Molimazo
“Molimazo” (del zamorano <> del
madrileño <>, del castellano << martillo grande,
firme, indeleble…>>, del madrileño <> del sufijo
aumentativo <> y del por que a mi me da la gana <>.
Molina mola, Molina mola mazo, Molina Zamora y así, desambiguando el palabro, le doy una idea al rapero zamorano Christian Mulas para que a ritmo de hip-hop le dedique unos versos a contratiempo al héroe de la jornada electoral a nivel nacional. Pilla primo Mulas, que de ésta la petas más que con el rap “Dedicado a Zamora” que más que un rap parece una marcha de Semana Santa encargada por el PP, apunta nen.
Molimazo, sin duda una palabra para guardar en la historia de Zamora capital. Y ¿porqué Molimazo?
Todos lo sabéis, el domingo 24 Paco Molina I de Zamora pegó un mazazo en el Alto los Curas que tembló Olivares. Tal fue el golpe, que el mismo Viriato giró la mano y amaneció y amenazó el lunes por la mañana, con el puño en alto mirando de reojo a la Diputación, con el carnero cantando el ¡a por Ellos oé! Sí ya lo sé, Molina no se presentaba sino Francisco Guarido, pero en Zamora nos conocemos todos, y todos sabemos que Molina es a IU lo que Dios a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo, Espíritu Santo, I y punto.
De todos los zamoranos de derechas, izquierdas y apolíticos solo dos personas han sufrido el mazazo: por motivos obvios clara de bote y por otro lado servidor. Sí, antes de que cantara el gallo por primera vez el lunes, toda la derecha zamorana ya renegaba de la del sofá, como Pedro renegó tres veces de Jesucristo, jurando por Dios y por Anguita que habían votado todos a Molina. Nunca una victoria ha sido tan humillante para el vencedor ni una derrota tan dulce para un perdedor. Fue fácil sentarse en un sofá en la calle a chatear con los zamoranos como quien se sienta a ver la tele. Poco le gustó a la ciudadanía zamorana que cansada de tanto escaparate, dijeron que Zamora no es de sofá, sino de taburete y al sofá de casa te vas que la butaca central no pillarás, que para clara y santa, ya tenemos una calle.
Servidor, tiene que reconocer que había infravalorado a los zamoranos, ni por el asomo me esperaba un Molimazo así, sino cuatro años, como poco, de claridad sin ver la luz. Con mi escritorio repleto de artículos ya pre-escritos con lo mismo de siempre, con un contrato millonario para escribir la “Concejalía del Tiempo”, un “best seller” en el cual la alcaldesa en funciones, tras recibir un chivatazo de un viajero del tiempo, manda a una patrulla de aguaciles a los años mozos de Molina.
Desvelo un poco más de la trama: Molina estudiaba matemáticas y los aguaciles tenían que convencerle que se metiese a cura para evitar que entrase en IU y ganase las elecciones en el 2015… y va el Molina con un par, revienta las urnas y ¡me fastidia el libreto! ¿Sería una premonición? Quien sabe. Pero como la historia se cuenta de los vencedores y no de los vencidos y aunque haya tenido que romper el contrato por falta de historia original, pues Molina se lo ha ganado.
El domingo por la noche, las redes sociales de los zamoranos se bloqueaban: #YotambienvoteaMolina, #yofuiaclaseconMolina, #mesuspendioMolinaylevote, #nieltoropilloaMolinete y #Molinazo era los “trending topics” más repetidos en la red. ¿Quien no votó el domingo a Molina? Se ha abierto una plataforma ciudadana ante la Junta Electoral, por la cantidad de personas, que votando al PP, quieren que se les cambie el voto ¡todos votamos a Molina! ¿Molina y yo? de toda la vida ¡Grande Molina! que en lo que vas de Concejal has casado a más hijos de peperos de buen rollo que el propio Obispo ¿Quién no le debe algo a Molina? Si hasta en el bar el Lobo, esta mañana cantaban los pinchos con rintintín y en lugar del clásico “dos que si y uno que no” se oía –uno que piiiica y otro que se piiiica– y muchas otras anécdotas divertidas en lo que ha sido la mañana más alegre que se conoce en la capital desde que los moros tomaron dirección sur por la Ruta de la Plata, que me lo ha chivado mi amiga Modes.
También es cierto que durante tres décadas, cuando todos se dieron el piro, Paco aguantó el tirón y pan no se si recibió, pero tortas se las llevó todas. Tanta colleja pilló Molina, que los más jóvenes de la capital no saben si el I.E.S. María de Molina lleva el nombre por la Reina consorte o por las galletas que se comió Paco, quien, con más moral que el Alcoyano y su sonrisa por bandera, aguantó a contramarea, lo que no aguanta un humano y si bien más tarde que temprano, sale el sol por Antequera, la chulería de la casta pepera, se la pasó por el badano… ¡aprende Christian!
Cierto es que todos esperábamos ver a la Diputación algún día con la camiseta roja en vez del casposo maillot azul (premio a la escalada) que se le ha pegado como una lapa al antiguo Hospital de la Encarnación. Si es que yo no quiero, no quiero pero la mano me tienta y no me puedo contener…
Pero Paco I, hombre de principios, decidió dejar la política en activo a los 69. Siempre lo tubo claro, antes dejo de follar que tragarme una pastilla azul ¡Ay Molina! si te pilla esta victoria en tus años jóvenes y con lo que te va a ti la juerga, te pones morado. Y hablando de morado, a clara de bote ya la convenciste, de hecho se comenta que fue quien soltó: ¡Molinazo! me la metiste doblada en el sofá; pero a mi no me la cuelas tan fácil. Ahora que el pepeismo mas radical se ha atrincherado en mi Aliste del alma, y sin ser yo de izquierdas ni de derechas ni del medio, lo tienes fácil para convencerme: si el día de San Pedro, durante la procesión, la bandera tricolor ondea en el centro de las astas de la Casa de Panaderas, aún siendo yo de la Rojigualda, me rindo ante vos
No tienes güevos ¡Molinazo!
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