AY!!!! EL SEXO.
Hace días fue
noticia que en una Facultad de Derecho (de donde salen gentes de leyes) con
motivo de la próxima celebración de las graduaciones fin de carrera, el decanato,
dirigiéndose a una delegación del alumnado a través de una profesora, advirtió
a las representantes de las alumnas: “que cuidaran su indumentaria pues se
había llegado a un punto, en estas fiestas, en que los profesores (machos) no
sabían dónde mirar, por culpa de los escotes y “la raja de tu falda”.
Y esto ocurrió en
Málaga, rodeada de Costa del Sol por todas partes menos por una llamada topless
(uso del bikini sin la pieza superior). Es decir, que al menos en Málaga
deberían de estar curados de espanto o al menos saber que ante tal “agresión” a
los doctos académicos siempre queda el recurso de mirar a los ojos.
Esta anécdota
descabellada nos recuerda que la Humanidad, aún hoy, tiene un gran conflicto
con el asunto del sexo y sus derivados (tan placenteros).
Y esto porque los Poderosos, desde siempre, usando como punto de
apoyo las religiones machistas (o sea todas) nos quieren salvar el alma a
cambio de que condenemos el cuerpo.
Repásense los
distintos discursos. En pleno nacionalcatolicismo (dictadura de Franco), cuando
en los centros de enseñanza se suspendían las
clases en la semana anterior a la Semana Santa, se utilizaban esos
6 días para dar unos Ejercicios Espirituales
de tomo y lomo. Que en el caso de los chicos se resumían en que cada vez que te
masturbabas le volvías a clavar los clavos a Cristo (de lo que le contaban a las
chicas no sé nada, pero me temo que le clavarían puñales en el corazón a la
Virgen).
Después, por eso de
la evolución (eran 7 años de instituto) se pasó a decirle a los fieles que el
“amor propio” estaba mal pero sólo porque “te estaban probando”. Más bien
(com)probando si eras como Dios (la Iglesia) manda: temeroso del infierno o no.
Todo para acabar en el curso preuniversitario con la comedura de coco de que:
“el no masturbarse era bueno porque el masturbarse era malo” (ya que te
quedabas ciego).
Lo que en mi caso
encima coincidió con que empecé a usar gafas (Pero no he venido a hablar de mí,
sino de ti, en la medida en que te sientas identificado con la represión sexual.
Así que sigamos).
Afortunadamente lo
de la masturbación parece estar superado (al estar el dilema tan a mano) y ello a pesar del:
“eso no se toca, caca”, que se les dice a niñas y niños en cuanto curiosean.
La Cruzada actual pretende
(ay!! las Cruzadas) acabar con la prostitución por un lado (ya que la falta de
dinero fuerza a vender el cuerpo para obtenerlo) y con el cine porno por otro
(porque presenta una sexualidad distorsionada que extravía a los adolescentes).
La primera tarea es
de órdago. De hecho llevamos siglos en esos afanes. Y ello cuando bastaría con
repartir la riqueza de arriba abajo, y entonces todo el mundo tendría dinero
para vivir, y ya nadie tendría que vender su cuerpo. Pero claro eso va contra
la esencia de la prohibición de los placeres sexuales, que busca distraernos de
la lucha de clases. (O sea, del cómo repartir la riqueza: si de arriba abajo o
de abajo a arriba).
Pero bueno, que
tengan suerte los abolicionistas y que el sexo vuelva a ser gratis como en los
albores de la Humanidad.
Y vamos a ver (con
perdón) lo del cine porno. Lo de que éste tipo de arte (el cine es un arte
según nos dicen) distorsiona la realidad, que es el argumento base para acabar
con él, es una perogrullada pues todo arte si no distorsiona no es arte.
O ¿acaso las
películas de hazañas bélicas nos presentan las guerras tal y como son?. O por
el contrario, como en el porno, todo es falso y nos cuentan las batallas como
si la muerte no fuera el final?. O ¿es que se va a permitir el cine porno si
refleja el sexo tal cual es (o sea, como el tuyo)?.
Paco
Molina. Zamora 6 de Mayo del
2024
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