceptos coincidentes en la sociedad que nos cobija, puesto que el prestigio se mide en dinero (no hace falta insistir para no aburrir al personal, pero para los más escépticos recordemos el caso de los futbolistas, el que más cobra es el mejor y si no, es que no está  en forma aún).Y que sueldo digno significa "pasta gansa" es aun más fácil de asimilarla a poco sincero que se sea con uno mismo. Aunque se puede volver a recurrir al ejemplo, caso de altos cargos de aquí y de allá.

O SEA que queremos ganar más, así de sencillo.

Y ahora aparece aquí la arena del "granito de arena" para construir la casa que nos protege de esta cuestión que es nuestro problema número uno. ¿De dónde sacar el dinero si ningún gobierno nos lo da? Sencillo, de donde lo saca todo el mundo, de la publicidad

LAS BATAS

Sí, se trata de, como todo hijo de vecino, utilizar la publicidad para generar unos ingresos que nos dignifiquen el sueldo y en consecuencia nos dignifiquen a nosotros.

Somos profesionales semi-públicos (sometidos a juicios semipúblicos) y por tanto tenemos una proyección hacia el exterior que puede interesarle a los vendedores de productos. Y encima, nunca mejor dicho, tenemos unas batas (no todos pero en cuanto se empiece, habrá quien tenga más de una) que permiten poner publicidad en ellas, y además de carácter cuasi estático (una hora delante del mismo grupo de alumnos,  al menos). Por tanto, desde editoriales hasta academias pasando por zapatillas deportivas y un sin fin de productos y ofertas, pueden querer recurrir a nosotros.

La seriedad de la propuesta impide jugar a hacer chistes sobre cómo podrían ser esos anuncios, pero la tentación es innegable. Por cierto que quienes piensen que esto es más indigno que  el sueldo que ganan, deben recordar cuando era indigno trabajar o que trabajara tu mujer dentro de los "valores burgueses", y sin embargo ahora son precisamente las familias ricas las que tienen más miembros trabajando; por cierto, muchos de ellos sólo para hacer publicidad de algo. Es decir, que cosas más chocantes veremos y viviremos ¡encantados!

LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA

Además este sistema de redondear un sueldecito resuelve indirectamente problemas eternos de la educación, ya que es obvio que cada marca no pagaría igual a cada profesor como es obvio:

Pagaría más a quien regalara  aprobados que al hueso, resolviéndose así el problema de docentes no adaptados al sistema. Pagaría más a quien más tiempo estuviera en el centro, desapareciendo así el célebre problema de "a ver qué horario me ha tocado este año", típico de secundaria y lo de las 30 horas de permanencia. Pagaría más a quien menos faltara a clase, acabándose así con el absentismo no controlado. Incluso se acabaría con el pánico u odio a las tutorías, en cuanto a atención de alumnos y sobre todo en cuanto a visitas de padres, ya que quien más familias atendiera, espiado por la empresa correspondiente, más ofertas para anunciar tendría y por tanto más ingresos y más dignidad pues. Se podría seguir enumerando todo lo que arregla este proceso de forma inesperada pero feliz, pero tampoco es cuestión de aburrir a nadie.

SINDICATOS

Una de las ventajas de la Enseñanza es que hay más sindicatos que dígitos aunque luego todos defienden lo mismo, porque son sensatos y lo bueno bueno es y hay que luchar por ello.

Por eso mismo todos al unísono deben de tratar de conseguir esto y no andarse con tiquismiquis de que cada uno ganaría cantidades diferentes, pues eso ya esta admitido y aceptado desde el momento en que por distintas titulaciones, preparaciones y autonomías se gana una cosa.

FRANCISCO MOLINA MARTINEZ

Catedrático de Matemáticas. Zamora  1 de Octubre del 1999. No recuerdo si el escrito fue publicado.


jueves, 1 de mayo de 2025

FUNCIONARIOS

 


FUNCIONARIOS

Hoy las tesis de la ideología conservadora se resume en una idea:”solo hay una forma de avanzar por el camino del progreso: ¡incentivando la iniciativa privada!”

Traducido la castellano, lo que se viene a decir es que hay que dar, cuantas más facilidades mejor, a los empresarios para que así inviertan (y si se les ponen como a Fernando VII, mejor que mejor)

¿Y si hay crisis? ¿qué nos dicen los expertos? Pues nos dicen que solo hay una posibilidad de salir de ella, ¡creando riqueza! Y como ésta sólo la pueden generar las empresas, ¡hay que incentivar la iniciativa privada!.

