IL PERÍCOLO
Nº 1
-Peromato, ¿has oído lo de que ya
es primavera en el Corte Inglés?
-Il perícolo número uno, ¡la
donna!
-Veo que si. ¿Y sabes qué
significa?
-El peligro número uno: ¡la
mujer!
-Tío, qué bien traduces.
-Sí, Gobierna, sí. ¿Y?
-Esa es una canción popular
italiana y no hay que olvidar que la música del pueblo encierra mucha
filosofía.
-Ya lo creo. Y esta filosofía
habla de los peligrosa que es la mujer .
-Y yo te quiero hablar de la
recia Semana Santa zamorana.
-¿De la nueva Semana Santa con
mujeres en todas las procesiones?
-Incluso de cargadoras.
-¿De las que van debajo de los
pasos cargando con la pasión entera?.
-Si, también las mujeres podrán
ser cargadoras.
-Y tú sospechas que como las
mujeres son el peligro número uno para los machos ¿pueden cargarse las mujeres
la semana de la mejor Zamora?
-No, ni hablar, quíá. No hay
peligro por ahí, porque la mujer está consiguiendo la igualdad con el hombre
haciéndose ella hombre.
-Hombre. Querrás decir adoptando
ella los derechos del hombre-hombre, y renunciando a los suyos de mujer-mujer.
-Si, fíjate, en la lucha por la
igualdad podría haberse logrado, en el campo de la guerra, haciendo que los
hombres tuvieran los mismos derechos que ahí tenían las mujeres.
-Pues bien pensado tienes razón,
que vosotras teníais el derecho a no formar parte de los ejércitos y los machos
no.
-Exacto. Y bastaba con haber
conseguido que los hombres no pudieran ser militares para que hombres y mujeres
fueran todos iguales en derechos, y no como se hizo que se cogió la peor
versión de la igualdad.
-Pero no habría ejércitos.
-Pues qué tragedia.
-Entonces según tú, la mujer ya
no es un peligro público nº 1 para nadie y en consecuencia la Semana Santa
seguirá siendo santa.
-Pues claro, hombre, claro. Si lo
dijeron hasta los de Jarcha, cuando cantaban “Libertad Sin Ira” hace ya 30
años, “aquí somos muy obedientes hasta en la cama”.
-Todo esto es parecido a lo de la
esclavitud.
-Ahora si que me he perdido.
-Pues que la esclavitud fue
abolida cuando dejó de ser rentable.
-¿Y no pintaron nada los que
lucharon contra ella?
-Sí pitaron, pero el fruto sólo
cae cuando ya está maduro.
-Bueno, bien pensado, razón
tienes, porque el dueño del esclavo le tenía que mantener hasta que muriera y
eso era como si le pagase la jubilación el emprendedor al obrero.
-Y las contingencias comunes, que
cuando estaba enfermo el esclavo le mantenía el amo e incluso se preocupaba
para que sanara y no perder aquella máquina de crear riqueza.
-Mientras que ahora la clase
obrera, se tiene que auto mantener lo suficiente como para que seguir sana,
disfrutar y consumir sin parar.
-Pero sin pasarse.
-Claro, sin pasarse que es como
pasan las cosas.
-Entonces esto de las mujeres
procesionando…
-Pues que las mujeres quieren ser
como los hombres porque los hombres, esos sí que saben.
.-Pues que aburrimiento. FRANCISCO MOLINA
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