lunes, 10 de noviembre de 2014

EL MURO DE BERLÍN y otros muros





EL MURO DE BERLÍN y otros muros


El nazismo (propiciado por el capital alemán para frenar el auge de comunismo, ya que en Rusia gobernaban los obreros) acaba convirtiéndose en un monstruo que declara la Segunda Guerra Mundial.


A partir de su debacle en la invasión de los países del este, Alemania empieza a perder la guerra: Por el Oeste avanzan EEUU, Inglaterra y Francia. Por el Este avanza el ejército rojo.


Estos avanzan a bastante más velocidad y cuando, entrando en Alemania, se encuentra con los Occidentales, resulta que Berlín ha quedado dentro del territorio conquistado por tropas comunistas.


En principio Alemania va a quedar partida en dos: La parte que se llamó Alemania Federal (la ocupada por EEUUU, Inglaterra y Francia) y la parte que ganaron los países del Este con Rusia al frente.


Pero ocurre que Berlín, capital de Alemania desde siempre, pasaría a ser de los comunistas por estar en la zona conquistada por ellos en su avance defensivo (no olvidemos que fueron atacados sin piedad hasta las afueras de Moscú).


Entonces, para establecer un símbolo de la victoria de todo el mundo civilizado contra la barbarie fascisto/nazi, las potencias vencedoras (EEUU; Inglaterra, Francia y Rusia)  acuerdan que Berlín sea para las cuatro.


En consecuencia Berlín queda partida en cuatro distritos, con la curiosidad de que EEUU, Inglaterra y Francia pasan a tener un pedazo de territorio propio dentro de otro país (Alemania del Este, la Alemania Comunista), en Berlín.


Al principio todo es normal, pero EEUU decide poner en marcha el plan Marshall, consistente en hacer fuertes inversiones y prestamos en la Europa Occidental y la Alemania del Oeste, para que subiera el nivel de vida y el atractivo del comunismo perdiera empuje.


Fíjense que sólo hacía 20 años que había nacido, había mejorado la condición de los humildes, y encima fue determinante para acabar con la barbarie hitleriana.


En cuanto el Plan Marshall empezó a dar frutos, y la prosperidad más ciertas libertades, se convirtieron en un foco de atracción, personas que vivían en el Este decidieron pasar al Oeste.


Para emigrar normalmente necesitas un visado de salida (de tu país) y otro de entrada (al que quieres ir), y eso no es nada fácil de conseguir (como muy bien se puede ver actualmente entre cualquiera par de países). Pero en Berlín bastaba con cruzar una calle y ya estabas en otro país. Por ejemplo si entrabas en el distrito de EEUU es como si ya estuvieras allí.


Ante tal chollo la gente empezó a cruzar la calle sin más. Imaginen si en Ceuta y Melilla bastara con cruzar una calle que no tuviera ningún obstáculo para entrar en España (Europa).


Ante ese fenómeno los países del socialismo real  decidieron hacer una frontera física creando un muro que rodeara los  tres distritos urbanos que eran de EEUU, Inglaterra y Francia, en Berlín.


Hasta ahí todo más o menos lógico. Pero el muró no pudo evitar que la gente quisiera emigrar, irse a otros países, y lo que convirtió al muro en una vergüenza fue que se dispara y matara a quienes intentaban superarlo.


Hoy día por desgracia hay nuevos muros, estos propiciados por los capitalistas, sin ir más lejos el de Gaza (construido por Israel) o el de la frontera mexicana con EEUU, donde el muro es de balas o rejas de plomo si te pescan.


El saber no ocupa lugar, por eso cuento esto.


Paco Molina. Zamora. 9 de Noviembre del 2014 (A los 25 años de su final)


No hay comentarios:

Publicar un comentario