DE “EXPOSICIÓN MOTIVADA/RAZONADA” NADA DE NADA.
No hay exposición
motivada si no hay exposición razonada, y…
Una exposición razonada, como su nombre indica, es una redacción literaria con pies y cabeza (tronco y extremidades).
Pues bien tú vas a poder juzgar si lo que ha hecho un juez (de cuyo nombre no quiero acordarme) es una exposición razonada con un mínimo de raciocinio.
Te ponemos los hechos sobre la mesa para que luego, a modo de rompe cabezas, tú juegues con ellos, colocándolos coherentemente, para que salga una historia coherente (vulgo Exposición Razonada).
1.- A una colaboradora de Pablo Iglesias, el de Unidas Podemos, le roban el móvil, y denuncia el robo.
2.- Pasado un tiempo en OKDiario (del Sr. Inda) y otros periódicos de derechas, salen pantallazos o informaciones que dejan, o pretenden dejar, en mal lugar a Sr. Iglesias, y por ende a su formación. Todo ello en época en que se ventilaba si habría un gobierno de coalición PSOE + Podemos + Izquierda Unida.
3.- A todo esto el jefazo de la revista Interviú llama al Sr. Iglesias para entregarle la tarjeta del móvil robado a su asesora. Tarjeta que dice que le llegó por correo postal a modo de anónimo
4.- Es decir no llama a la dueña de la tarjeta; cosa inverosímil pues es como si te roban el móvil a ti y cuando aparece la tarjeta llaman a tu cuñado . ¿Por qué? Porque sin duda y tal y como iban los acontecimientos entendió que el perjudicado era Pablo Iglesias y no la dueña del móvil.
5.- Siendo el último hecho destacable que después, en un registro de la documentación que tiene el ex comisario Villarejo, aparece otra vez la tarjeta del móvil de la asesora del líder de Podemos.
6.- En paralelo se sabe que la dueña del móvil en ocasiones había enviado algún pantallazo de algún wasapp de Pablo a sus íntimos.
7.- Hasta el momento los investigados son los periodistas de Interviú y el Sr. Villarejo, por lo que la ley les permite mentir, y dicen los primeros que ellos le pasaron una copia de la tarjeta a Villarejo.
8.- Hay mas hechos, como que Iglesias tardó en devolverle la tarjeta del móvil a su asesora, o que la tarjeta se estropeó cuando una empresa trató de desbloquearla. Pero estos hechos, aparte de no suponer ningún delito, no lo son porque la afectada no ha denunciado a Pablo Iglesias, y si no hay denuncia no hay ni presunción de delito.
Es decir ni Pablo Iglesias produjo daños informáticos (que fue una empresa), ni reveló secretos (que nada de la tarjeta conocemos por voluntad de él). Amén de que la presuntamente afectada no se sintió perjudicada y no denunció.
Pues bien. Llegados hasta aquí nos quedamos con el único presunto delito del actual Viceministro. Ese delito, según el juez, es que Don Pablo Iglesias urdió todo para sufrir y en consecuencia hacerse la víctima (lo que al parecer da muchos votos).
Es decir, la exposición razonada retuerce lo razonable convirtiendo a la víctima en verdugo.
Porque veamos: Si hay un robo, si la información del móvil robado llega a OkDiario, la tiene en casa Villarejo, y empieza a llegar a medios que de difundirla harían la onda expansiva más explosiva (recordemos que en la tarjeta había desnudos e Interviú pudiera sacarlos por su fama) pues blanco y en botella.
Es decir Pablo Iglesias, en cuanto dirigente de Unidas Podemos ha sido víctima de las cloacas del Estado, que como cuenta con policías corruptos sabe cómo hay que actuar.
Porque pensar que no hubo robo y que todo fue un invento de la asesora de Iglesias, incitada por éste para hacerse la víctima y ganar votos, que fingieron el robo y regalaron la tarjeta al enemigo, es inverosímil por el grado de intimidad que guardaba la tarjeta de su móvil.
Lo mismo que es difícil de razonar que un delincuente común robó el móvil, lo vendió sin tarjeta y al ver ésta y sus escabrosas imágenes, así como la documentación de un partido, decidió regalarlo sin intentar chantajear a los interfectos.
Pero bien, aunque así hubiera sido, es obvio que Pablo Iglesias es una víctima del robo y la publicación de parte de lo que había en la tarjeta.
Es decir es víctima de todo esto, le de o no votos. Blanco y en botella, putrefacto y en cloacas.
Paco Molina de Zamora. 9 de Octubre del 2020
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