Esta especie de mandamiento se suele convertir en “ley de Dios” con el argumento de que hasta los gobiernos socialistas de la Europa libre han acabado por tener que aceptar esta cuestión irrefutable.

Sea esto así o no, lo cierto es que estamos viviendo en una sociedad que se rige por ese principio. ¿De acuerdo?

Pues lo siento, pero si se ha aceptado ese “de acuerdo”, ahora no queda otro remedio que aceptar que entonces la sociedad se divide en 2 clases: INCENTIVADORES E INCENTIVADOS.

No se pregunta a partir de cuantos millones de pesetas se pasaría de tener el deber de incentivar a poseer el derecho a ser incentivado. Esta cuestión aún no la han resuelto ni los nuevos intelectuales.

Ante esta división social nos encontramos con que los funcionarios están en el grupo de los incentivadores, es decir, los funcionarios han de incentivar la iniciativa privada. Y ya lo hacen; veamos cómo:

-Los trabajadores clásicos, aquellos que trabajan para un patrón, que no es el Estado ni el del pueblo, incentivan la iniciativa privada a base de aceptar el despido libre y barato (se tiende al gratuito) los contratos temporales, la pérdida de poder adquisitivo y la rebaja de las pensiones, amén de otras cosillas.

Indudablemente estas personas, lo que se llamaba clase obrera, asumiendo todo esto (aunque sea a regañadientes) se han convertido objetivamente en merecedores de la Gran Medalla sal Incentivador Ejemplar con Distintivo Negro (el distintivo se eligió de ese color porque a este paso se van a quedar a 2 velas)

-Los funcionarios públicos también incentivan la iniciativa privada a base de bien: Primero porque son, junto con las personas del apartado anterior, los primos de la declaración de la renta, como corroboran las cifras y estudios del propio ministerio de Hacienda, que nos dicen que  la media de impuestos directos pagados por un incentivador son el doble de lo que paga un incentivado, con el agravante de que los paga por anticipado pues se los descuentan en nómica

(Como las declaraciones medias de médicos, abogados y demás profesionales liberales también son bastante menores que las de los que cobran por nómina, podemos incluir a estas personas entre las que por lo visto hay que considerar que también hay que incentivar)

La razón por la que hay que considerar el pago de impuestos como una forma de incentivación de la iniciativa privada está en que una vez abastecido el Estado, éste se convierte en el principal incentivador de la iniciativa de particulares

(Recuérdese el billón obsequiado a los bancos en crisis, la compra de excedentes, la operación Rumasa, la progresiva reducción de la cuota empresarial a la Seguridad social, etc, etc, etc. Con tantos etcéteras  que hacen risible el concepto de economía libre de mercado, pues son los propios mercaderes los que piden y hasta presionan para que el Estado intervenga en él….eso si, siempre a favor de la privada iniciativa….¡incentivándola!)

La segunda forma, a través de la cual los funcionarios se convierten en incentivadores, es la pérdida de poder adquisitivo de sus ingresos (así se reduce la infracción, dice la letanía, y nuestros productos -los de los señores incentivados- pueden ser competitivos en el extranjero)  a la que hay que añadir la mengua de las diversas pensiones (cuestión ésta que incentiva por partida doble, ya que no solo se traduce en ahorro del estado sino que hace necesario el recurrir a los llamados “planes de jubilación”, negocio donde los haya, incentivado sin más desde el mismísimo aparato estatal).

Resulta, de lo visto hasta ahora, que obreros y funcionarios están en la misma trinchera económica, ya que no social ¡la de los incentivadores!. Y esto, que psicológicamente es duro para un tipo de persona-el funcionario- que , en conjunto y siempre, como buen sujeto de la clase media se considera afortunado de no pertenecer a la clase obrera (obsérvese la animadversión del funcionario a militar en sindicatos de clase) lo es más cuando se descubre así mismo, no solo en el mismo saco que los del mono, el arado o el ordenador, sino que encima,  dentro de ese grupo, figura en cuanto categoría moral, por debajo de todos ellos.

Claro, una vez que lo único que se puede  aportar a la sociedad es, o ser un buen incentivado o ser un buen incentivador, encontramos que el funcionario, como incentivador, deja bastante que desear porque , por mucho que acepte ver reducido su salario, su pensión, y por ejemplar que sea su declaración de la rente a Hacienda, jamás podrá ser merecedor de la Gran Medalla al Incentivador Ejemplar con Distintivo Negro, por la sencilla razón de que en un mundo con 3 millones de parados, él, el funcionario, tiene un trabajo fijo.

