Siempre he sido partidario de los líderes porque eso precipita las revoluciones de los pueblos. Julio Anguita fue un gran líder. Una gran persona. Alguien especial. Qué admiración. Qué pena. Qué rabia. Compa. Camarada.
DESDE ZAMORA CON…….ANGUITA.
Mezclando el título
de una película del agente 007 (Desde Rusia con amor) y 4 anécdotas relacionadas
con Zamora, voy a hablar de Julio Anguita.
La
grandeza de un hombre se mide por el número de sus enemigos.
Esta desconcertante
frase que no recuerdo a quién se le atribuye, tal vez a Alejandro el Magno,
puede servirnos para poder afirmar objetivamente que Julio era un gran hombre.
Un hombre grande.
Siempre admiré, y
por tanto quise, a Julio Anguita, porque entiendo la política como algo que
debe ser práctico, y en ese sentido que las izquierdas cuenten con un líder es
algo muy útil.
Y Anguita es el líder perfecto
Por eso, desde
cuando se barajó su nombre para dirigir el PCE y encabezar Izquierda Unida me converti en un
fan suyo.
Dicho esto para que
se entiende mejor mi asombro cuando habiendo venido a Zamora un Secretario
General de CCOO de los posteriores a Marcelino Camacho, y habiendo dispuesto
alguien, o el azar, que me tocara a su
lado durante la comida en su honor, éste señor, que no recuerdo quién fue, ni
rebusco en la memoria porque no merece la pena, se pasó absolutamente todo el
rato hablando mal de Julio.
Menos mal que,
aunque había más gente, todo lo hizo volcado sobre mí, tal vez por ser yo cargo
público, y porque algo se estuviera gestando en las altura de IU contra él.
En realidad ese
hablar mal se limitaba a tratar de desgastar su figura con la letanía de que
era un “visionario”. Lógicamente todos los que comulgan con el pensamiento
único y su ombligo, a quien no dice amén lo consideran extraño.
Dado mi carácter y
que era una conversación privada (más bien un monólogo) me limité a escuchar.
Luego o al tiempo,
los acontecimientos vinieron a convertir a Julio Anguita en el enemigo público
número 1 del Estado. La derecha, el PSOE, los poderes fácticos e incluso,
como indica la anécdota y la historia,
personajes de la izquierda próxima o de su partido, arremetieron contra él.
Había que pararlo.
El número de sus
enemigos era inmenso pero no por ser mala persona, sino por todo lo contrario,
por ser una persona buena, ejemplar y admirable.
He citado al PSOE
porque contra Anguita se inventaron la conspiración de la pinza; cuando los
acontecimientos le han dado la razón y hoy vemos a José María Aznar abrazado a
Felipe González en una verdadera pinza (de marisco y puerta giratoria) contra
el pueblo español.
El número de
enemigos fue gran porque Julio fue grande. Y cuanto más numerosos fueron ellos
más grande lo han hecho a él.
Aunque la grandeza
de Julio también se aprecio y se vio en que fue tremendamente apreciado,
querido y admirado, hasta el extremo de que nunca, como con él al frente,
obtuvo tanto éxito Izquierda Unida (23 diputados y 2,5 millones de votos). Y
nunca como en estos días se ha visto tanto cariño por un político.
Sumamente
culto.
En política, como en
cualquier otra actividad humana, no es imprescindible tener muchos conocimientos, salvo los que exija
la tarea que desempeñas pero si los tienes mejor.
En la vida, lo único
que no sirve para nada es lo que no se sabe.
Pues bien, Anguita
tenía una cultura excepcional. Era un hombre culto con todos los honores.
Y no lo digo porque
le haya hecho un examen o por repetir lo que otros ya han manifestado o el
mismo Julio ha hecho evidente.
Vino a Zamora a un mitin, y con ocasión de un libro dibujado
por Guarido, el actual Alcalde y escrito
por mi (El Terco de Zamora), en realidad un sencillo romance de ciegos basado
en el Cerco de Zamora, confesó que le apasionaba todo lo referente al
Romancero, y para pasmo de los que hacíamos la tertulia en ese momento, empezó
a recitar los versos referentes a la
“bien cercada”.
De
una inteligencia profunda.
Hoy día con ser
demócrata, para no equivocarte, y una inteligencia media, se puede ser alguien
en política.
Que la inteligencia
de Anguita era superior a la medía, e insuperable para los mediocres, lo sabe
todo el mundo; pero de nuevo busco un punto de apoyo concreto que lo rememora.
En el Otoño de 1999
el PSOE de Felipe González (nada que ver con el de ahora) hacia las veces de la
derecha civilizada que no tenia España (y que sigue sin tener).
