EXCELENTÍSIMOS KAMIKAZES
Sabido es que,
originariamente. un kamikaze es un piloto japonés que una vez que se queda sin
bombas que arrojar, si la situación lo requiere, lanza su avión contra el
enemigo.
Por extensión,
también se está llamando actualmente kamikaze al conductor que se mete en
dirección contraria por una autovía, no importándole su vida, no sabemos si por
ir bebido o buscar un suicido asesino.
Dicho esto quiero
compartir lo siguiente. La preocupación que me parece debe producir la última
hornada de kamikazes.
No es que se suiciden
literalmente pero podemos asimilar su conducta a un suicido, en este caso
político.
La moda o histeria la
estrenó el ex Presidente de España Sr. Zapatero, aunque no creo tenga la
exclusiva en el tiempo, y la está siguiendo el actual Presidente Sr. Rajoy.
Si ustedes recuerdan,
en determinado momento de su mandato, ZP dijo que lo que mandaba hacer era por
nuestro bien, y el bien de España, etc. Y que lo tenía tan claro que lo iba a
hacer aunque le costara prestigio y votos (“le pasara a él lo que le pasara”
esa era la expresión).
Naturalmente ese
suicido político ( o el de su partido) se hacía no por locura, si no por un
extraordinario sentido del deber patrio, ya que él sabía lo que necesitaba el
pueblo español, (y dando por hecho que el pueblo no sabe lo que es bueno para sí
mismo).
Ahora el Sr, Rajoy ha
empezado con la misma cantinela, diciendo que aplicará las medidas y las
reformas que haya que ejecutar, caiga quien caiga aunque caiga él, ya que su deber, patriotismo, y el conocimiento
excelso de algo oculto que los demás no vemos, se lo exige.
Estas conductas son
falsas puesto que ellos no se juegan
nada ya que si haces lo que quieren los ricos, los ricos siempre te van querer y no son
romanos, es decir si pagan traidores.
Pero lo peor no es
que esas proclamas de mesías (“me dejo crucificar por vosotros”) sean un engaña
bobos. Lo peor es lo que supone que una persona, la que sea, llegue a un punto
en que “iluminada”, pasa del sentir de los que le eligieron para algo, y haga
lo que le da la gana, obnubilado “por una verdad revelada” que al parecer sólo
él percibe: que el bien de la gente pasa por el sacrificio de la gente.
Esa conducta es
salirse de la realidad, porque lo normal y lo sano, es que los políticos y más
si son gobernantes, sientan la proximidad del pueblo, y se vean afectados y
preocupados por las manifestaciones de
este cuando sean negativas, lo mismo que se alegran cuando les aplauden.
Lo contrario, ver al pueblo como un ignorante
que no sabe lo que es bueno para él, y aplicarle la medicina a tras colocarle
una camisa de fuerza, sin importarte lo que a ti te pase, es un punto de locura
que debe incapacitar para el ejercicio
del cargo .
Hitler, Napoleón,
etc, también sabían lo que era bueno para su pueblo y estaban dispuestos a
ejecutar su programa de iluminados por el bien del pueblo. Y desataron guerras
sin fin que no aportaron otra cosa que sufrimiento a la gente de su pueblo y
otros.
Cuando un dirigente
decide actuar al margen de lo que a él le ocurra, es como un globo descolgado porque se ha partido la cuerda del
niño, se ha convertido en un kamikaze, y ha traspasado un punto de no retorno
de una cierta chaladura.
Ojo con los
excelentísimos kamikazes.
Si, como el avestruz, escondes la cabeza, recuerda que dejas el culo al aire! (No lo digo por ti)
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