domingo, 13 de octubre de 2019

SI NOS INVADEN ¿LOS MATAMOS?.



SI NOS  INVADEN ¿LOS  MATAMOS?.

Ante la avalanchita de pateras que nos invaden, los más duros (de mollera) proponen, de momento, dejarlos morir en el mar.

Y se supone que si no mueren por accidente habrá que matarlos (que para eso inventamos la OTAN, para defender nuestro presunto bienestar).

Pero veamos que no necesitamos ser tan bestias.

En Europa somos 500 millones de personas.

Si barcos como el Open Arms siguen con la manía de salvar vidas humanas, se dice que eso puede crear un “efecto llamada” de inmigrantes africanos (gente de tez oscura).

Es decir, la idea de las gentes de orden (siempre que éste les favorezca) es que el número de personas ahogadas sea lo suficientemente alto como para que a los Parias de la Tierra se les quiten las ganas de huir de la miseria en que les dejamos.

Veamos que este planteamiento de los duros (de mollera) no tiene ni pies, ni cabeza (aunque si tiene egoísmo y racismo).

Supongamos que nos da por salvar a todo bicho viviente por eso de la solidaridad, la humanidad y el deseo de ser buenas personas.

Eso crearía un efecto llamada bestial.

 Así que, pongamos que en varios años, y al ver que no se mueren, vienen a la Rica Europa  10 millones de asio/africanos.

Todo eso supondría que Europa en 20 años pasaría de 500 millones de habitantes a 520 (Si, ya se que faltan en los cálculos los nacimientos propios, pero parece que esos se compensan actualmente con los que mueren).

Entonces la pregunta es: ¿Realmente Europa no es tan rica como para no resistir ese tímido crecimiento?

Proponen, los duros más blanditos, que para evitar que vengan los inmigrantes invirtamos (dinero) allí (en los países de origen).

Como si ese dinero no fuera el mismo que no quieren que se use aquí para que no mueran de hambre.

Hemos denominado a quienes así piensan (una triste mayoría) como duros (de mollera) porque en el fondo son unos racistas (no soportan gentes de otro color o saber).

Demostrémoslo: Estas gentes (los duros de mollera) proponen resolver el problema (que no lo es) de la Europa (o la España) vaciada a base de nacimientos.

Pero ¿qué diferencia hay entre un inmigrante (ya nacido) y un europeo (recién nacido)? Únicamente el que uno de ellos es de otra raza.

Si en Europa somos 500 millones, resulta que 250 son mujeres. Quitemos a las niñas y a las mayores de 40 años, y nos quedamos con 100 millones de europeas en edad fértil.

Se supone que si ahora no paren es, o porque no les da la gana (libertad) o porque el sistema económico (el capitalismo) falla.

Luego dejémoslas estar (más o menos felices). Porque si han de parir 10 millones de niños (o más) para evitar la despoblación, habrá que obligarlas a quedarse embarazadas (y  así empezó el machismo).

Así que, resumiendo, no querer inmigrantes y si nacimientos es racismo.

Querer que la agente muera para que no nos den la lata, es brutismo.

Y pretender que el mundo se pare para que nosotros vivamos bien, conformándose los que viven mal con vivir mal, es ilusionismo.

Por tanto, si hay libertad de circulación para los capitales que la haya también para las personas (profundizaremos).

Paco Molina. Zamora. 13 de Octubre del 2019


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