viernes, 4 de noviembre de 2022

3ª GUERRA MUNDIAL. 2º PARTE DE GUERRA. OTOÑO DEL 2022.

 


3ª GUERRA MUNDIAL. 2º PARTE DE GUERRA. OTOÑO DEL 2022.

Estamos ante la 3ª Guerra Mundial y los españoles formamos parte de uno de los 2 bandos.

Es cierto que nosotros somos los buenos y ellos los malos. El problema es que ellos opinan igual pero al revés, como ocurrió en todas las guerras que en el mundo han sido.

Si nos circunscribimos al parte de guerra podríamos decir que en las trincheras vamos ganando (según informan los nuestros), pero no hay visos de que la guerra vaya a acabar.

Al tiempo, en la retaguardia (en España en este caso), no parece haber surgido un movimiento pacifista, es decir alguien (o millones de álguienes) que griten “NO A LA GUERRA, y si a la paz”.

Tal vez eso se deba a que: 1 somos los buenos, 2 luchamos por la libertad de un pueblo que sin haber roto un plato ha sido invadido,  3 sólo mueren extranjeros, y 4 y sobretodo, creemos que vamos a ganar por ser los más fuertes.

El problema surge cuando se olvida que las guerras las carga el diablo, y se olvida también que las guerras entre naciones no han resuelto ningún problema definitivamente (es decir, las guerras se han demostrado como un remedio peor que la enfermedad).

Aunque en la retaguardia, lo cierto es que estamos metidos de lleno en la 3ª Guerra Mundial. Una guerra que aparte de a pepinazo limpio (con muertes, destrucción, éxodos migratorios y sufrimientos sin límite) se va a dirimir con bloqueos comerciales que van a suponernos, a los buenos, que lo pasaremos mal.

La escasez de energía que permita mantener la sociedad en movimiento, va a llenar de frió, enfermedades, hambre, desahucios, paro, ruina y dolor a millones de familias españolas.

Hay pues que parar la guerra. ¿Cómo? Solo hay una manera. Con manifestaciones gigantescas que hagan ver a los políticos de turno que quien no sea pacifista (partidario de una paz urgente) pasará a la oposición.

Es obvio que no bastará que esas manifestaciones se den solo en un único país, pero es más obvio aún que si la tragedia de la guerra llega a tu casa, afecta a tu familia y no has movido un dedo para pararla, no podrás mirar a nadie a la cara, ni verte en un espejo que refleje tu vergüenza.

Y para exigir la paz no hace falta ser un altruista de tomo y lomo, o un practicante del buenismo de la otra mejilla; basta con rescatar  ese instinto que nos dicen que nos  debe avergonzar pero que es la brújula de la vida: el egoísmo.

De la misma manera que la solidaridad, además de la ternura de los pueblos es el egoísmo de los inteligentes (por lo de hoy por ti mañana por mí), de la misma manera decimos, el pacifismo debe ser hijo del egoísmo inteligente.

Un egoísmo tonto es querer que gane “tu” bando pues eso es querer que siga la guerra hasta que ganen unos sobre otros.

Además  ¿Acaso quienes se están forrando con las guerras no son unos egoístas de tomo y lomo? ¿Acaso quienes declaran las guerras no lo hacen para obtener una botín, siendo lo de menos que se lo ofrezcan luego al pueblo (simbólicamente eso sí)  a cambio de una corona de laurel para él y unas corona de muertos para el soldado desconocido?

Urgen “Plataformas Pacifistas Por la Paz”. Se den o no las condiciones objetivas, pues en toda guerra, siempre, quienes aplaudieron la marcha de los valientes a las trincheras, estallaron en protestas cuando vieron llegar los 7 años de vacas flacas. Y ello a toda velocidad.

Todo esto sin hablar de lo que sería una guerra nuclear.

Paco Molina. Zamora. 4 de Noviembre del 2022

3 comentarios:

  1. Paco, estoy con tu pensamiento que es el mío. No veo que ningún pueblo nos manifestemos en eefavor de la Paz. Y un NO a la guerra.
    A nivel mundial urge hacerlo, pero ya.

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  2. Soy Olga, de la publicación anterior.

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