LAS
GUERRAS: ¿y si es todo al revés?.
Dicen los mandamases
de Israel que como sufrieron un ataque terrorista que les causó 1.400 muertos
tienen derecho a defenderse, matando a 50.000 personas de momento, y siguiendo.
Así mismo se observa
que en todas las guerras la muerte de inocentes (mujeres, niños y ancianos) no
cesa.
Por otro lado nuestra
civilizada civilización pone el grito en el cielo por la muerte de civiles e
incluso ha declarado “crimen de guerra” el matar esa variedad de seres humanos:
niñas, niños, bebés, mujeres, ancianos y
enfermos, mediante ejércitos.
Pero si repasamos
esa cantidad de muertes colaterales hay
que considerar, para saber de verdad lo que pasa, que las fake news, las
mentiras, la hipocresía, la falsedad, no son sólo producto de la Era de
Internet, y si de algo inherente a cualquier periodo de la Historia, porque:
para que una minoría domine a una mayoría es imprescindible que los primeros mientan
a los segundos.
Siendo la mentira principal
el decir que si se inicia una guerra y se vence se acabaron los problemas para
el pueblo llano (destrucción y muertes aparte). Recordemos a Hitler.
Pero vamos con la
más cruel de las mentiras: la de decir que el derecho internacional (que lo
establecen las naciones poderosas) prohíbe, durante una guerra, matar civiles deliberadamente.
Mentira cruel y
cínica, porque va contra las artes de cualquier guerra que se quiera ganar,
como saben hasta los generales y los políticos que menos saben (y la mayoría
saben mucho).
Tiempo ha, había que
matar al mayor número de ciudadanos del país que se quería expoliar porque esas
tierras luego iban a ser ocupadas, colonizadas, por compatriotas del ejército
agresor. Amén de que había que meter el miedo en el cuerpo al derrotado.
Además, la cultura
que confirma esa técnica (que matar civiles es necesario) se plasma muy bien en
la leyenda del Rey Herodes, que mandó matar a todos los recién nacidos para
“evitar que quien según la profecía iba a destronarle llegara a crecer”.
Por cierto que
Herodes, curiosamente, tenía algo de judío, no queriendo esta observación más
que poner un espejo frente a los que con su barbarie (Israel) dicen que pedir la
paz es ser antisionista, y no sólo vulgares pacifistas que creen que el camino
de la raza humana debe ser resolver los problemas con acuerdos.
Pero sigamos con la
demostración de nuestra tesis, que dice así: “Hacer sufrir a la población de
quien se considera país enemigo (hiriéndola, arruinándola, matándola) es
fundamental para ganar una guerra (y por eso se practica)”.
Decíamos antes que
antiguamente quien ocupaba un país ajeno, ganando la guerra, luego repoblaba el
territorio ocupado con ciudadanos propios (del país vencedor). Pero ese tipo de
imperio exigía un gran número de militares instalados en los países
conquistados para mantener el orden, lo cual suponía su ruina pues los gastos militares son un agujero
negro económico.
Entonces, los
Poderosos, descubrieron que es
preferible hacer que la población del país que se quiere controlar se rebele
contra sus gobernantes, y poner luego en lugar
de estos a unos del país vencido
pero afines al país imperialista o conquistador.
La prueba rotunda de
lo dicho la vemos en Japón, país sobre el que EEUU lanzó 2 bombas atómicas sobre la población civil, y desde entonces
Japón es un súper portaviones gigantesco al servicio voluntario del país que más
hizo sufrir a los japoneses.
Similar táctica se
ve en el bloqueo a Cuba que dura 65 años y busca que la población civil sufra
escaseces materiales para que se rebele contra sus gobiernos actuales y haga lo
que sea (votar al enemigo) para no seguir con dificultades.
En definitiva en las
guerras se matan civiles a propósito y con alevosía para que el miedo estirpe
la dignidad de los pueblos.
Paco
Molina. Zamora. 14 de Octubre de 2024
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