UN ROJO EN LA CORTE DEL REY PSOE.
DEL PSOE (PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL) AL PSOE (PEDRO SÁNCHEZ OBRERO ESPAÑOL).
DEL PSOE (PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL) AL PSOE (PEDRO SÁNCHEZ OBRERO ESPAÑOL).
El ingeniero aeronáutico Von Braun inventó los
V2 (que eran cohetes capaces de llevar bombas a larga distancia) para la
Alemania de Hitler.
Por ello cuando
empezó a caer el imperio nazi, los estadounidenses (que eran más listos que el hambre)
empezaron a avanzar a toda prisa (por el Oeste mientras los comunistas lo hacían
por el Este) porque entre otras cosas tenían sospechas de que Von Braun estaba
por allí.
Y así fue, acertaron,
lo detuvieron y lo llevaron a EEUU; ya que el ingeniero raptado era una joya (no
tanto por las bombas que llevaban las V2 en el morro, y si por el cohete que
llevaba a la bomba).
Enterada la Unión
Soviética de que había comenzado la carrera espacial (bueno, entonces solo la armamentística:
a ver quien hacia el cohete que llevara más lejos la bomba de turno), el Señor
Stalin llamó a capítulo al mejor aeronáutico ruso, y le dio un plazo (corto)
para que encontrara a la persona más preparada que hubiera en todo el país para
competir con Von Braun.
Stalin debió de ser
muy persuasivo porque el considerado oficialmente nº 1 en el tema, confesó que había
alguien que sabia más que él.
¿Dónde estaba? En
Siberia, encontrándose allí porque éste (el personaje interrogado por Stalin) le
había “denunciado” como no suficientemente adicto a la causa soviética.
Naturalmente, (aquel
desafecto y desterrado a Siberia) fue liberado y puesto al mando de la
industria aeroespacial rusa.
Como curiosidad
decir antes de seguir, que se ocultó su existencia, y que tanto él como Von
Braun, en cuanto que eran sobre todo científicos, querían descubrir cohetes que
permitieran conquistar el espacio y no que llevaran las bombas
de un continente a otro.
En esa rivalidad en principio ganó la URSS pero no es de eso de
lo que se quiere hablar aquí.
Fíjense ¿no ven que
lo fundamental de la anécdota es que alguien ha denunciado a uno de los suyos
seguramente por envidia?.
Saltemos en el
tiempo. En la actualidad es fácil ver lo siguiente: Que un cargo público (político
electo) le diga (sin palabras) a la sociedad: “Querido ciudadano, gracias por
haberme votado y elegido, pero mira, para hacer la tarea que te ofrecí necesito
que tú pagues (a alguien que no has elegido, que eso ya lo hago yo) para que me
ayude o asesore” (Hablamos de lo conocido como personal de confianza).
Todo lo cual es muy
legal, pero si un cargo público necesita ayudantes pagados, ¿por qué no usa o
necesita también ayudantes gratuitos?. (¿No sería mejor para él y para todos?).
Pues como eso no
suele ocurrir, se vuelve a oler a envidia (cuantos menos y más dependientes seamos menos competencia).
Y vamos ahora a psicoanalizar
el fenómeno de Pedro Sánchez (PSOE).
En la sociedad de la
imagen en la que estamos, con los hombres pasa ya como con las mujeres, que si
el tío es guapo no puede ser inteligente (se piensa).
Y como Pedro Sánchez
es guapete, seguro que en su partido los que saben (vulgo, barones) siempre lo
han mirado por encima del hombro.
Pero en esto, ocurre
que Pedro Sánchez gana la Secretaria General de su Partido. Nace la envidia y los
que creen que el partido es suyo, le esperan emboscados, y en cuanto pueden le
ponen la zancadilla y le hacen caer.
Ante esto, la espada
y la pared, elige la espada, y antes de tener que facilitar con su voto un
Gobierno del PP prefiere renunciar a su escaño como diputado nacional. Sus
envidiosos enemigos lo dan por muerto de lo dura que fue la estocada.
Más Pedro Sánchez
resucita, y vuelve a la Secretaria (en lucha contra los social barones). Aunque
por fin muere o parece muerto tras la crisis de Cataluña.
Hasta que una necesaria
Moción de Censura contra el PP le lleva a presidir el Gobierno de España.
Llegó la hora de la
venganza contra los suyos: Aplicar un programa electoral de izquierdas, que
nada le puede doler más a tantos barones que llevan siglos viviendo del cuento
socialista.
Eso le perpetuará en
el cargo, y en la boca de los rivales (internos) dejara un sabor amargo.
Lo cual si el pueblo
gana (bienestar) sea por lo que sea, bienvenido sea.
Por cierto: Al final
va a ser verdad que la envidia es el veneno que compras para otros y te lo tomas
tú.
Paco
Molina. Zamora. 25 de Junio del 2018
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