viernes, 2 de noviembre de 2012

El cimborrio intelectual de Zamora

((Foto:Contra la construcción  de una presa absurda en Granja de Moreruela)))


                                   ¿AGUSTÍN    GARCÍA  CALVO?

Creo que ya lo dije y además en este periódico.  Agustín García Calvo va a ser el  embajador universal de Zamora en todos los ámbitos, latitudes y tiempos.

            Sus últimos libros los firma así, ¿Agustín García Calvo?, llevando sus pensamientos a las últimas consecuencias. No en vano sostiene que la idea de persona es eso, una idea, una institución, como lo pueda ser la Monarquía o el Real Madrid, de manera tal que quien se cree especial, distinto , divino, es más bien un cretino (bueno, esta aspereza en la catalogación la introduzco yo para que rime, que él es más elegante).

            En Mayo de 1990, en plena ocupación del Cuartel Viriato, se organizó un charla que debía dirigir él. El salón de actos, situado junto a un pequeño oasis de árboles en pleno patio (lugar actualmente inexistente), estaba abarrotado de gente a pesar de su gran tamaño. El compa Pepe García Bernal- fallecido y aun querido- iba a presentar a AGC, pero por algún motivo que no recuerdo no lo pudo hacer. Me encomendó a mí el asunto. El otro día me topé con recortes de “la opinión-el correo de Zamora”, y en las fotos del momento se ve que me dirijo al auditorio mientras él ríe, casi sin poderse contener. Posiblemente fue cuando dije que  era “el cimborrio intelectual de Zamora”.

            Hoy que conozco mejor sus razonamientos y que los comparto, tal vez no se me hubiera ocurrido homenajearle con lo de “intelectual”. Y es que AGC sostiene que el Poder, entre otros métodos de dominio, cuenta con las tonterías que dicen los intelectuales (otra vez la agresividad en el lenguaje es mía, que él es más correcto).

            Y tal vez por eso, de cuando en cuando, algún iluminado con el don de la intelectualidad, larga una coz, a ver si le alcanza. Cuestión curiosa, pues el poder, más astuto que sus monaguillos del intelecto, lo que hace es tratar de ignorarlo, no hablar de él, para que no exista (“existe aquello de lo que se habla”), para que las gentes no sepan sobre lo que nos invita a pensar.

            Por eso y para fastidiar a quien corresponda hablo aquí de él.

            Tal vez muchos de ustedes no sepan que junto con Pablo Sorozábal Serrano, compuso el himno actual de la Autonomía de  Madrid. Por ello cobró la cantidad de una peseta. Lo repito por si no se ha entendido bien, sólo 1 peseta.

            Hacia 1968, junto con Enrique  Tierno Galván y José Luis Aranguren, los tres Catedráticos de Universidad, encabeza una gigantesca manifestación de estudiantes por el campus de la  Complutense de Madrid. Protestaban contra el régimen. Supongo que por represor, y éste, demostrando que tenían razón, les quito a los tres su cátedra. Traducido al castellano, AGC perdió su profesión y así estuvo durante once años. Luego, la Democracia, le restituyó su condición de profesor universitario. Aunque eso si, sin compensarle ni un duro por los años en que, contra toda justicia, se le privó de su medio de vida.

            Más pronto o tarde, tendrá que ser catalogado como poeta porque lo es como la copa de un pino de ritmo, belleza y ternura. Como autor literario porque no tiene nada que envidiar a nadie, ni en novela, relatos o teatro. En calidad de lingüista, sin entender yo nada, sus textos tendrán que ser de uso indiscutible en todas las universidades. Y por último, y aunque me retire el saludo-está contra la filosofía-, acabarán teniéndole que meter en lo libros de esa materia y aparecerá, en todos los centros de enseñanza del mundo, junto a esos, escasísimos personajes, que llama “muertos que aún están vivos” . Enseñar la historia del pensamiento y no hablar de lo que dice AGC sería la estafa-burla  más grande jamás contada. Será pues referencia de Zamora, que se citará como lugar de su origen, en todas partes. Referencia  de prestigio y orgullo.  Salud.

 
Paco Molina

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