LOS
LADRIDOS DEL ÉBOLA: EXCÁLIBUR
Que el Tercer Mundo
parezca inmundo es un objetivo de los Poderoso de la Tierra. Así, nosotros, por
mal que estemos, siempre “daremos
gracias a dios” al comparar.
Eso explica que
habiendo aparecido el ébola en África, hasta ahora apenas se hablara de él y
sobre todo que no se movieran los recursos del Mundo Rico para acabar con esa
peste.
En esto la Orden
Religiosa San Juan de Dios pide permiso para traer dos misioneros enfermos de
ébola a España. Necesitan una autorización porque saben que portan un virus
peligroso.
El Presidente Rajoy
no sólo concede el permiso sino que decide “repatriarlos” (que un español
regrese a su patria no es una repatriación, salvo que sea el Estado quien asuma
todos los gastos de ese regreso).
Confirma esto que
durante la polémica sobre quién pagaría los aviones de guerra que los traían,
etc, el Presidente español dijo muy solemne que el Estado por supuesto.
Esa decisión
completamente interesada desde el punto de vista político (quedar bien con toda
la comunidad de buen corazón, y sobre todo la católica, y máxime si luego se
curaban, eran una apuesta electoralista).
Y aquí empiezan a
urgir las destituciones o dimisiones en su caso.
Si el Sr. Rajoy
ordenó la repatriación sin consultar sobre los peligros de la operación, debe
irse ya. Y ello porque la teoría científica más extendida sobre el ébola es que,
de momento, al no haber medicinas, ni vacunas, aún, y producir
una mortalidad de porcentaje elevado, la primera profilaxis es que no se
expanda por el mundo. Con lo que por tanto, quien permitió la repatriación de
enfermos obró contra la opinión de la
comunidad científica.
Si el Presidente de
España consultó con su Ministra de Sanidad sobre los peligros del traslado de
los misioneros y esta le dijo que el “riesgo era cero”, es ella la que debe
dimitir. Pero también él, por designar para puesto tan delicado a una
incompetente.
Si ella por el
contrario, asesorada, le dijo la verdad, que el riesgo nunca es cero; Rajoy
debe dimitir por anteponer sus intereses personales (quedar bien si todo salía
bien) a los de los españoles, jugando a la “ruleta rusa del contagio”.
Si quería mostrar
solidaridad de corazón, debió enviar a la tierra donde estaban esos misioneros,
equipos de sanitarios e incluso instalaciones hospitalarias, para atenderlos
allí, a ellos y a todos, con lo que de paso estaríamos luchando por nuestros
semejantes donde hay que luchar, en el foco de la epidemia.
Qué luego un
Consejero de Sanidad se haya convertido en el mejor cortafuegos de las
responsabilidades de Rajoy y su Ministra, sólo certifica lo equivocado de la
medida de repatriación, tomada por chulear y ganar presuntos votos.
Siendo el remate de
todos estos errores, que esperemos no acaben en horrores, lo de matar al perro
de la infectada para dar la sensación de que se controlaba todo.
Qué curioso que para
acabar con el terrorismo islamista se decida ir a matarlos allí donde están
(España acaba de enviar 300 soldados a Irak) y para combatir una enfermedad de
momento peligrosa no muevan un dedo los
Poderosos para ir a combatirla allí donde está.
Paco
Molina. Zamora-16 de Octubre del 2014
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