EL RETORNO QUE NOS PARIÓ

EL RETORNO QUE NOS PARIÓ

A veces la realidad es cruda, y ello obliga a que el lenguaje también lo sea. De ahí nuestro título.

Porque no nos negará que después de las vacaciones, que después del veraneo, no se siente uno como un recién nacido.

Si, tras unos días en que hemos sido como fetos en la barriga de la holganza, llega el momento en que un mal parto nos devuelve a la realidad.

Ese parto es el retorno, y las contracciones son las contracciones del bolsillo, que está sin gorda, como si también él hubiera roto la bolsa de las aguas.

En estos días el retorno ataca sin piedad, y hasta los que vuelven de nalgas, vuelven.

Vuelven a encontrarse con el recibo del teléfono.

Vuelven a encontrarse con la vecina que les gusta (que por cierto soís vos)

Vuelven a encontrarse con que  han subido los libros del cole.

Vuelven a encontrarse con que la suegra les dice lo que tiene que hacer para que su hijo (de usted) prefiera estudiar a ir a la discoteca.

Vuelven a encontrarse con que su peor enemigo ha ido de vacaciones a un sitio mejor.

Vuelven a encontrarse con la persiana rota.

Vuelven a encontrarse con ese jefe que tiene lo que se merece e incluso lo que no se merece.

Vuelven  encontrarse con esa quiniela mágica que lo resolverá todo.

Vuelven a encontrarse con esos políticos, que a pesar de sus grandes esfuerzos para que nos suban el sueldo a todos, sólo consiguen que les suban el sueldo a  ellos.

Vuelven a encontrarse con esa butaca casera en la que se está como Dios.

Vuelven a encontrarse con ese camarero que les repite: “¿Lo de siempre?”.

Si, lo de siempre, todos vuelven a encontrar lo de siempre.

Pero eso es buenísimo porque significa que por ellos, por ustedes, no pasan los años. 

Paco Molina. Emitido en Radio Zamora en 1985