IU,
LA CUEVA Y EL PROGRAMA ELECTORAL
IU es Izquierda Unida,
y la Cueva es el nombre bajo el que se agrupan un mini grupo de militantes que
se dedican de lleno a difundir, amplificar y mejorar, los mensajes de IU.
Podría suponerse
pues que la Cueva no es más que el nombre simpático de lo que siempre se llamó
Gabinete de Prensa.
Pero no es así,
porque ahora hay un componente añadido respecto al mundo de la difusión, que
son las Redes Sociales, con todas sus peculiaridades.
La filosofía de la
Cueva es que en los tiempos que corren (donde el púlpito no está sólo en el
templo, sino que incluso grupos políticos, como IU, no tienen ni templo, ni
púlpito), en estas circunstancias, la comunicación, según la Cueva, debe producirse
así:
Por un lado la Cueva
debe amplificar y multiplicar el mensaje ideológico (criterios generales y
propuestas concretas) que emitan los cargos y las bases de IU.
Pero también, y esta
es la novedad, la Cueva tiene la obligación de sugerir momentos y temas a
difundir en cada momento.
Resumido, se podría
decir que la Cueva no debe limitarse a ser el eco de las palabras de los
líderes, sino que también, y en cada ámbito, la Cueva debe ser el “apuntador”
de lo que los portavoces hagan y digan.
((Apuntador: Dícese
de quien en el teatro recuerda, por lo bajo, los textos al actor)).
Y es aquí donde
quiero hacer una aportación.
Si repasamos los últimos tiempos, vemos que
los Medios Informativos del Capital (grandes cadenas de televisión) son
represores en lo fundamental, pero ofrecen grietas (ganas de hacer negocio) con
lo circunstancial.
Y así vemos que como
está de moda la política, tienen programas de debate político a los que llevan
a los que quieren ellos, pero también a quienes dicen cosas “sorprendentes”.
Pues bien, ante
esto, considero que IU debe hacer los debates sobre los Programas Electorales, separándolos
de los Congresos o Asambleas.
Es más estos debates
(que pueden situarse a mitad de cada legislatura o cada mandato de una
federación) deben estar separados de la elección de dirigentes (para no sufrir
el consiguiente y lógico eclipse que tapa el programa).
Además debe ser un
proceso muy abierto (con documentos en blanco para escribir sobre ellos, y no
para cambiar una comita con una enmienda insulsa).
Ese proceso desembocaría
en una Asamblea Nacional que pariría un borrador.
Dicho borrador, como
su nombre indica, sería “pasado a limpio” o limpiado, en el Congreso
correspondiente.
Lo mismo que si
luego se va en coalición se supone que sería a su vez retocado o maquillado.
¿Y dónde está la
novedad de este plan, salvo alargar el proceso?
En que ideas valientes
(que serían noticia y motivo para que nuestros líderes sean llamados a los
debates televisivos) se pondrían sobre la mesa, originando la natural batalla
de ideas entre las bases de IU, y sobre todo en la sociedad.
Se ponen unos ejemplos:
¿Por qué IU no defiende
que el primer apellido de cada bebé sea el de la madre y no el del padre?
¿Por qué IU no
propone que en la España, donde así no es, en cada matrimonio se establezca que
el régimen económico sea la separación de bienes?.
En su día, IU
afrontó con tanta timidez la supresión de la mili (algunos compas querían un ejército
revolucionario) que se nos adelantó el PP.
Que no se repita que
la vanguardia del proletariado vaya tan delante que no comunique con éste.
Gracias a este
proceso, ideas que parecen buenas pero tememos que nos quiten votos, serían
sometidas a tales debates, que permitirían discernir si el paso está maduro o
no.
Paco
Molina. Zamora. 11 de Febrero del 2017
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