LA MENTIRA
Y EL PODER.
Históricamente los
Poderosos de cada sociedad (una súper minoría) más las personas a las que
podían comprar (otra minoría) han dominado a la inmensa mayoría.
Pero ¿Cómo fue, y es
ello, posible? ¿Cómo 4 gatos pueden controlar a 100.000 ratones?
Mediante la mentira
y la superstición.
Por eso existen las
religiones (que todas y en cualquier lugar reproducen desde el púlpito lo que dicta
el Poder desde la poltrona), por eso
existen los tabús, etc.
Que todo el orden
social está basado en la mentira (siendo la principal esa de que nosotros somos
los buenos y ellos los malos) es más evidente que nunca gracias a las redes
sociales.
Este fenómeno de
Internet es cierto que está permitiendo que determinadas verdades sean
conocidas.
Pero ante esa nueva
realidad (que prospere la verdad y llegue al pueblo) ¿qué comprobamos?
Que el Poder (por sí
mismo o por boca de otros) refuta las verdades mintiendo con descaro.
Hasta el punto de
que podemos decir que el reconocimiento constitucional de no declarar contra
uno mismo e incluso el derecho a mentir que tiene el acusado, se ha extendido
sin límites.
O sea, el que el reo
mienta para salvarse se ha convertido en un evangelio de falsedades.
Dentro de esta línea
es sabido que los intelectuales de derechas estuvieron trabajando durante lustros
para meter en nuestras cabecitas la siguiente mentira.
Que en una sociedad
si no hay libertad económica (libre mercado) no puede haber libertades
individuales.
La razón de querer
convertir tal falsedad en un dogma está basada en lo siguiente.
El error de los
Gobiernos Comunistas en los Países del Este fue (tras controlar la economía) el
tratar de controlar la vida de las personas quitándoles libertad (bueno en
realidad esto no siempre fue así, empezando tal equivocación al morir Lenin y
ser sustituido por Stalin).
Por reflejos
condicionados esa conducta del pasado hace que actualmente, a ninguna persona que
quiera ver una película porno (no va mucho más allá lo que llamamos libertad) se
le ocurre que en su país haya una economía planificada (para que quien pero
viva peor, viva bien).
Y ello porque teme
que si se controla la economía se controle su presunta libertad. Es decir la
mentira ha calado (y cumple su función política).
Pues bien, dentro de
ese orden de mentiras que difunde el Poder para perpetuarse, la más reciente
dice así:
“Al colectivo “A”
únicamente le puede ayudar o luchar por él algún miembro del colectivo “A”.
De lo que se deduce
(si se acepta el dogma) que si alguien lucha por la Clase Obrera pero vive bien
(como un burgués) debe ser considerado como no apto para esa tarea (y por lo
tanto se debe desconfiar de él)
Este disparate trata
de generar desconfianza en la masa para no fiarse de quien le está ayudando según si es su mellizo o no.
Y todo esto a pesar
de que siempre (y es lógico) fue alguien ajeno al colectivo que había que ayudar quien le ayudó o sirvió de
guía.
Así, recordemos que
a los esclavos negros los liberaron líderes blancos, a los analfabetos quienes no lo eran, a los pobres
los que pudieron (por serlo menos) adquirir conocimientos.
Esto es tan
elemental que incluso en términos mitológicos vemos que el saber popular
entiende que al colectivo “A” lo podía ayudar, o lo ayuda, alguien externo a
él.
Y así vemos que la
leyenda cuenta que Dios para redimir al género humano envió a su Hijo (que no
era humano) a morir por nosotros (pero resucitar al tercer día recordando así que
no era de los nuestros).
Por lo tanto
aprendamos qué: siempre que alguien quiera ayudarte acepta su ayuda y no le
pongas pegas (que la mies es mucha y los obreros son pocos).
PD: La última gran
mentira que el Poder trabaja por expandir
es equiparar el comunismo con el nazifascismo, cuando precisamente estos
últimos nacieron y fueron incubados por el capital, para terminar con la
revolución bolchevique.
Paco
Molina. Zamora. 25 de Febrero del 2020.
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