CARTA A LOS LENINISTAS.

 

CARTA  A  LOS  LENINISTAS.

Si recordamos lo más importante que hizo Lenin en 1917, se ve que ante la situación actual (guerra en Ucrania) el camino también es el NO A LA GUERRA (el luchar por la paz desde el pacifismo).

En Julio de 1914 empieza la 1ª Guerra Mundial. Los 2 bandos son capitalistas (cosa que no debe merecer demostración).

De entrada uno lo forman Inglaterra, Francia y el Imperio Ruso, y el otro, Alemania y el Imperio Austro Húngaro.  

Como en todas las guerras que en el mundo han sido los dirigentes de cada bando han hecho creer a sus pueblos que tenían razón, que eran los buenos.

Por eso incluso un himno cantado por los soldados rusos decía: “Ay patria mía, no te volveré a ver”. Y van cegados al sacrificio.

Pero lo que al principio es muy bonito, muy épico y casi hermoso, pronto se traduce en muertes, miseria, pobreza, sufrimiento, hambre, amputaciones, destrucción.

Desgracias todas ellas que recaen siempre, y en ambos lados de las trincheras, en las clases trabajadoras y campesinas, en el pueblo. Mientras que los que deciden las guerras, por arte de magia, salvan el pellejo y su bienestar.

En la 1ª guerra mundial, Rusia empieza a ver cómo las 7 plagas del sufrimiento avanzan sin piedad por su territorio.

Y como en todas las guerras, el mismo pueblo que engañado, apoyó la confrontación  se harta, y grita, sobre todo por boca de sus mujeres, que ven morir a sus padres, maridos e hijos: BASTA YA, NO A LA GUERRA.

Como para los  socialdemócratas (bolcheviques y mencheviques) su única razón de ser es el bienestar de las gentes, empiezan a reivindicar la PAZ. (Lo que configuraría el programa de: Pan, PAZ, tierra y soviets).

Las revueltas internas se multiplican, los soldados empiezan a no obedecer a sus oficiales, las deserciones crecen sin parar, tanto es así que el régimen se tambalea, y son los propios poderos fácticos rusos (aristócratas, alto clero y potentados) los que  destituyen a su hasta entonces amado Zar. Es Febrero.

Estamos en 1917, tras 2 años y medio de despiadada guerra. Y en Marzo hay elecciones a la Duma (parlamento ruso) donde ganan los de la izquierda moderada (para entendernos) encabezados por un tal Kerenski, siendo lo más importante el que en su programa prometían también LA PAZ.

Pero como suele ser habitual en la socialdemocracia, al final aceptan presiones de los poderosos, o peor, acaban volviéndose “sensatos”,  y no ejecutan su programa.

En este caso, deciden que Rusia siga en la guerra, porque “sería desleal no cumplir los compromisos internacionales” (qué bien suena, ¿verdad?).

Recordad que estamos en Marzo de 1917. Pues bien, el hecho de seguir en la guerra hace que el inmenso dolor del pueblo continúe y se acreciente. Las manifestaciones se vuelven inmensas. La policía no las reprime y se une a ellas, en las que incluso van soldados con su propia armamento.

Y así, en sólo 6 meses, hasta Octubre, se gesta la revolución rusa, la revolución bolchevique, cuya principal reivindicación y motor de las gentes sencillas fue el de lograr la paz.

El empecinamiento de Lenin, denunciando que la guerra entre naciones, es la guerra de los ricos de una contra los ricos de la otra, defendiendo su propio interés, pero en la que muere el pueblo trabajador de cada país, era acertado. La paz era lo que quería el pueblo.

Hemos usado el término “empecinamiento” porque así fue cómo actuó Lenin, siendo leal a su promesa en los soviets, lograr la paz, y a lo que los soviets querían, alcanzar la paz.

Tanto es así que Lenin pierde hasta 2 votaciones ante el máximo órgano bolchevique, pues él defendía la paz a toda costa (y la paz solo se consigue rindiéndose a la evidencia)  y la mayoría de sus camaradas, “eran más sensatos” (“Cómo vamos a perder  tantos territorios, qué deshonor”. De hecho del imperio ruso, al firmar el armisticio, se desgajaron: gran  parte de Polonia, Finlandia, Estonia, Lituania, Letonia, Georgia y el Oeste de Ucrania).

Y ¿por qué os mareo con todo esto que ya sabíais?. Por lo que está ocurriendo en Ucrania. Donde ha empezado la Tercera Guerra Mundial como se va a ver claramente si no la paramos.

¿Qué hubiera hecho Lenin? Pues considerando que Rusia también, como Occidente,  es un estado capitalista  lo que hay que hacer es pedir la paz ya, el  NO A LA GUERRA INMEDIATO.

Que no os engañen los reflejos condicionados, no confundáis Rusia con Unión Soviética, dado que ésta ya no existe porque precisamente dio paso al capitalismo; ni que os turbe la simpatía que podáis sentir por el débil respecto a la Otan.

Querer que gane quien tú consideras que tiene razón es querer que haya guerra hasta que se produzca esa victoria. Es por lo tanto querer que haya guerra.

Y querer que siga la guerra  aunque en España, gracias al gobierno social comunista solidario, los efectos de la misma, de momento se están soportando aceptablemente bien, el hecho de que el mundo esté en guerra acabará haciendo que la miseria y el dolor llegue a las clases trabajadoras, las ruinas se multiplicarán, e incluso podríamos acabar enviando a compatriotas a morir en el frente con el consiguiente reintegro de ataúdes.

Por tanto, seamos pacifistas, como lo son los pueblos, como lo fue Lenin, y hagamos plataformas en toda España, en todo el mundo, pidiendo la paz mediante el grito del NO A LA GUERRA.

Paco Molina. Zamora. 25 de Enero del 2023.