lunes, 22 de abril de 2024

Zamora: EMBELLEZCAMOS LO BELLO

 


Zamora: EMBELLEZCAMOS LO BELLO

La última noticia sobre la potenciación del casco artístico de Zamora es de lo más positiva. Se va a abrir  la parte posterior de la catedral para que ésta pueda ser rodeada con un paseo completo que ofrecerá nuevas perspectivas.

También fue noticia de hace meses que el Palacio Episcopal, en vez de casa del obispo, pasará a convertirse en un museo con características de tal.

Esta noticia nos permite poner sobre el papel la primera propuesta de hoy. Sabido es que hay museos que tienen una cafetería en su interior. Pues bien, parece que sería muy acertado para el negocio de promocionar la zona, que en el Museo del Palacio Episcopal, o aledaños, hubiera una cafetería que además permitiera acceder a los jardines de dicho palacio (el conocido como Huerto del Obispo), para verlos de pasada (porque son una pasada) o para tomarse un “agua bendita” (coktail de la casa).

Los jardines o Huerto  del Obispo son increíbles. Están a mitad de cota (altura) que los del Castillo. Ustedes los pueden ver asomándose desde la muralla, en la zona contigua al Palacio archicitado, mirando hacia abajo. El lugar es ideal hasta para celebrar bodas y primeras comuniones, amén de tertulias eternas sobre todo lo habido y por haber. Tómese nota de ello.

Aunque esa decisión depende de  los propietarios, la Iglesia Católica, vamos ahora con una segunda propuesta que incumbe únicamente al Ayuntamiento.

El callejero en Zamora es el de una ciudad que se considera a sí misma, pobre. Son unas hojalatas, con fondo azul o crema, que ponen  “Calle de….”.

Aceptémoslo para el resto de la ciudad, pero en el casco artístico o antiguo o monumental, esa señalización es una aberración.

¿Y cuál sería la alternativa?

Ya está descubierta y seguramente ustedes la han visto y disfrutado en otras ciudades en su zona noble. Se trata de anunciar el nombre de la calle, o el lugar, o incluso algún detalle histórico, con un callejero en cerámica (con murales de azulejos).

La diferencia es abismal. Para comprobarlo les sugiero que se den un paseo hasta la Calle de San Isidoro (que está en la Rúa de los Notarios, muy cerca de la Catedral).

Este callejón, que conduce a la ermita de San Isidoro, tiene en su inicio un cartel de los de latón que  están por toda Zamora. Pero al final del mismo, al acabar, para sorpresa de todos, aparece el nombre de esa calle indicado con azulejos, que además de ser algo más noble es más vistoso y llamativo.

Esta mera observación nos indica que en Zamora ya se usó lo que aquí se propone. Pero con una ventaja para los tiempos actuales si se acepta el consejo.

Los murales de azulejos han dado un salto tan enorme que  se pueden hacer verdaderas obras de arte con ellos (actualmente la variedad cromática y los tonos metalizados son infinitos).

Además, en Zamora ya existió, hace 100 años, una industria de este material en el barrio de Olivares, entre otras cosas porque el callejero de la ciudad se hizo en cerámica por aquellas épocas. A parte de que nos consta que existen actualmente verdaderos expertos en la provincia.

En definitiva, mientras se buscan presupuestos  (el ir calle a calle hace todo asequible) nuestros brillantes historiadores deberían ir haciendo un listado de qué poner en esos murales de azulejos, del personaje, la zona y la leyenda.

Algo tan  sencillo y asequible embellecería la Zamora que va de la Plaza Mayor a la catedral sin tener que esperar a los negocios especulativos de la zona.

Paco Molina Zamora. Zamora 22 de Abril del 2024  

No hay comentarios:

Publicar un comentario