La Constitución
Española de 1978 dice que el Pueblo es Soberano.
Esa expresión (el
pueblo español es soberano) se está repitiendo hasta la saciedad con motivo de la
polémica suscitada por los Independentistas Catalanes.
(No confundir con
los soberanistas, que se limitan a pedir el derecho a un referéndum que
dilucide de una vez por todas quienes son más numerosos en Cataluña, si los que quieren
separarse o los que no quieren separarse de España).
La expresión “el
pueblo es soberano” quiere decir (y recordarnos) que hay que hacer lo que dice
el pueblo, puesto que se le asimila al Rey (al Soberano) cuando éste lo era por
la Gracia de Dios.
La soberanía del
pueblo (se ejercería o se sabría así):
1.-Éste elige a sus
representantes favoritos (partidos).
2.-Estos hacen las
leyes (Poder Legislativo).
3.-Los jueces (etc.)
sentencian las conductas de los ciudadanos (Poder Judicial).
4.- Y el Gobierno
(salido de las Cortes que han salido de las urnas) ejecutará lo decidido por ellas
en bien del pueblo (Poder Ejecutivo).
Como se ve esta
cadena de pasos democráticos está condicionada por el primero y fundamental:
Hay que saber lo que quiere el Soberano (el pueblo).
Pues bien el motivo
de que les moleste es para hacerles ver que la voluntad (lo que quieren) los
españoles no se sabe que cosa es, porque estos están amordazados (bueno, he
exagerado, pero lo cierto es que se distorsiona su voz de manera que no se sabe
lo que quieren) de manera tal que se ha convertido al pueblo español en un
soberano tartamudo.
Y el problema es grave
porque si no se sabe lo que quiere el soberano, poco pinta el soberano.
Hace días el Rey vigente,
Don Felipe VI, ha opinado sobre el tema de Cataluña y tras oírle quedó bien claro
que quiere seguir siendo Rey de esa pedazo de España.
Es decir, habló,
habló alto, habló claro y todos le entendimos.
Pero imagínense qué
hubiera salido ante las cámaras amordazado, o hablando como un tartamudo
severo. ¿Qué habría pasado? Pues que no sabríamos lo que quiere el Soberano.
Pues en verdad, en
verdad, les digo que eso ocurre con el Pueblo Español por culpa de la Ley electoral.
Normalmente para
saber lo que quiere un colectivo se le pregunta a éste, y luego sus opiniones se
consideran según el número de votos (en la escuela a esto lo llaman repartos directamente
proporcionales).
Perfecto y fácil.
Pero sin embargo en España se hizo una ley electoral que impide saber lo que
quiere el soberano (el Pueblo)
Para ello se
introdujeron dos factores perversos (por no hablar del reparto injusto en los medios
de comunicación).
Veamos, dado que en
España los electores son 35 millones de personas, y los Diputados que se eligen
350, es evidente correspondería un diputado para cada 100.000 electores.
Pues bien, no es
así, porque se decidió (por los poderosos) que la jurisdicción electoral fuera
la provincia (cuando podría ser toda España, o por comunidades). Y a
continuación se hizo que a las provincias históricamente más conservadoras
según las estadísticas (más rurales) se les adjudicaran más diputados de los
que les correspondería por el número de habitantes.
Ejemplo, Zamora (y
similares) por el número de votantes sólo tendría derecho a un Diputado, y sin
embargo le corresponden 3.
Es decir ya sólo con
Zamora se le ha quitado a 200.000 españoles que viven en otras provincias más pobladas,
dos Diputados.
Así que teniendo en
cuenta las de “zamoras” que hay en España, véase a cuantos españoles se les ha
quitado el derecho a elegir “su” diputado.
Y encima a este
despropósito se une la Ley D´Hont, que no la explicamos pero que se resume en
que quien más votos saca se lleva una propina en Diputados, por lo que obtiene
más de los que le tocan por repartos proporcionales puros.
Todo esto origina
distorsiones muy graves como estas:
Legislatura
2011-2015, el Pueblo Soberano Español dice en las urnas, con el 43 % de los
votos válidos que sacó el PP, que no quiere que el PP tenga mayoría absoluta.
Pero sin embargo,
gracias a la estafa de la Ley Electoral vigente, el PP obtuvo más del 50 % de
Diputados en las Cortes Españolas (mayoría absoluta), con lo que pudo pasar la
guadaña de los recortes por el pescuezo del pueblo soberano (y burlado), a
pesar de que éste (tan soberanito él) no le había dado la mayoría absoluta.
Año 2015. En
Cataluña hay elecciones plebiscitarias, en las que por lo bajo lo que se ventilaba
era si se quería la independencia .
Se presentan dos
formaciones independentistas. La CUP (izquierda nacionalista catalana) y Juntos
Per SÍ (coalición que como su nombre indica están por el SÍ a la independencia).
Entre ambas obtienen
el 47 % de los votos válidos (es decir, menos del 50 %) pero por la Ley
Electoral española, en el Parlament pasan a tener más de la mitad de los
diputados (mayoría absoluta).
Y por esto es por lo
que dicen que Cataluña votó por mayoría absoluta dar los pasos que fueran hacia
la independencia, lo mismo que en el 2011 Rajoy dijo que el pueblo soberano
votó que se le recortara sanidad, educación, justicia, dependencia, pensiones,
etc.
Resumiendo: Si el
pueblo es soberano, pero con la ley Electoral se desvirtúa lo que quiere, lo
que soberana es la tomadura de pelo a la
democracia y al pueblo soberano.
Paco
Molina. Zamora. 24 de Octubre del 2017
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