Amar
Por
supuesto que el amor es un sentimiento y por tanto algo individual, indefinible
e íntimo; pero creemos que no se peca de nada (y si se peca da lo mismo) si
afirmamos que los cimientos de un amor son los lazos afectivo-eróticos, y que
en este segundo aspecto (el erótico) el conocimiento sobre el placer, la genitalidad,
el erotismo, la seducción, en resumen el sexo, es bastante importante.
¿Se
afronta este aspecto de la vida en el sistema educativo?
La
respuesta a esta pregunta, estamos seguros, es un NO sin paliativos, y además,
Vd. convendrá en que ese NO, lo corroboran tirios y troyanos, derechas e
izquierdas, capuletos y montescos, y ello independientemente de que ese NO les
alegre o les entristezca.
Pero
no sólo es grave que se lave las manos en una faceta que
va ser tan importante y trascendente (estamos pensando en tantos embarazos no
queridos) en la vida de todos nosotros, sino que, para más INRI, la que pasa a
tomar las riendas en este tema es la sociedad, y ya sabemos que, cuando una
sociedad habla, utiliza el lenguaje y da las órdenes de la clase dominante.
Y
lo que se respira sobre este tema aún tabú, en las aulas, es algo subliminalmente
castrante (y en la mujer “clausurante”) ya que un niño-ideal no debe ni
mencionar el tema, y un adolescente-ideal debe preocuparse sólo de estudiar,
divertirse en grupo (pero no en el sentido de ORGÏA, por supuesto, sino en el
sentido de ) y practicar deportes (Lo de “mens sana in
córpore sano” se dice con claros ribetes de <>, y nunca como )
Si
se enamora uno a edad temprana, lloverán los consejos sobre que “lo que tienes
que hacer ahora es divertirte (¿pero cómo?) y no preocuparte de bobadas”.
Aunque
claro, esto es lógico porque como el amor en vez de un sentimiento se concibe
como CATAPULTA al matrimonio o nada, pues…
Vemos
entonces que, ante un aspecto esencial para la persona, como es el amor, el
Estado a través de su sistema educativo se despreocupa, pasando a ocupar su
sitio como , un sistema de valores frustrante, reaccionario,
triste, en definitiva, ABERRANTE.
¿Cómo
arreglar esto?
Para
empezar, y como hay gente que piensa que sobre este tema
y en parte tienen razón, creemos que el sistema educativo debe ser menos
exigente en instrucción para dejar paso a la vida-acción, ya que lo que se
TAPONA más pronto o más tarde circula, y encima convulsivamente. O sea que…menos
horas de sillas, menos horas de aula, menos horas de libros, ¡tiempo para vivir
sin que la vida tenga que ser furtiva!
También
creemos que la educación/formación/instrucción sexual debe figurar en los programas.
¿Como
asignatura, como seminario, como serie de conferencias? Da lo mismo, hay que empezar
y modificar lo que sea según indique la experiencia.
Órganos,
placer, anticoncepción, masturbación, etc, etc., son conceptos que deben
instalarse claramente entre los
conocimientos útiles de cualquier integrante de una sociedad que pretende estar
constituida como tal para mejorar la vida de sus miembros.
Tampoco
estaría de más la creación de una signatura (que tal vez complementaría la anterior)
en la que se leyeran pasajes especialmente hermosos, de libros o poemas, y en
la que se debatieran toda suerte de
temas que sugirieran los alumnos, relativos a sus sentimientos, o al mundo de las
relaciones entre personas, etc.
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