EL
RICO EPULÓN, EL POBRE LAZARO Y TÚ
A Jesucristo le
entendían todos porque usaba PARÁBOLAS.
Por eso hoy, si me
lo permiten, voy a usar la parábola del Rico Epulón y el pobre Lázaro.
El rico Epulón, como
lo era, comía y derrochaba mucho. Derrochaba tanto que el pobre Lázaro vivía de
las migajas que caían de la mesa donde el rico Epulón se ponía ciego a zampar.
Sigue la parábola
contando que muerto Lázaro fue al cielo, por
lo que había sufrido, y cuando murió Epulón acabó en el infierno, por lo que había ofendido, y ya no fue
posible cambiar la situación de ambos, por más que Epulón suplicó a Dios,
incluso, que avisara a sus hermanos de sus errores, no fueran a repetirlos.
Más, no es de esto de lo que quiero hablarles que para ello: “doctores tiene la
Santa Madre Iglesia”.
Lo que propongo es
que nos quedemos con la imagen del Rico Epulón comiendo con gula, y la del
pobre Lázaro alimentándose de las sobras y migajas que caían de la mesa del
avaro Epulón.
Porque esta
situación es la de la sociedad española actual; situación, que como ¡¡ clama al
cielo ¡!, todo el mundo quiere
acabar con ella.
¿Cómo? Pues así: Los epulones y el Gobierno, dicen, que lo mejor es que el rico
Epulón tenga más y más comida, porque así producirá más y más migajas, y por
tanto el pobre Lázaro podrá comer mejor.
“Siempre
será mejor comer el doble de migajas que la mitad de migajas”,
dicen quienes defienden esta teoría para salir de la crisis.
Sin embargo, hay
otros, que dicen que no hay derecho a eso (uno comiendo como un cerdo y otro
cogiendo las sobras que caen al sucio suelo), y que lo justo es que se le quite
al Rico Epulón el postre y un poco de comida, para que el pobre Lázaro viva
dignamente.
A los que defienden
esta teoría se les llama “utópicos” y poco realistas, porque puede ocurrir que
los Epulones se vayan de España y ya no podamos comer…. ni sus migajas.
¿Ustedes sabrán lo
que es bueno? Pero no me extrañaría nada
que consideren que sería tan bueno y justo el reparto de la comida entre el
rico y el pobre, que precisamente por ser eso bueno, lo considere usted malo.
Sí, porque como muy
bien nos recordó Agustín García Calvo “lo bueno es bueno y lo malo es malo”.
Ah! y por favor, no
me diga que eso lo sabe cualquiera, que no es así. Mucha gente que de bebé lo
sabía ya no lo sabe. Nos han hecho un lavado de cerebro de tal calibre que actualmente
creemos que “lo malo es bueno y lo bueno es malo”.
Pongamos como
ejemplo el tema de una Renta Básica Universal de 650 € al mes para todo adulto
(incluidos los ricos, tras quitarles a los ricos cien veces lo que se les da).
El asunto es bueno
de por sí (menos para los epulones) y precisamente por ser tan bueno,
“sabiamente” lo consideramos muy malo, y ya pasamos hasta de pedirlo, aunque
sólo sea por ver si es posible.
Sin embargo, llega
un gobernante, te dice que te tiene que sacrificar por tu bien (mientras él
sigue fetén) y como sacrificarte es malo lo consideras bueno, y hasta lo
suplicas (sacrificadme) votando.
Ay! Señor llévame
pronto.
Paco
Molina-30 de Noviembre del 2014
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