EL
CUENTO POLACO
Lo peor no es lo que
ha ocurrido en Polonia, sino que eso es lo que nos puede pasar a todos, porque:
¿Qué ocurriría si
todos los trabajadores, profesionales, campesinos e intelectuales, se integraran
en un gigantesco y único sindicato?
¿Qué ocurriría si la
Iglesia se pusiera, con sus poderosos medios materiales (Vaticano) y
espirituales (Evangelios) a apoyar a esas inmensas masas de personas en sus
reivindicaciones?
¿Qué ocurriría si
una de las reivindicaciones fuera la autogestión de las empresas y la capacidad
para poner o quitar capataces, directivos o demás correas de transmisión del
empresario?
¿Qué ocurriría si
decidieran que la jornada de trabajo se redujera en por ejemplo 5 horas, o en
un día completo, para acabar con el paro, y aplicaran su decisión?
¿Qué ocurriría si en
cada lugar que ha caído un obrero hubiera que levantar un monumento?
¿Qué ocurriría si
pidieran acceso directo a los medios de comunicación, especialmente TV?
¿Qué ocurriría si
pidieran que se cumpla, en el Caso de España, la Constitución?
Pues eso también creo
yo.
Paco
Molina. Zamora. Cuando el sindicato Solidarnosc y Lech Walesa en POLONIA.
Comienzos de la década de los 80 del S. XX
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