MATEMÁTICAS.
GOTA MALAYA Y PODER JUDICIAL.
Queridos miembros
del Poder Judicial o de quienes por razón de su cargo les corresponda actuar en
el caso de acoso al matrimonio Iglesias Montero y sus 3 hijos (a la sazón
ministros del Reino de España).
Créanme que les
comprendo cuando su inacción se debe sin duda a que los acosadores no realizan
actos prohibidos por la Ley. Incluso discrepo de aquellos que dicen que ustedes
están prevaricando al hacerse los locos contra un acoso de libro.
Es decir que
entiendo que la ley es la ley y si yo voy mañana a las inmediaciones de la casa
de Don Pablo Iglesias y Doña Irene Montero, y me pongo a gritar Viva España y Viva
el Rey, e incluso si para no quedarme afónico pongo un disco de Manolo Escobar,
no estoy haciendo absolutamente nada malo conforme a las leyes españolas.
Ahora bien, me
parece que ustedes no han reparado en el carácter matemático del asunto. Se lo
explico. Hay una ley de la naturaleza, de la física, que dice que la cantidad deviene
en cualidad.
Ejemplo: una gota de
agua puede ser una lágrima, muchas un vaso de agua, millones una bañera
dispuesta para el baño, trillones un rio, infinitas un océano.
Pero sigamos. Puede
que eso ya lo supieran pero que aún así consideren, porque son de letras, que
la suma de cosas inocuas dan una cosa inocua. E incluso puede que crean que la suma de cosas
buenas da como resultado una cosa buenísima.
Pues veamos. Esto ocurrió.
En torno a 1989 o 1991, la Universidad de Salamanca retiró determinados
estudios del Colegio Universitario de Zamora. Muchos estuvimos en contra y
luchamos para impedirlo. Por ello en la inauguración del curso correspondiente,
celebrado en el solemne Teatro de la Universidad Laboral, acudimos al acto,
como público, unos cuantos “disconformes” para protestar.
¿Cómo lo hicimos?
Muy sencillo, cada vez que habló alguien de la Universidad, y uno era el
Rector, le interrumpimos con aplausos y vítores.
Para que lo
comprendan mejor. Creo que la inauguración del año Judicial es un acto muy solemne al que incluso va el
Rey. Pues imaginen ahora que gente del público, cada vez que uno de ustedes
intente hablar, empiece a gritar Viva El Rey, Viva el Órgano de los Jueces,
viva España, arriba el Estado de Derecho, y demás loas al propio acto y sus
protagonistas.
¿Nadie iba a hacer
nada? ¿Nadie iba a deducir que aunque todo era normal e incluso digno de agradecer
(no hay mayor placer que oír que te aplauden) ahí se estaba buscando algo anómalo
y por lo tanto reprimible?
¡¡¡AH!!! ¿Que el ejemplo, y lo de Galapagar y lo de Asturias,
son cosas que están mal, que ustedes nunca las harían, pero que dichos actos no
se encuadran dentro del Código Penal?
Pues bien, vamos
ahora con la Gota Malaya, que por lo visto se trata de la Gota China, y no de
la Bota Malaya que es otra cosa.
La Gota China consiste
en un sencillo método de tortura basado en que a la víctima se le deja caer
sobre la frente una gota de agua cada 5 segundos. Es verdad que de entrada es
algo parecido al Cantando Bajo la Lluvia, pero ya ven. Es considerado un método de tortura por lo que pretende, que
confiese el torturado (que se rindan los ministros).
Así que ustedes
verán, pero permitir una gota de agua cada 5 segundos sobre una frente, o una
visita diaria ante un hogar para amedrentar o romper el sistema nervioso de una
familia, es una tortura, cosa que supongo si está en el código penal español de
la Transición.
Paco
Molina. Zamora 29 de agosto del 2020.
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