CAUTIVO
Y DESARMADO EL EJÉRCITO AZUL.
Los concejales del
PP en el Ayuntamiento de Zamora están, a todos los efectos, abandonados de la
mano de Dios, e incluso de la mano de su partido (por más que venga el brazo
izquierdo del PP Rajoyano, Sr. Martínez-Maíllo, a consolarlos y organizarlos a
lo Barrios).
Y no es de extrañar.
Dios en la medida en
que es infinitamente inteligente (lo mismo que el PP) no es partidario de las
causas perdidas, y tratar de desgastar al Alcalde Guarido para recuperar la
Alcaldía, lo es.
Como los
guerrilleros que luchan con las armas que le arrebatan al ejército regular
enemigo, el Equipo de Gobierno, capitaneado por el Sr. Guarido, se está limitando
a aplicar la Ley Montoro a tope (desaparición de la deuda) y a ejecutar, en
servicios y en edificios, lo que el PP dejó planificado o por hacer.
Eso, unido a una
gestión diaria eficaz (olé los concejales con tareas), dan como consecuencia un
programa de gobierno tan sobrio que lo podría aplicar cualquier otro partido
(incluido el PP del futuro si es que cambian).
Tampoco tienen los
concejales del PP aliados en la sombra, pues es frecuente, incluso entre
constructores (algunos de alcurnia), oírles aprobar con sobresaliente la
política del Sr. Alcalde.
Que haya algún
descontento ocasional, causa de los inevitables roces del funcionamiento de una
maquinaria tan grande, no es cantidad suficiente como para contrarrestar la
identificación, incluso física, que se produce entre clase obrera y su persona (la del edil).
Está pues el PP sin
argumentos, ya que ni el clavo ardiendo de agarrarse al “NO juramento del
Silencio” (con el Obispo viendo más puro que no haya en dicho acto, políticos)
les ha servido.
Encima el Alcalde no
es comunista (en IU hay de todo) lo que, aunque al pueblo parecía tenerle sin
cuidado, va a hacer que sectores del todo Zamora y de toda Zamora, incrementen
sus apoyos a alguien que ven de los suyos (un Alcalde como hay que ser).
Que los concejales
no adscritos (procedentes del PSOE) y los de Ciudadanos, estén votando sin
mácula las propuestas del Equipo de Gobierno, no los convierte en palmeros del
Alcalde, si no en políticos consecuentes.
Si se opusieran tontamente
a lo que quiere la gente, para ellos sería peor que apoyarlo. Así les queda una
esperanza, lo otro sería la muerte súbita.
Y esto es tan así,
que los concejales del PP, en vez de no rechistar que es lo que les pide su cerebro
gris, como lo tienen que hacer por obligación (hablar por hablar) están tan
abatidos que ha tenido que venir su Padrino Político (Don Fernando Martínez Maillo
Toribio) a animarles.
Pero ya pueden tener
cien “vis a vis”, el Grande de España y su ejército aquí, que cautivo y desarmado
el ejército azul, Zamora emprendió otro camino municipal.
Paco
Molina. Zamora. 2 de Enero del 2017
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