REVOLUCIÓN,
ROBOTS Y NÚMEROS.
Decía Agustín García
Calvo (pensador zamorano y por tanto universal) que la Historia empieza a
partir del momento en que se inventa la escritura (hace unos 10.000 años).
Indicaba con ello
que lo que ocurriera antes de que surgiera la escritura en el mundo, como no
quedó escrito, no podemos considerarlo Historia porque no sabemos cómo fue u
ocurrió.
Añadámosle a ello
(nosotros) que la Historia (que está escrita por los vencedores) es toda
mentira, precisamente porque está escrita (confeccionada) a base de falsedades
(baste ver una simple acta de cualquier reunión de cualquier institución).
Pues bien, para lo
que sigue empecemos a contar las cosas a partir de la Ilustración (de la aparición
del Enciclopedismo y el Racionalismo en la Historia. Siglo de las Luces).
Porque es evidente
que siempre, contra la injusticia manifiesta (en todas las latitudes había
explotadores y explotados), surgieron movimientos y revueltas de protesta.
Pero es en el
S.XVIII, con la Revolución Francesa, cuando las masas rompen el corsé de la
Aristocracia y el Clero.
Posteriormente
Carlos Marx (un pensador o intelectual),
en pleno siglo “Diecinueve”, se sorprende de que, paradójicamente, cuanta más
riqueza hay en el mundo (gracias a los inventos y los descubrimientos) las
gentes viven peor.
Investiga el motivo
de tal contradicción y elabora así su teoría para explicar el motor o marcha de
la Historia de los Pueblos.
Según él (y de
momento no hay explicación mejor) todo se debe a la continua lucha de clases
que se produce en el seno de cada sociedad. Los
desposeidos contra los propietarios (de los medios de producción de
riqueza).
En consecuencia
propone una revolución en que la mayoría (en esas fechas el proletariado) se
revele contra la minoría (la burguesía) para quitarle los medios de producción
(las fábricas y la tierra) y que así todo lo que se produzca sea de todos (y no
únicamente de unos pocos) repartiéndose de este modo la riqueza.
Al comienzo del
Siglo XX, como el proletariado y los campesinos, son la inmensa mayoría del
pueblo ruso, triunfa en este país, en 1917, la Revolución Bolchevique.
Ha ocurrido que
“democráticamente” la mayoría (los obreros y los campesinos) han vencido a la
minoría (aristócratas, clero y burguesía).
Sin embargo, en la
actualidad (S. XXI) habiendo desplazado el concepto de Democracia al de
Dictadura del Proletariado (por las perversiones a las que se vio que podía
conducir éste) a lo que estamos jugando
es a la democracia de “los dos tercios” (2/3).
Antes de seguir
conviene recordar que la Dictadura del Proletariado era un concepto también
democrático, pero que añadía, como prevención, que las Clases Poderosas no se
iban a dejar desposeer de sus bienes, ni arrebatar el poder (sus propiedades)
sin luchar, sin matar y sin guerra civil, por lo que habría que reprimirlas.
Y volvamos a la
democracia que algunos llaman burguesa (y también podemos denominar de “los dos
tercios”).
Se basa esta
concesión de los Poderosos (que debemos hacer nuestra para avanzar
históricamente) en que saben que siempre van a ganar ya que las sociedades
desarrolladas están configuradas por tres sectores o clases sociales (la alta,
la media y la trabajadora).
Y a la hora de
votar, al menos dos de esas clases (la media y la alta) van a ser conservadoras
(se ven bien y prefieren que nada cambie, que lo fundamental se “conserve” como
está).
Y aunque las tres
clases no tienen el mismo número de componentes, estas dos si suman más que la
de los trabajadores
(No entramos aquí en
disquisiciones sobre que gracias a trampas transversales como la patria, la
religión, el racismo, y otros componentes culturales, ocurre que no todo el
mundo vota según su clase social).
Esto que contamos,
de que dos tercios suman más que uno y por tanto el resultado a favor del orden
establecido está cantado es lo que le permite al
Poder dejarnos votar con garantías de éxito en lo fundamental: que nada cambie (por
eso llamamos a esta democracia “el juego al que nos dejan jugar”).
Pero éste articulo
se titula Revolución, Robots y Números. ¿Por qué?
Porque en efecto
acabará llegando otra Revolución (también basada en que la mayoría quitará
privilegios a la minoría) cuando nos invadan los Robots.
Los Robots serán de
los ricos porque aunque no los inventan, ellos si pagan su construcción, y
según el Derecho Internacional, por lo tanto son suyos.
Más, sean de quien
sean, harán que sobre, en gran e inmensa medida, la mano del hombre (sobra el
trabajador).
Y eso recordará al
médico, al profesor, al abogado, al policía, etc. (miembros de la clase media)
que también son trabajadores (porque viven de su trabajo) aunque vivan bien.
Ocurrirá que, a causa
de los robots, todos irán al paro porque habremos llegado a una sociedad en que
se pueda vivir (bien) sin trabajar o trabajando muy poco.
Lo que supone un
nuevo sistema de valores en que los Poderosos perderán Poder ya que si la gente
pueda vivir sin trabajar perderá el miedo a perder el trabajo (y por ejemplo no
habrá disculpa para vender armas a Arabia Saudí).
Ahora bien, ¿está el
Poder dispuesto a que la Humanidad viva feliz consiguiendo todo tipo de bienes
con poco trabajo?.
En absoluto,
buscaran disculpas para que los parias de la Tierra sigan siendo parias.
Y es ahora y en ese
momento, donde surgirá la Gran Revolución: Las clases medias (que se quedaran sin
trabajo) se unirán a los obreros (que se quedaran sin trabajo) y exigirán el
reparto cotidiano de la riqueza producida por los inventos del Género Humano.
Los números volverán
a dar la mayoría (democrática) que venza al Poder de la Minoría (antipática).
Urge pues la
invasión de los robots para que llegue la Revolución.
Está allá por el año
2050. Esperémosla y Celebrémosla con regocijo.
Paco
Molina. Zamora. 25 de Octubre del 2018.
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