Puesto que se me habían
olvidado quienes eran Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, no tuve otro remedio
que buscarlos.
Encontrándome con la
sorpresa de que son: La Guerra, la Muerte, el Hambre y….¡¡¡la Victoria!!!.
No sé por qué razón
me parecía que el que se me olvidaba era la peste, pero resulta que era ¡¡la Victoria!!
Salvo que se nos
ocultara a los niños porque en aquella época celebrábamos el año de la Victoria
(de Franco contra la República), el asunto merece un estudio; ya que, vamos a
ver.
Si tenemos en cuenta
que los Cuatro Jinetes del Apocalipsis simbolizan cosas malas para el ser
humano, repasemos a ver si esos cuatro citados cumplen ese vaticinio (ser cosas
malas).
La Muerte está clara
que es algo malo porque, incluso por instinto, todos queremos vivir más.
El Hambre es
sinónimo de pobreza, a parte del factor explícito que supone el sufrimiento de
no tener para comer y desesperarte.
La Guerra, como
fuente de todo tipo de desgracias y de sangre, es también un jinete fácil de
asimilar con lo que causa dolor (sin límites) a las personas.
Pero ¿y la Victoria?.
¿Por qué la sabiduría Popular ha nombrado jinete del mal a lo que suena tan bien?.
Démosle al coco.
Analicemos.
Es indudable que obtener
una victoria de cualquier orden supone una alegría, y como tal se celebra.
¿Entonces? Tendrán
que ser los efectos secundarios de una Victoria lo que habrá que estudiar.
No cabe duda que
obtener una victoria aprobando una oposición (por ejemplo) trae con ello unos efectos
secundarios tan buenos o mejores que la propia victoria.
Pero en la época de
las Sagradas Escrituras (que es cuando empiezan a cabalgar como leyenda literaria
los 4 Jinetes) no existían oposiciones.
El Apocalipsis es un
libro del Nuevo Testamento (inspirado por tanto por Dios en opinión de los creyentes;
y por la Sabiduría Popular, según los ateos), y aunque en esa época no había “oposiciones”,
es fácil que ya se utilizara el dicho de “Enhorabuena”, que se le decía a quienes
habían obtenido una “victoria”.
Ese vocablo, “en-hora-buena”,
en realidad es una contracción de la expresión más extensa que afirma: “Que
esto bueno que te ha ocurrido haya sido en buena hora (porque a veces cuando
cambian las circunstancias de una persona, cambia la vida) y si a partir de
ahora produces envidia (una victoria sólo se obtiene contra alguien que pierde)
no te arriendo las ganancias”.
De hecho hay otro
dicho que refuerza lo afirmado, y es ese consejo de la madre a sus niñas: “Hijas
mías, si os va bien, ¡¡haceros las cojas!!”.
Pero la Victoria,
como Jinete del Apocalipsis, como Atila del Mal, no puede limitarse a una
escala tan personal, pequeña y mezquina (la envidia).
Por fuerza que ese
maridaje (que casa Victoria y Males) tiene que estar advirtiéndonos de algo más
preocupante, de un mal mayor.
Y en efecto así es.
La Victoria que equivale a la Guerra, la Muerte y el Hambre, es algo pavoroso
para los pueblos (las gentes) porque nos advierte de los desastres que acarrea
una Victoria en la guerra.
No hablamos de que
nuestra Victoria cause mal al derrotado (que por supuesto).
Hablamos de que la
Victoria causa mal al vencedor (en realidad al pueblo del vencedor).
Por no ir muy para
atrás, conviene recordar que fueron las primeras victorias de los romanos las
que les llevaron a una prolongada guerra de ocupación. Lo mismo podemos decir
de los árabes cuando entraron en la península Ibérica. Idem de las guerras de
Napoleón motivadas por sus primeras victorias. Por no hablar del sanguinario actuar
de Hitler y los nazis.
Si Hitler no obtiene
una victoria tras otra al empezar la 2ª Guerra Mundial, no se habría llegado al
Holocausto que se alcanzó.
La psicosis de un triunfador
(alguien a quien le acompañan las victorias) le precipita en una enfermedad
(considerarse infalible) peligrosa para quienes le rodean.
En este momento EE.UU,
que encima tiene las mejores bombas (tanto atómicas como caseras) puede buscar
una Victoria que le convierta de nuevo en el País Más Grande del Mundo (cómo
prometió su actual presidente, alguien que sólo conoce victorias), y a partir
de ahí, y cuatro o cinco nuevas Victorias, meternos en la 3ª Guerra Mundial.
¡Por culpa del deseo
de Victoria pues, y por culpa de que una Victoria te pide otra, habrá Guerra,
Hambre y Muerte!
Cabalgando así, de nuevo
juntos, Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis.
Paco
Molina. Zamora. 17 de Abril del 2017
Tengo una duda si son 4 jinetes entonces que es la conquista? Quiero decir que existe el hambre la pestilencia (o victoria) la guerra y la muerte y entonces que es la conquista?
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