LAS
COLETAS DE PABLO IGLESIAS (el de Podemos).
Afirma Agustín
García Calvo (insuperado pensador zamorano. Ver Google) que cada uno de nosotros,
por culpa del sistema social en el que vivimos, estamos condenados a cargar, de
por vida, con la cruz de “nuestra personalidad”.
Es decir al que le dicen
que es, o se cree gracioso, ha de vivir haciendo gracias, y al que le
consideran o se considera serio, ha de vivir haciendo desgracias. El que se considera
listillo como listillo; etc. y así sucesivamente.
“Yo es que soy muy
mío” dice la gente, y hala, a cargar con la cruz de esa personalidad que Dios
te dio y que te parece tan fetén. “Como yo no hay ninguno”.
Llegados aquí vamos
a centrarnos en Pablo Iglesias (líder de Podemos y del terremoto anti-biRRepartidismo).
La ascensión de Don
Pablo Iglesias al Olimpo de la fama se debió a dos cuestiones:
1ª.- Él emerge entre
la Clase Política, porque en los programas de televisión (empezó en canales de pura
derecha a los que le llevaban como una barraca de feria) se mostró lúcido y
valiente (como no tenía partido no calibraba los votos); y no sólo denunció que
el país estaba secuestrado por una casta política, sino que rechazaba el pago a
ciegas de una deuda impagable, apostaba por nacionalizar (hacer de todos) la
banca y las empresas de servicios básicos, y defendía la implantación de una
Renta Universal Básica Individual (la RUBÍ la bautizo yo). También estaba por
bajar el sueldo a los políticos.
Este contundente
programa político es el que le dio prestigio (la gente quería eso) y le hizo
ser odiado. como dios manda.
2ª.- Se le
identificó fácilmente, corriendo su fama como un reguero de pólvora, porque
usaba (y usa) coleta, y la gente decía: “¿Has visto lo que dice Pablo Iglesias,
si, si, ese de la coleta, es macanudo?”.
Esa curiosidad capilar
pasa a formar parte de su personalidad y tanto que sus enemigos le llaman
despectivamente el Coletas.
Llegados aquí,
podemos decir que Pablo Iglesias tiene dos coletas que le hicieron famoso, o
que constituyen su personalidad.
Una coleta es la que
se hace con el pelo (la obvia y evidente), y la otra sería lo que podríamos llamar
su Programa Político Rompedor (el mencionado ahí arriba), a la que llamaremos
su Coleta Política.
Volvamos ahora con
el comienzo de este escrito, en el que defendemos la tesis de Agustín García
Calvo de que “cada uno de nosotros
cargamos de por vida con la cruz de nuestra personalidad”.
Y analicemos, el
asunto en el caso de Pablo Iglesias.
Es obvio que éste
compa tiene un problema con su coleta física (la del pelo) pues ya forma parte
de su personalidad y por tanto tiene que cargar con esa cruz.
El Sr. Iglesias está
obligado a llevar siempre coleta ya que tal adminículo forma parte de su ser. Y
si alguna vez se la corta, se estaría cortando algo más trascendente de lo que
parece.
Luego no es libre en
ese asunto. Esa es su cruz. Por fuerza debe pensar. “¿Qué pasa si me corto la
coleta? ¿Repercutiría políticamente la nueva imagen? ¿Me beneficiaria o no?”.
Esclavo de su personalidad
capilar (¡qué cruz Dios!), lo cierto es que fue su osadía política lo que gustó
y no su peinado.
Y sin embargo,
aquella osadía suya (la coleta política, su Programa Político Rompedor) si
parece que se la ha cortado (o se la han cortado), estando por dilucidar si no
le pasará a él (como ya le pasó a otras izquierdas) que cortada la melena, les ocurrió como a Sansón, que pierdan la fuerza.
Pablo ahora sigue
saliendo en la tele, pero no por aquello que tenía y cautivaba, sino porque es cautivo
del sentido común partidista (maldición que a la izquierda se le presenta de
cuando en cuando, como una especie de Dalila- la que le cortó la melena a
Sansón).
El sentido común, el
sentido de responsabilidad, el sentido de gobernabilidad, es la trampa en la
que cae la izquierda revolucionante, cuando pone un ojo en una nueva sociedad y
el otro en cómo no perder votos.
Es decir cuando se
pasa a comulgar con la rueda de molino de que “lo bueno es malo”.
Pero ¿por qué invito
a reflexionar sobre esto si yo no soy de Podemos, y allá Pablo Iglesias con su
coleta?.
Pues porque soy de
IU, y de esa mucha gente que lleva siglos empujando contra el muro de las injusticas
sociales, y descubre una y otra vez que sólo empuja el muro de las
lamentaciones generales.
Y para esa izquierda
y gente indignada (millones como se ha visto tras el 15M) la cruz con la que
hay que cargar es la de las propuestas valientes, la coleta política que
encumbró a Pablo Iglesias, la coleta del Programa Político Rompedor (que además
era en el fondo, la maqueta de la Revolución siempre soñada por nosotros).
Los programas que autodenominamos
creíbles y realistas, no dan confianza al pueblo y sin embargo si dan votos al “pero
si en el fondo estamos en el mejor de los mundos” (como se ha visto democráticamente).
Con la cruz de un
programa valiente, podrás tener una, dos y tres caídas, pero acabará apareciendo
el Cirineo de las necesidades sociales, a ayudar a culminar la Pasión (la
muerte del partido y la resurrección de las gentes).
Además, si el mero
hecho de gobernar derechiza el programa electoral, es evidente que cuanto más
insulso sea éste más conservadora será la gestión del gobernante (de llegar a serlo).
Por tanto, los que estamos
a la izquierda de Podemos, debemos defender (dentro de Unidos Podemos si ahí seguimos,
y fuera si fuera) y ante la sociedad, el
Programa Político Rompedor que dio fama a su líder.
Resumiendo: ya que
Podemos se cortó la coleta política, hagámonos los demás un postizo con ella, o
nos lucirá el pelo.
Paco Molina. Zamora.
13 de Enero del 2017.
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