Por una especie de milagro,
el Teatro de la Universidad Laboral, que parecía olvidado de la mano de Dios (y
de los políticos), al final va a formar parte del complejo que se construirá en
el bestial agujero de ese Instituto de Enseñanza Secundaria.
Ahí, por fin, se van
a construir, el Conservatorio de Música que necesita Zamora y un Centro Cívico
(el 1º de la ciudad). Pero además se va a poner en condiciones de uso el magnífico
teatro allí existente.
Ese teatro será muy
importante para el impulso turístico y por tanto económico de la ciudad.
Sin embargo, las
obras del complejo citado se anuncia que durarán tres años (a los que si
añadimos la clásica prórroga, nos lleva a que no se podría disponer del teatro
hasta dentro de cuatro).
Pues bien este texto
pretende encender una mecha para que todas las instituciones reclamen que tales
obras comiencen, sólo y exclusivamente, por el arreglo de dicho teatro (que no sería nada complicado; mobiliario y adecentamiento de espacios).
Cuestión que es posible
porque tal teatro está aislado arquitectónica y muralmente del resto de la obra
de manera tal que las actuaciones posteriores no tienen porqué afectarle ni con
una mota de polvo.
De esta manera (es
más si ya se hubiera hecho así antes en vez de un agujero negro tendríamos
ahora un escenario desbordante de arte) en sólo un año la ciudad podría contar
con un lugar para convocatorias públicas teatrales, musicales, congresuales,
totales.
Porque el uso de ese
lugar para tirar del turismo va a ser fundamental.
Que quien venga a
Zamora a ver nuestras piedras se quede de piedra viendo una ciudad viva y
vibrante.
Paco
Molina. Zamora. 26 de Agosto del 2017
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