BURBUJA
DE EMPRENDEDORES
Tras vender las
joyas de la familia y la “sortija de despedida” (periodo de las Tiendas Compro
ORO); tras convertir a los abuelos en el único sustento de la familia (periodo
del vaciamiento de las residencias de ancianos), hemos llegado a una tercera
fase para subsistir.
La de “todos
emprendedores”, y así, vemos a los padres, que tras meses abrumados porque sus
hijos no encuentran trabajo a pesar de sus conocimientos y estudios, deciden
romper la hucha y ayudarles a que pongan un negocio.
De esta manera, los
ahorros sirven para convertir al hijo muy amado en “autónomo”.
Esta fase del
proceso de degradación económica de España, está creando un espejismo de ligera
mejoría que el pueblo hace tiempo bautizó para otras cuestiones como “la
mejoría que precede a la muerte”.
Consiste esta
“mejoría” en lo siguiente: miles y miles de padres apadrinan a sus hijos y les
ayudan a montar un negocio. Eso supone alquilar un local que estaba vacío.
(Alegría y respiro para el propietario, que incrementará su consumo
ingenuamente feliz). Acto seguido el local hay que adecuarlo al tipo de
comercio (alegría y respiro para los de la construcción que ven que por fin les
llaman). Una vez acoplado el local al tipo de industria hay que amueblarlo,
pintarlo y adecentarlo (alegría hasta para el que hace el luminoso de la
fachada).
Por fin la
maquinaria parece moverse.
Pero, esos nuevos
emprendedores ¿podrán vender algo? Difícilmente, porque el problema del país es
que la gente normal (no esos ricos en exclusión social porque sólo piensan en
sí mismos) no tiene dinero ni para consumir en la compra de lo que equivale al
trueque básico para la supervivencia (casa, comida, energía, etc).
Por tanto y salvo
que cambie la política económica, la mejoría que vemos (más que vivimos) es una
nueva burbuja como fue la del ladrillo. La burbuja de los emprendedores. Que
irán cayendo y cerrando por falta de clientes, como cayeron y cerraron sus
antecesores.
Y encima ahora, se
habrán llevado por delante los ahorros de sus padres con lo que el derrumbe
arrastrara más negocios.
No es este un
artículo agorero porque basta con pedir, con el voto secreto, que se aplique la
política económica adecuada para salir de esta.
¿Cuál? Rediez, la
que aplican las familias para ayudar a aquel de los suyos que lo está pasando
mal. ¿Qué cuál es esa? Pues que los de la familia que tienen pudientes ayuden a
los que no los tienen. Exactamente como debería hacer la familia española: que
los ricos ayuden a los que no los son.
¿Y cómo conseguir
eso si los poderosos no quieren? Con impuestos directos progresivos (que le
pidan más los que más tienen) para hacer políticas a favor del pueblo, que en
consecuencia éste tenga por fin dinero y que de nuevo éste se ponga a circular
reactivando el consumo.
Todo lo demás son
cuentos que te cuentan cuentistas que se ríen de ti y se quedarán hasta con tus
muelas de oro.
Paco
Molina. Zamora. 7 de octubre del 2014
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