domingo, 7 de julio de 2019

JUVENAL GIL ALONSO Y MERCEDES CASTRO MELERO



JUVENAL  GIL  ALONSO Y  MERCEDES CASTRO MELERO.

Juvinche: Juvenal, a lo largo de su vida ha tenido tantas parejas que por fuerza ha devenido en “aparejador”.

Y como tal, buen e importante aparejador, ha peritado magníficamente  los acontecimientos que se cruzaron en su camino y ha vivido una vida holgada y saludable (digna de admiración).

Aunque esto de la salud le haya dado algún quebradero de cabeza últimamente.

Pero sigamos. Dentro de esos deseos de aparejamiento (una constante en la vida de Juvinche), por alguna extraña razón que se nos escapa siempre se inclinó (y fue preferido) por  las extranjeras.

Hasta tal puto fue esa su afición que al final se nos casó con la que más le gustó (y la que más nos gusta). Con Mercedes.

Y es que Mercedes, sin duda alguna, reúne, entre sus cualidades básicas, amén de la belleza (evidente), la seducción (constatable), la inteligencia (prudente), la bondad (dulce) y el encanto (inimitable); reúne, decimos, también, una faceta fundamental para nuestro querido amigo…. Es extranjera (bueno, de Cataluña).

Juvínche es de pocas palabras (y por lo tanto reservado).

Una reserva espiritual que tal vez multiplique (y multiplicó) sus encantos, haciéndole aparecer ante las féminas como un tipo interesante (y ante nosotros como un amigo de pocas palabras al que hay que querer y al que queremos).

Esto no quita para que, como cualquiera de nosotros, no viva con una gran paradoja dentro.

Cuestión que nos ratifica una  anécdota dónde podemos ver que el amigo prudente y tímido puede transmutarse a la vez en valiente, osado y casi deshuesado. 

Pues corría el año de mil novecientos (vete tú a saber), y se le ocurrió a dos chavalines (uno él) colocar un cartón entre dos sillas, y caminar por encima de él como si fuera el Puente sobre el Rio Kwai.

Naturalmente el tortazo fue morrocotudo, y entonces, lo mismo que uno de nosotros posiblemente vio despertar su vocación de Ingeniero de Caminos a raíz de que su padre le hacía bajar del coche para verificar, con un palo, si los charcos ocultaban un bache o un socavón, fue sin duda un suceso como éste, el ver que los puentes cedían si estaban mal hechos, lo que inexorablemente despertó en Juvinche su interés por el peritaje de siniestros.

Juvenal, sabéis, tiene mil aficiones, y aunque es perfeccionista y debería dedicarse sólo a una, para perfeccionarla, es capaz de tener varias y disfrutarlas perfectamente.

Y así vemos, que fue (y es, según los casos) deportista,  patinador, fotógrafo, espeleólogo, representante de artistas (Ayh! Lucia Gil), artesano del cuero, fabricante de collares hippys. Etc.

Y sobre todas las cosas, fue, o es, que quien tuvo retuvo, submarinista.

Debiéndose hacer aquí una paradiña porque además de ser realmente submarinista, llegó  a tener un disfraz de hombre rana.

¿Y por qué esta fijación? Tal vez ni el mismo se lo haya preguntado, y menos ahora que recién jubilada Mercedes pueden irse, tantas veces como quieran, a la Ciudad Encantada de Cuenca (donde se conocieron y quedaron más “encantados” que la propia ciudad ).

Pero nosotros, como amigos, debemos ayudarnos los unos a los otros, en este caso a conocernos a nosotros mismo. “Conócete a ti mismo y te salvarás”, dice la máxima.

Y como hoy nos ha dado por el psicoanálisis desvelamos el misterio de la  afición por el submarinismo de Juvinche.

Corrían los felices años 50 (horror, del Siglo pasado), y con la intrepidez de la ignorancia, jugaban él y algún otro, a atar y desatar  somieres y colchones con eso que se usa para sujetar las cosas a la vaca del coche.

Con tan mala fortuna para Juvenal que el maldito “pulpo” (que así se llama el artilugio) se soltó, brusca, inopinada e incluso salvajemente, y le dio una dentellada en salva sea la parte.

Acto cruel, por parte del pulpo, que dejó huella.

Quedando pues claro por qué Juvinche se trasmutó en submarinista con arpón y todo.

Cuando se ha nacido en Zamora, y vivido la infancia en la calle de la Amargura, las amarguras no son amargas, pero si tu casa está encima de una carbonería, las calenturas si son calientes, ¡eh!. Juve. Pero bueno…..No sigamos por ahí.

En todo caso, que quede claro Mercedes y Juvenal, que todos vuestros amigos y amigas, no queremos otra cosa que la de siempre¡¡¡que sigáis siendo felices!!

Y que nos sigamos viendo para contagiarnos momentos buenos y resumiendo años estupendos.

Así que brindemos por Mercedes y Juvenal, para que siempre les vaya bien y a ser posible ¡¡¡genial.!!!

Paco Molina. Lerma. 6 de Julio del 2019, en nuestro tradicional encuentro de Las Edades del Hombre.



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