EL
CORRALITO DE LAS PENSIONES O LA
TRAMPA DEL PACTO DE TOLEDO.
Defender las pensiones
y mitificar el Pacto de Toledo son dos mensajes con trampa. Puro veneno contra
los jubilados.
No te fíes de quien
dice defender el sistema de pensiones, porque lo que te va a decir a
continuación es que, para garantizarlas, habrá que bajarlas (ya que no hay
dinero para más).
Eso es una burla
porque evidentemente, poniendo las pensiones a 1 € al mes por jubilado, ya
están consolidadas por los siglos de los siglos, amen.
Contra esto, lo que hay
que pedir son unas pensiones dignas (la mínima a 1.000 €).
Pero vamos contra la
filosofía del Pacto de Toledo.
Este acuerdo, tan
querido, amado y defendido por los partidos de derechas (llamados así porque
son el brazo derecho de la Banca y los Poderosos) tiene un primer y único
mandamiento: Que los trabajadores se mantengan a sí mismos.
O dicho mejor, que
nadie moleste a la Clase de los Ricos con esta tontería de las pensiones (que
no es otra cosa que mantener a los que ya no se les puede explotar).
Verifiquemos lo
dicho: Si la vida de un ciudadano que no es de la Clase Rica (vulgo trabajador),
es de 25 años formándose, 40 trabajando y 20 jubilado.
Y vemos que los 25
primeros depende de sus padres (que viven de trabajar); los 40 siguientes vive
trabajando, o sea produciendo más de lo que cobra (plusvalía que se queda el patrón).
Y encima, los 20 de
sosiego y merecido reposo (jubilación) los tiene que vivir gracias al único
sacrificio de su clase (con sus cotizaciones a la Seguridad Social) se ve que
el vía crucis de cada trabajador (y de todos en conjunto) es de aúpa (una injusticia
social insoportable).
Porque hasta ahora
las pensiones se han pagado con las cotizaciones que han hecho los trabajadores
(y presuntamente los empresarios-otro día veremos que no-) descontándoseles del
sueldo del obrero.
Por tanto este
criterio (que los esclavos salgan gratis) hay que enterrarlo. Aceptemos (de
momento) que en el sistema capitalista
el trabajador deba vivir todo un vía crucis (subida al Calvario) pero que al
menos, como en toda pasión, que haya un Cirineo que le ayude a llevar la cruz.
Y ese Cirineo tiene
que ser la Clase Rica, dejándose subir los impuestos directos (El IRPF sobre
sus ganancias anuales).
Es decir, estando
bien el sistema de financiación actual de las pensiones (cualquiera se fía de los
ricos), compleméntense, con los presupuestos Generales del Estado, cuando no sea
suficiente.
Actualmente hay en
España (redondeando) 9 millones de pensionistas, que consumen al mes, 9.000
millones de euros.
De momento, el
dinero que falta (el déficit respecto a lo que se recauda por cotizaciones) es,
casualmente, justo el que corresponde a las dos pagas extras anuales (la de
Julio y la de Diciembre, de 9.000 millones cada una).
El Gobierno del PP
(y sus monaguillos) quiere arreglarlo, no como un Cirineo que ayuda al Cristo a
llevar su cruz, sino haciendo lo contrario: zancandilleando a la Clase Obrera
(y generar así un negocio para la Banca).
Congelar las pensiones
actuales (el 0,25 lo es) va a llevar al desastre a la cuarta parte de los
españoles en brevísimo plazo.
Un sadismo que
encima no tiene en cuenta que un jubilado o jubilada, aunque no trabaje para un
empresario, cumple un papel social importante, el de Consumidor, Recadero y
Abuelo Canguro. Amén de ser un colectivo protector de familias enteras.
Quede hoy claro que el
Gobierno miente cuando dice que le gustaría poder subir más las pensiones pero que
no hay dinero.
Haylo, y está en el
bolsillo de los ricos, pero se está, precisamente, tratando de pasar un negocio
inconmensurable a favor de los Poderosos
y Banqueros, bajo la fórmula de las pensiones privadas.
Este sacrificio no
hay por qué aceptarlo. En una democracia
quien tiene la fuerza debe de imponerla. Manifestaciones, votos y bastones,
son buenas razones.
Próximos capítulos: “Los
empresarios no cotizan”, y “Cada obrero solo necesita 1, 25 obreros que coticen
para él”.
Paco
Molina. Zamora. 3 de Marzo del 2018
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