LA BATALLA DE LAS IDEAS: EL REPARTO DE LA RIQUEZA.
En estos momentos de la Historia, dentro de la batalla de las ideas, la idea fundamental del combate es la del reparto de la riqueza de arriba a abajo o de abajo a arriba.
Así lo han entendido desde el Poder y así se lo han encargado a sus soldaditos de plomo (los partidos de derechas) desde hace tiempo.
De ahí que el mejor camino para saber si un grupo político es de izquierdas o de derechas sea ver qué dice respecto a los impuestos.
Sirva de ejemplo el más reciente de los partidos creados desde las áreas del Poder, el que dice ser y llamarse: “Tercera Edad en Acción”, que como propuesta para garantizar unas pensiones dignas pide bajar impuestos.
Y ello justo cuando el Gobierno social solidario ha decidido como medida principal para mejorar y garantizar las pensiones que éstas no se sufraguen solo con las cuotas de los trabajadores y que cuando se vacíe la hucha de las pensiones sé llene con el dinero que se haya recaudado con los impuestos generales del Estado y no sólo con el sacrificio de las clases bajas.
Esta batalla en torno a los impuestos de momento la va ganando la derecha (la van ganado los poderosos, que son quienes no quieren pagar impuestos).
Basta oír a la mayoría de la gente, que unos dicen que se paga mucho en impuestos y otros dicen que si les subes los impuestos a los ricos se pueden ir de España.
Antes de volver sobre estos 2 asuntos recordemos una cosa. La riqueza hay que repartirla de arriba a abajo porque cada día se está repartiendo de abajo a arriba, y no es justo.
Para demostrar esta última cuestión baste recordar los escalofriantes datos que indican que tras la crisis económica del 2008 (la del ladrillo) las clases adineradas pasaron a tener mayor riqueza, al tiempo que las clases trabajadoras se vieron empobrecer. Cosa que se ha repetido con la crisis de la pandemia. Es decir la riqueza, incluso en periodos de crisis, sube de las clases populares a las clases ricas.
Esta situación se debe a que el dinero parece tener una extraña cualidad similar a la de humo, sube solo (y se esfuma de las clases de abajo hacia las clases de arriba).
Por eso se producen las crisis económicas (en afirmación de Marx) cuando hay una sobreabundancia de todas las mercancías menos de una, el dinero que escasea.
Circunstancia que se debe, no a que alguien destruya el dinero y si, a que se ha acumulado en los bolsillos de los ricos sin crear ya actividad económica, ni riqueza.
Respecto a que los ricos presuntamente se irían del país basta recordar que no son tontos y saben que sin un Estado que les favorezca están perdidos, amén de que no se podrían llevar sus bienes inmuebles e incluso podrían perder la nacionalidad española y sus ventajas si se van por insolidaridad con sus compatriotas.
Hay pues que predicar el reparto de la riqueza de arriba a abajo, subiendo el IRPF, al menos para quienes ganan más de 50.000 euros brutos anuales.
Porque cuando estás en paro necesitas un subsidio, porque cuando seas mayor precisas una pensión solvente, porque cuando estás enfermo necesitas un médico, porque cuando tienes descendencia necesitas que aprendan una profesión, porque cuando te roban necesitas una policía que cordial te ayude, porque cuando arde tu casa necesitas a los bomberos, porque cuando te compras un coche nuevo necesitas una carretera en condiciones, porque cuando sufres una desgracia buscas ayuda sanitaria y económica, porque si atacan tu país necesitas unas fuerzas armadas y preparadas, porque necesitas que si se despeña tu hijo la guardia civil rescate su cuerpo, porque necesitas que el estado te proteja incluso cuando te va bien por si te va mal.
Esta idea de solidaridad la lleva dentro todo humano, y así vemos que ahora, por ejemplo, los partidos de derechas reclaman que se les deje repartir el dinero de Europa contra la pandemia, reconociendo por lo tanto la importancia de los impuestos (sin ellos no habría ayudas europeas), e incluso piden que se repartan dándole más a los territorios más pobres, confesando así que el reparto de la riqueza debe ser de arriba a abajo y con urgencia.
Demos pues la batalla de las ideas con ésta. En una democracia no hay mayor desgracia que no subir los impuestos directos para poner el dinero abajo, en el bolsillo del pueblo.
Reparto de la riqueza de arriba a abajo o de abajo arriba, ese el problema. Justicia social o barbarie del capital.
Paco Molina. Zamora. 6 de agosto del 2021.
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