BODEGAS “BACO”
Si un animal
tiene hambre y tiene comida, come. Si un animal está en celo- tiene ganas- y
encuentra a otro en el mismo estado, fornica.
Si un ser humano tiene hambre y
comida, puede no comer. Si una persona tiene ganas de refocile y oportunidad, puede no hacerlo.
Esta
diferencia en la conducta entre el animal y el ser humano podría hacernos partir de risa.
Pero no, la
capacidad de decir no a lo bueno y escoger, por el contrario, entre una cosa y
otra l a peor, ¡eso es la libertad! y lo que nos hace autobautizarnos como animales racionales .
De
hecho, si en Marte hubiera vida y se observara que unos animalitos hacen sólo
cosas buenas para ellos, y otros las malas, estos últimos serían catalogados por nuestros sabios
como seres superiores.
Esa
capacidad se ha bautizado como sacrificio y por lo visto es muy buena .Es más
si será buena que gracias a esa gracia los expertos se dieron cuenta de que tiene
que haber dioses.
Nace así el
espíritu religioso. ¿Quién nos creó? ¿Para qué nos creó? ¿Por qué nos creó? ¿Con
qué nos creó? ¿Quién creó a quien nos
creó?. Hoy día todas esas preguntas, menos la última, están resueltas. La
última no, porque si nos planteamos la última no podríamos resolver las
anteriores.
Pero
hasta hoy hubo mucho trecho que
recorrer. Una vez que se descubrió que
somos la pera u homo-masoquísticus; el
problema era imaginar el mundo espiritual.
Aparecen así los dioses. Los
expertos, antes llamados hechiceros, veían dioses en todas partes. Que se
desbordaba el río, el dios era el río, que se había cabreado porque alguno de
la tribu, entre lo bueno y lo malo, había escogido lo bueno, usando así el
libre albedrío torpemente.
Fueron entonces dioses, las tormentas, los rayos,
los truenos, el fuego, en fin, cualquier bobada que les asustaba o no controlaban.
Lógico, pues pudiendo elegir las cosas al revés- mejor lo malo que lo bueno-,
era elemental que entre inventar unos dioses cachondos, juerguistas y
orgiásticos u otros severos, mortificantes y censores, debíamos escoger estos
últimos..
No
obstante, luego, por decadencia sin duda, se inventaron unos más en la línea
del sentido común, y entre los dioses-enfadados, pusieron otros más festivos,
como Venus, Baco, etc.
Ahora en la
actualidad se está más por creer en un solo dios, eso sí, con cara de pocos
amigos como manda la tradición.
Pero
también es verdad que de aquél lejano pasado un dios sigue siendo venerado, a
diestro y siniestro, y con denominación de origen, BACO.
Ante
esto podemos propugnar que dada su importancia en la historia de la humanidad y
por ende en Europa, se haga una mención a él o su doctrina en la Constitución
Europea que se está pergeñando.
Sin embargo, por respeto a que no todos son
santos de su devoción, en este caso los abstemios, es preferible que por ahí no
se profundice. Lo que no obsta o quita para que se deba estudiar las ventajas que aportaría resucitar
el culto a este Dios del Vino.
Los beneficios serían
innumerables, pero a modo de ejemplo citemos alguno.
Imaginemos que como el
Camino de Santiago se pusiera de moda el Camino de "Baco---gorza", y desde todos
los lugares del universo se peregrinara con bota, en vez de concha, para
visitar las Bodegas de Toro bajo el lema, “Si bebes, ven con chofer”. (Con lo
que no nos limitaríamos al actual turismo de alpargata).
Los beneficios
económicos excuso citarlos, pero baste con hacer ver que, con esta iniciativa,
para qué queremos un Puerto Seco pudiendo tener un Puerto Húmedo. Lo cual,
teniendo en cuenta que la tarta para la Europa de los 25 va a ser la misma que
para la de los 15, no es moco de pavo, pues si ya no vemos los billetes de 500
euros, luego, ni borrachos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario