1er. Aniversario de la 3ª Guerra Mundial. DÓNDE TIRAR LA BOMBA ATÓMICA.
El primer aniversario de la guerra de la OTAN contra Rusia en suelo ucraniano se está conmemorando, por parte de los primeros, con peregrinajes de dirigentes occidentales a Kiev para ver a Zelenski, y por parte de los segundos, con actos multitudinarios de Putin prometiendo derramar hasta la última gota de la sangre rusa para defender a Rusia del Imperio Estadounidense.
Es decir la destrucción de vidas y haciendas no parece haber enseñado nada a los dirigentes mundiales metidos en el conflicto: todos creen tener la razón y todos piensan que ganarán.
Pero lo cierto es que la prolongación de la guerra va a aumentar la carestía de la vida en la retaguardia, mas la aceleración del cambio climático por el derroche de armamento, materiales y combustibles en el mundo entero, y además va a aumentar las probabilidades de que empiece una guerra atómica Rusia vs OTAN.
Ante esto debemos preguntarnos: ¿Quién lanzará la primera bomba atómica del siglo XXI y donde decidirá hacerlo?
Puesto que lanzada la primera lo más fácil es que sigan otras en justa correspondencia, nuestro análisis cobra especial valor.
Empecemos. Repasemos primero las causas y el dónde se lanzaron las 2 primeras por EEUU en 1945, y con qué justificación moral y económica.
Como saben fueron arrojadas en Hirosima, la primera, y 3 días después la otra en Nagasaki. Ambas ciudades japoneses. Siendo de entrada importante destacar que no se arrojaron sobre enclaves militares del enemigo si no contra la población civil, con niños y todo (eso que tanto nos conmueve) yendo a la escuela.
Las muertes fueron de unas 170.000 personas en Hirosima y otras 20.000 en Nagasaki. Es decir 200.000 muertes al momento.
A los 6 días Japón se rindió sin condiciones, y no sólo eso, pasó a ser fiel aliado de EEUU desde entonces hasta nuestros días. El miedo supera al odio y crea sumisión.
Además USA se justificó diciendo que así la guerra acabó antes y por lo tanto hubo menos muertos que si no hubiera habido bombas atómicas contra la población civil.
De todo eso y si se toma como aprendizaje, cabe deducir que Rusia, si se ve desgastada por una guerra interminable o la aparición en escena de fuerzas armadas de la OTAN (peligro cada vez más próximo), decida lanzar una primera bomba nuclear.
Pero dónde ¿en Ucrania, con la mínima esperanza de que la OTAN no responda de igual manera (atacando con bombas nucleares en Rusia) y de que Ucrania no sólo se rinda sin condiciones sino que pase a ser un aliado sumiso y por tanto leal, al estilo del Japón actual con EEUU?
Siendo la siguiente pregunta ¿Dónde la tiraría entonces, en Kiev o en qué otra gran ciudad ucraniana? . Pero entonces ¿La ventaja en la guerra se compensaría con el descrédito mundial y eterno?.
Ante un paso así las probabilidades de que interviniera la OTAN con bombas atómicas sobre Rusia (la opinión pública mundial lo aceptaría) para convertirla en un nuevo Japón a su servicio son elevadísimas.
Por tanto por fuerza Rusia habrá valorado, en caso de verse perdida, el atacar capitales occidentales de relevancia histórica a modo de venganza.
Sabe que luego sucumbirá, pero la estupidez de los hombres no tiene límites, ni fronteras (que Europa no esté pidiendo la paz lo demuestra). Por tanto todo puede pasar.
Queda pues claro que la guerra en Ucrania puede ser esa guerra bíblica que confirme aquello de que “los últimos serán los primeros”, desatando un apocalipsis en el mundo desarrollado que deje abierta la puerta a una nueva existencia pacífica en los países pobres: América del Sur y África.
Paremos la guerra sin armas. Gritando “Guerra No”. Salgamos a las calles a decirlo. O celebraremos el 2º aniversario viviendo peor si es que vivimos.
Paco Molina. Zamora. 25 de Febrero del 2023
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