Repetimos la jugada en la moviola porque merece la pena: Hay aparados porque no hay alicientes, ni seguridad para el inversor (no se incentiva lo suficiente la iniciativa privada). O sea, que si hubiera suficiente incentivación no habría parados.

Como los funcionarios incentivan menos que otros (tienen el empleo fijo y los otros no) son pues más culpables que los otros de que hay paro. Lo mismo que un trabajador con curro podría incentivar mejor si cobra menos (aún) y por tanto es mas causante del paro que el parado mismo, que incentiva la tira, ya que al haber parados la gente reivindica menos y se conforma (incentiva) más.

Eso no quita para que el parado que cobre subsidio sea culpable, en cierta medida, también del paro, ya que el incentivador fetén es el parado sin nada, pues con el dinero que se tira en subsidios se podría, desde el Estado, incentivar aún más, aumentando por ejemplo la proporción que el propio estado ya paga, en nombre del jefe, al trabajador e determinadas circunstancias.

Todo esto que parece un chiste, LO ES ; pero como hasta hoy lo han dicho otros, con otras palabras y otros títulos, se presentaba como la quintaesencia de la economía, llamada por sí misma, libre.

Y ahora va a haber elecciones sindicales para la función Pública, y ahora se presentan en el horizonte unos presupuestos generales con un aumento del 4% en el sueldo previsto para funcionarios y pensionistas. Por eso se les recuerda a los funcionarios que su puesto de trabajo es fijo y que trabajan poco en una sociedad con paro y crisis.

No hace falta estar matriculado en psicología para darse cuenta de que toda agresión debe ir precedida de algo que haga sentirse  a la víctima inferior, acomplejada ante el agresor (recuérdese el grito del karateka, el redoble de tambores que precedía las batallas en el siglo XVIII, etc.) . Por eso, ante la agresión que va a sufrir el conjunto de funcionarios se les trata de crear 2 complejos: son vagos y bastante chollo tienen con un puesto de trabajo vitalicio.

Esta última cuestión es un buen chantaje moral, porque si hay paro por no incentivarse lo suficiente la iniciativa privada, y dentro de los incentivadores los que menos méritos - menos cicatrices- pueden mostrar son los funcionarios, está claro que tienen bastante culpa de la situación…¡y encima, en lo único que utilizan para incentivar, la pérdida del poder adquisitivo, piden romper la fórmula del progreso!

Cúmpleme ahora el honor de intentar quitar a los funcionarios esos 2 complejos, para que después hagan lo que les plazca, si pueden.

Las consideraciones generales, en este caso la de que los funcionarios son unos vagos, sean juicios negativos (como el citado) o positivas (como decir que los del tal país son unos valientes son pura retórica, sólo útiles para llenar discursos de protocolo.

Y respecto al complejo que crea el no poder adquirir nunca el premio de la Gran Medalla al Incentivador Ejemplar con Distintivo Negro, combatámosla con la terapia conocida como de “reducción al absurdo”. Consisten  éste procedimiento en dar la razón y ver que se llega a un absurdo.

Empecemos: Si acompleja tener un trabajo fijo porque hay otros miembros del grupo social al que se pertenece- los incentivadores- que no lo tienen, no basta con aceptar el ver disminuir los ingresos, el problema subsistiría, luego hay que renunciar al trabajo fijo. Dado este paso estaríamos ante una sociedad en que nadie tendría una perspectiva de trabajo para su futuro, salvo los que siempre lo han tenido todo con trabajo o sin él . ¿Ees eso el progreso?

Pero hay más, si tras ceder en los últimos años poder adquisitivo, si tras contribuir esencialmente al increíble aumento de la recaudación por el impuesto de la renta - hasta el punto de que Hacienda mostró su sorpresa- aún se renunciara a la estabilidad en el trabajo ¿estaría el funcionario solidarizándose  con el parado? ¿sería ello útil al parado? ¿de verdad alguien cree que esa súper-incentivación generaría tales condiciones que los incentivados (empresarios) invertirían tanto que no sólo absorberían el paro sino que incluso volverían a inventar el puesto de trabajo estable?. Vamos anda!!!=absurdo.

FRANCISCO MOLINA MARTINEZ. Profesor de enseñanzas Medias y escritor.

Escrito tal vez en los años 80 del siglo XX