CASADO,
CASADAS Y OTRAS
MACHADAS.
En la antiquísima tribu
comunista, donde todo lo necesario era de todos, y no existía la propiedad
privada, cuando apenas empezaba el homo a ser sapiens, fue la hembra de la
especie la que descubrió que los hijos procedían de las orgias.
Quien dice orgía
dice promiscuidad, pues como animales que eran nuestros antepasados, cuando
tenían ganas buscaban el placer sexual en cualquier manera, y lo satisfacían
(como hacen, con perdón, los perros aún hoy en día), sin saber que aquello
desembocaba en los correspondientes embarazos.
Hasta que las mujeres cayeron en la cuenta de que la
causa del efecto llamado parto no era otro que el coito.
Entonces dado que los
partos suponían a veces la muerte del
bebe e incluso la de la madre, amén de otros sinsabores, ellas se niegan al
coito (no a lo demás, que la juerga es la juerga).
Pero en un grupo
tribal de por ejemplo 100 individuos, la bajada de la natalidad unida a las
bajas por fallecimientos, hizo que se redujera drásticamente el número de miembros
de la comunidad; lo que en aquellos tiempos, la Pre-Edad de Piedra, era una
cuestión trascendente.
Con la disculpa de
resolver ese problema, los machos de la especie (más potentes físicamente),
someten a las mujeres por la fuerza para que no se nieguen a quedar
embarazadas.
Inventan así la
propiedad privada, toda mujer debería ser de un hombre para sobrevivir, y la
que no fuera de ninguno tendría que ser de todos (mujer pública o puta).
Dicho golpe de
estado introdujo otros dos factores que consolidaron el machismo: la mujer de cada
cual era comprada (mujer objeto) porque además de darle los hijos que él quisiera, debería cuidarle y
darle sexo.
Dicho periodo pre-machista
se fundamentó en un principio básico: la misión de la hembra es tener hijos con
el fin de que el grupo social sea más fuerte
(es decir estamos ante un asunto económico).
Para consolidar este estado de cosas, se le da bombo y
platillo a las religiones que prediquen lo mismo.
Recordemos a tal
efecto la nuestra y su mensaje: Dicen los curas que Dios cuando nos expulsó del
paraíso (o sea de la tribu comunista y orgiástica) nos condenó a Crecer y Multiplicarnos.
Pero ¿cómo nos
podemos multiplicar?: Únicamente poniendo a las hembras de nuestra especie a parir.
Todo eso parecía
haber cambiado, pero…
En el Planeta Tierra
se ha impuesto el Capitalismo, un sistema económico basado en el consumo
perpetuo y creciente. Porque eso es el Capitalismo, una estafa cultural similar
al Timo de la Pirámide.
Esta estafa ya saben
en qué consiste: El timador te dice que te va a dar unos intereses muy altos si
le prestas tu dinero. Pero para conseguir el dinero que le permita pagarte eso que
te ha prometido, lo que hace es buscar que entre en la estafa más gente, y así a
los primeros que entraron en el juego les
paga con el dinero de los segundos que entraron. A los segundos con el de
los terceros Y a los terceros les paga con el dinero de los cuartos, etc. etc. Por supuesto que la segunda tanda debe ser mayor que la primera, la tercera mayor que la segunda, y bla, bla.
De ahí el nombre de Pirámide
que se le da a esta estafa. Y de ahí también, el por qué, el Capitalismo (o
consumo continuo), necesite cada vez más habitantes sobre el planeta.
Por cierto antes de seguir
observemos cómo el consumo continuado no sólo exige cada vez más clientes, sino
que también ha de producir objetos sin parar para vender; lo que está acabando
con los frutos que atesora la Tierra. Pero sigamos.
Aterricemos en
España. En nuestro país hay más muertes que nacimientos al año, lo que unido a
la emigración de nuestros jóvenes al extranjero está produciendo un fenómeno de
despoblación (es decir de pérdida de
clientes para el Capital).
Este problema (la
despoblación) se resolvería fácilmente abriendo las fronteras, pero…….
Como la derecha
española aún no está civilizada (es la
gran carencia de nuestra democracia, que falta una derecha civilizada) y es
racista, al trío Calavera no se les ocurre otra cosa que suprimir o restringir
el aborto, en vez de abrir fronteras.
Por tanto que quede
claro, el prohibir el aborto no lo hacen para que las mujeres no pequen y vayan
al Cielo el día de mañana (creced y multiplicaros dijo Dios, y lo contrario es
desobedecerle).
Ellos lo hacen por servir
al Capital. En España se producen por encima de los 100.000 abortos al año, y
como nuestra derecha trifásica es muy lista (se pasa de lista) se dice, si
acabamos con el aborto acabamos con la despoblación, y además multiplicamos el
número de consumidores, sacrificio con el cual complacemos a nuestro Dios el
Capitalismo.
Y eso, con ser una
aberración en sí, lo es más si les damos la razón. Porque una vez que se vea
que prohibiendo el aborto no se puede evitar la decadencia del sistema, propondrán
con descaro, que se considere un derecho el obligar a las mujeres a parir, quieran que no (dos o
tres hijos por hembra, según vaya la economía)
El asunto es así de
descarnado y bruto. Y es que para el capitalismo la esencia es que los medios de
producción sean privados, y las mujeres en cuánto medios de (re)producción, también deben ser propiedad privada (de momento de su macho).
Paco
Molina. Zamora. 15 de Febrero del 2019
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