En ese plan, su
sucursal en Barcelona, el PSC, convoca una comida con empresarios a 100.000
pesetas el cubierto (600 €) para recaudar fondos, que resultó ser un súper
éxito.
Que un partido de
izquierdas se financiara así (dado que se supone que el empresariado pensaba
que recuperaría lo invertido) nos pareció grotesco en IU Zamora.
En consecuencia para
denunciar el tema, en esos días el PSOE estaba en la otra orilla, organizamos un comida del mismo tipo y al
mismo precio por el menú del día (6 €). Es decir cada empresario que acudiera
pagaría 600 € y nosotros, amen de la comida de 6€, les dábamos un programa
electoral.
La convocatoria irónica
se redactó tan bien (en base a las innumerables ventajas que tendría para los
empresarios zamoranos votar a IU en las Generales) que la CEOE - Cepyme de
España llamó a su homóloga de Zamora
prohibiendo taxativamente que ninguno de sus afiliados acudiera a tal acto de
IU.
Pero no quedó ahí la
cosa, resulta que la SER nacional también se creyó la convocatoria a pies
juntillas (es decir se creyó, como la CEOE, que pensábamos en que iba a ir
algún empresario), y el día de la comida de marras, llaman a Julio Anguita a
las 8 de la mañana, para preguntarle qué
piensa de dicho asunto.
No recuerdo de qué
manera solventó el asunto, pero teniendo en cuenta que él no sabía nada y que
le querían tender una trampa, hay que destacar que su respuesta y conducta fue
de una inteligencia brillante.
Inteligencia que se
prolongó hasta el punto de que nunca reprochó, o censuró, o sacó el tema a
colación. Su mente abierta y respeto democrático a todos los ámbitos de IU
hablan de un gran capitán.
Por cierto, el acto
de IU de Zamora, gracias a que no acudió ningún empresario, permitió
ridiculizar y denunciar lo peligroso de la simbiosis de empresariado y un solo partido
político.
Pasados muchos años,
en el 2016, Julio Anguita visitó Zamora de incognito durante unas horas para
ver la célebre procesión de las Capas de la famosa Semana Santa de aquí.
Pasaba temporadas en
Ciudad Rodrigo (ciudad de la que creo era su compañera, que en el entierro,
desconsolada, tocaba su ataúd y aplaudía su cariño), y como esa localidad está
cerca y Zamora acababa de ser la segunda capital de provincias que tenía
Alcalde de IU, cómo lo tuvo la primera su Córdoba querida en su persona, tal
vez eso influyó en tan rápida visita.
Política.
El camino que el marcó es el único sensato.
Antes del Estado de
Alarma con motivo del covid 19, se celebró en Zamora una asamblea de los
comunistas de la provincia. Se trataba de analizar el rumbo del PCE.
Como con los compas
de aquí estoy en minoría absoluta me limité a estar callado, hasta el punto de
que el camarada que llevaba la reunión me dijo “¿Qué opinas, di algo?”.
Pues bien, lo digo
ahora, este recordar los méritos de Anguita obliga a recordar su diáfana y
acertada postura en lo referente a qué hay que hacer para poder transformar la
sociedad (meta única de todos nosotros).
Cambiar las cosas no
es fácil, no basta tener razón, hace falta tener fuerza o poder. En ese sentido Julio Anguita
se afilió al partido comunista para crear una herramienta transformadora con
más potencia que su sola figura (como hemos hecho todos los que nos afiliamos).
Pero hecho esto
resulta que el PCE, lejos de crecer, disminuyó en sus apoyos internos y
externos. En consecuencia Anguita y otros compas del momento, año 1984, idean
el crear un movimiento político y social que se llamaría Izquierda Unida. Cuya
intención era aglutinar a todas las fuerzas y personas que quisieran
transformar la sociedad, programa a programa, pero que no analizaban los
acontecimientos desde una perspectiva marxista.
La idea triunfó en
si, pero sólo y únicamente fue cuando Anguita era su líder cuando obtuvo unos
resultados importantes. Después empezó a menguar con altibajos.
A todo esto emerge
otro partido a la izquierda del PSOE, hijo de la cólera de los indignados. Ante
este suceso, Anguita y la mayoría de IU y del PCE, cosa que se sabe porque se
nos consultó, opta por la postura más práctica e inteligente, unir fuerzas,
unir esfuerzos.
Nace lo que ahora
conocemos como “UNIDAS Podemos”. Con el único defecto de que Julio Anguita no
puede ser el candidato a la presidencia del Gobierno de España.
Anguita fue grande
por sí mismo y sobre todo por las ideas que defendía. Así que si tanto le
admiramos, y estamos en su órbita, continuemos en la lucha, en su lucha. La de
un hombre revolucionario.
Paco
Molina. Zamora. 19 de Mayo del 2020
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