EL
EVANGELIO SEGÚN MAHOMA
Si aún no han tenido
la suerte de leer el libro de Saramago titulado “El Evangelio según Jesucristo”,
se lo recomiendo encarecidamente. Es algo soberbio.
En este libro hay un
momento en que dos personajes, creo recordar que Dios y el Demonio, están
discutiendo y le dice el Diablo al Sumo Hacedor “que para qué caray sacrificó a
su hijo- Cristo - con el fin de salvar al género humano, si al final las cosas
no sólo no mejoraron sino que incluso después fueron peor, pues a las guerras
que ya había se añadieron las declaradas en nombre de la Fe cristiana”.
A lo cual le
contesta Dios, más o menos, (ya digo que hablo de memoria) “que no se trataba de otra cosa, con el sacrificio del propio hijo, que
de alcanzar notoriedad, pues lo importante para una religión es que se hable de
ella, para que así pueda existir su Dios (ya que sólo existe aquello de lo que
se habla)”.
Y qué cosa más
llamativa que eso de que un dios envíe a la carne de su carne a este mundo para
que muera por todos, crucificado. ¿Existe mayor acto publicitario?
Bueno, pues lo que está
ocurriendo con el islam es realmente llamativo. No es que yo crea en los
horóscopos y eso de la supuesta confluencia de dos o tres astros que propician
situaciones buenas o malas, pero si hay que reconocer que existe el “horóscopo político”
según el cual si ocurre que se producen a veces confluencias, si no de planetas,
si de mandamases especialmente nefastos o negativos o incluso irresponsables en
grado sumo.
Y cuando se dan
estas circunstancias las cosas que ya iban mal, empeoran, y las que iban bien,
naufragan.
Este es el caso de
la Guerra de Irak. Resulta que como enviamos a los occidentales a morir y matar
por petróleo y otros negocios, y eso suena feo, se dice que es una cruzada
contra el terrorismo.
Pero resulta que ese
terrorismo luego nos lo señalan como el de Bin Laden –fanático musulmán-: y
resulta también que hubo que atacar Afganistán - territorio especialmente
mahometano- y la masacre del pueblo Palestino continúa –parias moros contra
rostro/pálidos-
Y claro todo esto
parece señalar al Islam como el enemigo a batir.
Ante esa sensación
ya podemos decir aquí que si tal y que si cual, porque mientras, los poderoso
de allí, que son como los de aquí, tiene que mentir también a su pueblo para
que, engañado, siga matando y dejándose matar.
La mentira de los
que allí mandan consiste en hacerles creer a los suyos que los infieles
(nosotros) han emprendido una guerra de religión contra ellos.
Lo cual es fácil que
cuele, máxime cuando aquí ha colado que estamos allí, jugándonos la vida (de
otros) para luchar contra el demonio/terrorista.
Y la mala cabeza de nuestros
jefes está en que han olvidado que toda ocupación históricamente acabó mal, y
que encima están dando una publicidad desmesurada a favor de una religión, que
si como todas obnubila, allí, encima, crea combatiente suicidas.
Imposible vencer en
una lucha contra guerreros acostumbrados a la miseria y a quienes no les importa
morir por su Dios. Y si vamos a perder la guerra, cuanto antes regresen los
soldados y sus oficiales menos muertes y sufrimientos habrá.
Si será cierto que esa
guerra se pierde que los zamoranos (a pesar de ser especialmente pacíficos) ya hemos largado de nuestras
tierras ocupadas a los invasores romanos, árabes, portugueses y franceses.
Si no regresan
nuestras tropas ya, podremos vivir un funeral continuo durante mucho tiempo, y
encima para nada que beneficie a la gente sencilla, y si todo lo contrario,
pues ella pone el valor y los muertos.
Paco Molina. Año 2000
y poco pico
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