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ANIVERSARIO DE LA “UNIVERSIDAD LABORAL” de Zamora
Compañeras y compañeros.
Compas todos.
Como sabéis anda por
ahí un libro mío titulado “NO TODO EN LA
VIDA ES SEXO…POR DESGRACIA”.
Pues bien, a raíz de
este aniversario tal vez escriba uno que se titule “NO TODO EN LA VIDA ES
TRABAJO…..DE MILAGRO”.
Sí compas, porque
parece mentira, pero alguien “de cuyo nombre no quiero (ni debemos) acordarnos”,
por caridad cristiana, ha tenido la mala fe de convertir el trabajo en uno de los
ejes de nuestras vidas, haciendo que en vez de aborrecerlo “como Dios manda”
(no en vano la expulsión del paraíso llevaba dos castigos: uno el de salir de
él ((con lo que ya sabéis lo que nos perdimos, ¿no? )) y otro tener que
trabajar ((“ganarás el pan con el sudor de tu frente”)), con lo que sabéis por
qué estamos aquí).
Pero siendo una
maldición el trabajo, no sólo han conseguido que así no lo veamos (miopes que
somos) sino que han conseguido que las personas
que hemos conocido en torno al trabajo se hayan convertido en una ampliación de
la propia familia.
Hasta
el punto de que ahí tal vez radica el éxito de este tipo de convocatorias en
torno a los “antiguos compañeros” (A parte de para huir de la propia familia a
veces, diciendo eso de que “Tengo que ir a una reunión de compañeros”. Pero esa
es otra cuestión)
Tal vez alguien
piense que es un poco exagerado el vincular las amistades del trabajo con los
vínculos de la sangre. Nada más lejos de esa vinculación. Pero sí mantenemos la
tesis de que este tipo de relaciones son “como una prolongación de la familia”,
como una PARAFAMILIA, como una familia política, aunque claro ¡más política que
la familia más familiar política!
¿O es que aquí, en este
centro de trabajo, no hemos tenido todos a nuestra suegra, a veces disfrazado de
suegro? ¿No ha sido el Rector Alfonso Meilán suegro de algunos de nosotros?. Y
lo más cachondo ¿no hemos sido nosotros, tal vez yo mismo, el suegro/suegra del
propio Meilán? ¿No es ahora Peromingo, actual Director, el suegro o por lo menos
el cuñado de todos nosotros, los que por aquí seguimos?.
Podíamos seguir con
ejemplos de parentescos, llegando incluso hasta los noviazgos y enamoramientos.
Cuestión que espero nadie ose discutir porque algunos y algunas aquí se conocieron
e incluso aquí se casaron ¡lo cual es el colmo!
Si ha habido algún
caso de amantes, no lo conocemos,, porque para eso el “amantismo” es algo
inherente a la clandestinidad, y en el caso del centro de trabajo, equiparable
al incesto.
Es decir, en
definitiva, las relaciones múltiples y variadas que surgen en el centro de trabajo
y salen de él, podemos asimilarlas a las de una familia, con lo cual los lazos
son, lazos de seda y hasta de soga (según los casos). Y lazos de una familia
más viva que la propia y tradicional.
Porque ¿qué alegría
tener un hijo? Pero qué alegría también tener de golpe una hija crecidita y ya
criada, cuando llega una interina; o tener un hijo con la mili hecha, cuando
contratan a un nuevo agente de orden. O los mil ejemplos que os podéis poner
haciendo memoria.
Por eso estos
encuentros saben algo a Cenas de Noche Buena (esperemos que alguien cante algún
villancico) ((“Pero mira como estudian los de las laborales, pero mira como
estudian chavalas y chavales. Estudian y estudian sin parar, pues los que aquí trabajan
son de armas tomar.))
Cenas de Nochebuena donde
se encuentran de nuevo: ese tío cura que
hay en todas las familias con el sobrino ateo, ese garbanzo negro con ese hijo
pródigo, esa encantadora cuñada con ese yerno descastado, ese pariente
triunfador con ese tranquilo y pasota.
Por eso siempre se viene
a estos actos con una curiosidad especial, y sobre todo embrujados porque en el
fondo, aún siendo el trabajo un castigo, e incluso no siendo la familia más que
un invento, lo cierto es que es tal la necesidad de afectos y cariños del ser humano,
que al final: Hasta quieres verte con aquellos que te has peleado (posiblemente
para disculparte sin decirlo y sin rendirte), lo mismo que quieres verte con
quienes más en comunión te sentías (tal vez, y eso es curioso; para disculparte
también, y también sin decirlo, por no haber comulgado aún más con ellos)´
Así que tras tratar
de deciros lo que seguro que podíais decir cualquiera, que quede claro: “NO
TODO EN LAVIDA ES TRABAJO….DE MILAGRO”.
Pero puesto que
estamos ante un milagro, démosle la vuelta al calcetín, y hagamos o intentemos
al menos “que todo en la vida si sea amistad y consolidemos la nuestra, si
fuera posible, que lo es…..aunque ¡¡¡depende de los horarios!!!
Salud, suerte y que
nos veamos en el centenario.
Paco
Molina-19 de Septiembre del 2003. Escrito no leído, creo
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