LAS
MATEMÁTICAS HABLAN POR LAS
MUJERES.
Es un hecho evidente
(lo mires con los ojos de la estadística o de la mera curiosidad) que las
mujeres de los países pobres o atrasados tienen más hijos que las de los países
ricos o desarrollados.
También es verdad que
las mujeres en los países en los que tienen menos libertades tienen más hijos
que las de los países con más libertades.
Es decir a menos
riqueza más hijos. Y a más riqueza menos hijos.
Lo mismo que a mas
libertad menos hijos y a menos libertad más hijos.
¿Podemos unir estas
dos evidencias en una sola? Pues sí, quedando el asunto de esta manera.
En los países pobres
y sin libertad para las mujeres, estas tienen más hijos.
Y en los países con
más riqueza y libertad para ellas, las mujeres tienen menos hijos.
Vamos, a partir de
estos dos hechos evidentes, a cargarnos algunos tabús.
Primera mentira del
Régimen Patriarcal: A la mujer le encanta tener hijos, y si no tiene más es por
culpa de la economía o porque no le queda tiempo para conciliar la vida laboral
y la familiar.
Por favor, que no
opinen las mujeres (que a lo mejor no son libres para hacerlo por culpa de la
cultura) dejemos que hablen las matemáticas por ellas.
Si fuera cierto que
es la economía la que les frena para no tener muchos hijos, ¿por qué no ocurre
eso en los países pobres, donde estando la economía peor, tiene más hijos?.
Y si fuera eso de conciliar
la vida laboral y la familiar lo que frena esa gana de las mujeres de tener más
hijos ¿Por qué no tienen más la Reina (y similares), por poner un caso
llamativo?
No parece pues que
la economía tenga mucho que ver con el asunto.
Vamos entonces a estudiar
ahora el otro parámetro. El de la libertad para elegir.
Aquí es evidente que
en los países donde la mujer es más libre tiene menos hijos, y donde es menos
libre tienen más. Y eso que tienen más dificultad económica.
Podríamos caer en el
error de creer que tienen más hijos porque al no trabajar fuera del hogar, esas
mujeres no tienen que reclamar tiempo para compatibilizar nada; son madres,
nacieron para serlo y cumplen su función 24 horas al día, 8 días por semana.
Pero ese
razonamiento no tiene ni pies, ni cabeza, pues en los países donde la mujer es más
libre, lo primero que elige con su libertad es poder tener una profesión para ganarse la vida (y
vivirla autónomamente, sin depender de nadie).
Por lo tanto debemos
concluir que entre el factor económico y el factor libertad, el que más influye
en la decisión de la mujer para tener menos hijos, o ninguno, es la libertad.
Podemos ratificarlo
sin cambiar de países. Centrémonos en el nuestro, España,
En la posguerra
civil, la mujer era más pobre y menos libre, y tenía muchos hijos. Y es ahora,
a medida que mejora su economía y por tanto su libertad, tiene menos hijos
porque le da la real gana.
E incluso aún ahora
puede que no le esté dando toda la gana que le da, como tímidamente están empezando
a decir algunas feministas valientes, que sostienen que es la cultura (la
presión social ) y la falta de libertad, las que incitan a tener hijos.
Porque en efecto, si
ustedes se han fijado, cuando comparábamos países (o a España consigo misma) hablábamos
de mujeres con más o menos libertad.
Y ¿quién le quita
libertad a la mujer? cabe preguntarse ahora.
Siendo la respuesta
la sabida, a la mujer le quita la libertad el Estado, a través de su representante
máximo en la familia, el macho.
¿Conoce alguien a
alguien que se cargara de hijos buscando al varoncito porque lo quería el
papito? Etc.
Si una mujer libre
no es propensa a tener hijos, pretender rellenar la España vaciada a base de
partos es un disparate.
Tal vez haya que
aplicar una economía solidaria, renta básica universal para quienes vivan en el
mundo rural y apertura de fronteras, que en el mundo sobran personas.
Paco
Molina. Zamora. 7 de Noviembre del 2019
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