EL
COLOR DEL CABALLO
El recién celebrado Año Xacobeo nos habrá
recordado el célebre chiste infantil que dice: ¿De qué color es el Caballo
Blanco de Santiago?”.
Broma tan simple que
ya apenas se usa porque “para las nuevas generaciones” no tiene gracia, ni
chispa, como diversión.
Pero lo que para el
mundo de los niños ha tenido que ser desechado resulta que en el de los mayores
se ha convertido en dogma de fe-económica.
Lo que pasa es que
en vez de plantear el dicho bajo la fórmula: “¿De qué color es el caballo
blanco de Santiago?”.,, (a lo que hay que responder blanco); lo plantean así:
“¿Dónde hay puestos de trabajo?”. A lo que hay que responder: “En la empresa”. Para
que luego se deduzca que como la empresa la pone el empresario, es éste quien
crea puestos de trabajo, y puesto que de él depende la mayor oferta de empleo,
toda la sociedad ha de mimarlo (al empresario, a la clase empresarial).
En esos
razonamientos (que no van más allá en cuanto
a uso de razón, que el esfuerzo intelectual de saber de qué color es el
caballo blanco) se basa toda la economía-social que tienen PP y PSOE.
Y que tuvo UCD
antaño, con el eslogan. “Hay que incentivar la iniciativa privada”, que
traducido significa: Hay que ponérselas al empresario como a Fernando VII para
que cree puestos de trabajo).
Ante toda esta sabiduría conviene recordar: 1º.-
Que los puestos de trabajo se crean generando riqueza y distribuyéndola. 2º.-
Que quienes crean riqueza son los trabajadores. 3º.-Que los empresarios
contratan trabajadores porque no les queda otro remedio (para enriquecerse) que
si no, ni hablar.
El punto 2º se
demuestra sólo: Miren, cuando hay huelga, nos dicen los empresarios, se van a
perder (dejar de generar) no se cuantos miles de miles de euros; vale, pero
como la huelga no es de empresarios, es obvio que quienes crean riqueza son los
obreros.
El punto 3º se
verifica con lápiz y papel: Según los empresarios de Zamora con la huelga
general (que dura un solo día) se van a perder 6 M€; más entonces, si tenemos
en cuenta que cada trabajador sólo pierde lo que le descuentan ese día, y el
número de trabajadores que hay, y multiplicamos, se ve que estos ingresan una
cantidad notablemente inferior a los 6M€.
Por lo que cabe preguntarse: ¿A dónde va ese dinero un día normal de trabajo?
Al bolsillo empresarial.
El empresario, quede
claro, necesita al trabajador para ganar más, luego no crea puestos de trabajo
para contribuir a una sociedad mejor. Además. si los puede sustituir por una
máquina, lo hace y santas pascuas.
Y por último el
punto 1º se ve si observamos que no basta que un país genere riqueza (aunque
siempre ayuda) para que se generen
puestos de trabajo suficientes…para ello hay que repartir la riqueza, y entre
eso que se reparte ha de estar “el trabajo que existía”.
Todo esto es
necesario tenerlo en cuenta para ver mejor que el PSOE está actuando como un
fantástico partido de derechas. Si, porque…..
Lo cierto es que la
empresa (pública o privada) se ha convertido en la unidad de producción por
excelencia. Por tanto hay que mirarla con lupa. De ese vistazo se aprecia: Que
en toda empresa hay dos parte: Los bienes materiales (edificio, máquinas, etc.)
y los trabajadores.
El dinero de lo que
no son los trabajadores lo puso el empresario en cuanto que es capitalista
(tenía un capital para invertir). Y ojo, aquí, y más en Zamora, el empresario
lo es en cuanto que puso el capital, siendo otra cosa que además, después, por
ser pequeño empresario, tenga que trabajar en su negocio Que esa es otra
historia.
Pero también tiene,
en principio, que poner capital para arrancar el negocio con el número (mínimo)
de trabajadores que cree necesita.
A partir de ahí,
cuanto menos ganen los trabajadores más gana él, y viceversa. Esta
contradicción se va resolviendo año a año con la negociación laboral, en la que
ambas partes de la empresa tiran de la manta hacia si, sin querer romperla:
acuerdos y convenios (negociación colectiva).
Ahora, en época de crisis,
las empresas pasan a ganar menos. En consecuencia el empresario, que por otro
lado vende menos, ve que los trabajadores que contrató, para enriquecerse más cuando
las vacas gordas, le sobran, y quiere despedirlos para así mantener “su margen de beneficio” Por tanto pide flexibilidad
laboral y pagarles menos.
Los trabajadores por
el contrario, puesto que sólo tienen la posibilidad de vender su capacidad de trabajar,
y puesto que ayudaron a enriquecer al patrón, quieren ver las cuentas reales de
la empresa, quieren buscar un arreglo a la espera de vacas de nuevo hermosas, y
quieren poder vivir.
En esta tesitura hay
dos tipos de política: la que protege en la empresa al capital (al empresario)
sacrificando al obrero (es la política conservadora de siempre que hoy aplica
el PSOE), y la política de izquierdas, que trata de conseguir derechos que
protejan al trabajador, como persona que es, y no dejarlo a la intemperie de que
el capitalista quiera mayor margen de beneficios porque sí.
Paco Molina Zamora
en un año desconocido pero con Huelga General(Se ve que Gobernaba el PSOE y ya había
salido rana)
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