NO HABRÁ DESPERTADORES
Nadie contó nunca lo que Lázaro, aquél a quien Cristo resucitó, sintió mientras estuvo muerto.
La razón no es que no se lo hayan preguntado, que sí se hizo, ¡cómo no!. Pero es que siempre respondió lo mismo:
“Fue… como estar dormido”.
2.000 años después… Einstein se pronunció sobre el tema: “Un muerto no sabe que está muerto”.
A partir de esos hechos, y de numerosas apreciaciones más, mostré que “todos sabemos lo que hay después de la muerte”.
Muerto se está como en esos sueños tan profundos en los que al despertar te preguntas: “¿Dónde estoy?”.
Pero sin el…….. “¡¿Dónde estoy?!”.
Ni el muerto, ni el dormido, saben que lo están. Eso les iguala.
Por tanto, si el sueño sin pesadillas es tan bueno; el estar muerto, sin duda, es algo igualmente agradable, placentero y suave.
En razón a este descubrimiento me concedieron el Premio Nobel “Contra el Miedo”. Ahora estoy en la ceremonia de su entrega.
La sala está repleta de gente importante.
Su cariño me recuerda a mi familia.
Han venido a la última sesión de mis cuidados paliativos.
“Desde todos los silencios del mundo” oigo sus lágrimas.
Les quiero. Me estoy durmiendo, y no habrá despertadores.
Paco Molina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario