IU de CyL me encargó
un manifiesto para Villalar.
Yo creí que era un discurso completo y preparé lo
que sigue.
Al final no querían ni una cosa, ni otra y todo quedó en agua de
borrajas.
Pero el texto es bueno para sembrar nacionalismo castellano leonés.
Debió de ser en los años en que el PP hizo la fiesta de Villalar itinerante en
lo oficial para desgraciarla.
Fue tal vez a finales de los 80 o comienzos de los 90
del Siglo XX
A
LOS COMPAS DE LA CAMPA
Este es el saludo de
Izquierda Unida de Castilla y León a los compas de la campa.
Luzca el cielo o luzca
el infierno, aquí nos debemos de ver año tras año.
Con un fin claro: Pasarlo
bien. Y con un fin oscuro (pero no oculto) Que vamos a aclarar, por si hay
alguien que no lo tiene archisabido.
¿POR QUÉ AQUÍ?
Ya que el que más y
el que menos cuenta con sus propios cuernos, viene que ni pintado que
recordemos el refrán de: "El buey no es de donde nace sino de donde
PACE".
Definido así lo que
es un castellano-leonés nos conviene recordar que la cara de nuestra idiosincrasia
como pueblo puede ser nuestro internacionalismo natural.
Somos
internacionalistas, tal vez por herencia histórica, que nos ha dejado unos
cromosomas con fronteras siempre cambiantes._
E incluso hubo época
en que en nuestros cromosomas no se ponía el sol.
Tal vez somos
internacionalistas también por falta de fronteras naturales claras o tan
lejanas a la vista que, por fuerza no nos sentimos cercados, ni fortificados, ni
rodeados.
La separación de los
pueblos, instintivamente, nos parece artificial, de despacho.
Nuestros cromosomas
no saben hacer mapas con la regla y el compás.
Somos
internacionalistas porque por encima de nuestras tierras han pasado tantos
pueblos y ha sido derramado tanto semen, que si algo no tenemos es pureza en la
sangre (Aunque tal vez por eso nos ha dado por ser extremadamente puros en
otras cuestiones, más bien religiosas, y por ello tenemos un ramalazo místico que
tira de espaldas).
No tenemos pureza de sangre y por eso somos
internacionalistas. como el adobe.
Como el adobe, que
también existe en África, Asia, América Latina e incluso en los Polos, aunque
allí sea de agua
Esa es la cara de
nuestra idiosincrasia como pueblo, somos internacionalistas.
¡Pero también
nuestra forma de ser tiene cruz! o puede tenerla.
En el momento
histórico-vital que nos toca vivir, al ser internacionalmente insolidario,
resulta que la CONCIENCIA DE CLASE (no la olvidéis compas) de momento no ha
conseguido transformase en solidaridad.
Hasta ahora, la conciencia
de clase no se ha impuesto a la conciencia de pueblo, y por ello cada nación
tira de la manta de la economía, sin preocuparse, ni mucho, ni poco, si
desnuda o deja a la intemperie a otro pueblo.
Esto es realmente
así.
Por eso hoy, y en
legítima defensa, es una necesidad para los castellano-leoneses tomar conciencia
de pueblo.
Y para ello hay que
trabajar. Nuestra cruz es que no tenemos conciencia de pueblo, y aunque ello no
tendría mayor trascendencia sentimental, si la tendrá y la tiene
ECONÓMICAMENTE.
Por eso hay que fomentar
nuestra conciencia de Nación. No para separarnos de nadie. Al contrario, para
autónomamente tender la mano a todos. Pero sobretodo !que no nos puteen! por
falta de cohesión y lazos de unión específicamente nuestros.
Hasta ahora no
tenemos conciencia de pueblo en positivo. Si sabemos que somos
castellano-leoneses porque consideramos: a los catalanes tacaños; a los
gallegos falsos; a los vascos brutos; a los andaluces fuleros, etc. etc. y así
hasta a los chinos, de quienes creemos
que son fáciles de engañar.
Descalificamos a
todos los pueblos y como nos callamos respecto a nosotros !zas! deducimos que somos
perfectos y a vivir que son dos días, con lo que así nos sentimos pueblo.
Pero eso es ser
pueblo por exclusión, eso es ser pueblo sin orgullo de serlo. Eso es ser pueblo
sin sentido.
Tenemos que ser UN PUEBLO, no para ser los mejores o por ser
los peores. Tenemos que ser pueblo porque vivimos JUNTOS, vivimos cerca, nos entendemos
medianamente bien, y porque, además, nos
es necesario, nos es económicamente necesario.
Tenemos que ser
pueblo en defensa propia
Estos señores que nos
gobiernan ahora, no quieren consolidar nuestro espíritu de pueblo unido y por
eso, en vez de fomentar nuestro carácter nacional o autonómico, o como queráis
la palabra (pero entendéis), buscan que LAS COSAS SIGAN COMO ESTÁN, que para eso ellos son
conservadores (¿quién duda que la mejor definición de conservador es la de
aquel que busca que las cosas sigan como
están?).
Y para no educarnos
en conciencia de pueblo, con costumbres, caminos y metas en común, no sólo no
hacen nada, sino que la fiesta de Castilla y León no quieren que se consolide.
Por eso se han
inventado esta fiesta ambulante que cada año se celebra en una provincia, y
cada diez, de oca en oca y tiro porque me toca.
Ese plan solo puede
venir del interés de los caciques de la tierra, que quieren que el río siga
revuelto para eso de la ganancia de pescadores
Luego, reivindiquemos
ya !la fiesta de Villalar, siempre en el mismo lugar!
Esa idea de pasear –de
gira-, nuestra fiesta, provincia por provincia como si nuestro día se tratara
de un burro que gira y gira en una noria sin sentido, sólo podía venir de otro
burro y de todos los que también gustan de REBUZNAR.
Contra ello…¡la
fiesta de Villalar siempre en el mismo lugar!
Y ¿Por qué HOY':
!Porque hay que
celebrar derrotas! y además, sin complejos.
Los pueblos, al
menos el nuestro, deben celebrar derrotas porque aún no han vencido.
Aquí estamos. Porque
es sano, vital y alegre estar junto y
donde se perdió aquella batalla. Y ello no porque seamos masoquistas, ¡quita de
ahí!, no somos masoquistas.
Celebrar una derrota
no es masoquismo.
Al contrario, sentirse
pueblo y estar con el pueblo, es estar junto a los que menos tienen, es estar con los que pierden.....pero por eso
mismo eso es ganar.
Aunque es ganar,
claro está, en otro lenguaje. En el lenguaje del sentimiento. Estar con los que
pierden e incluso perder, no es ganar en
el lenguaje de la cotización en bolsa, pero si en el lenguaje de los latidos de las gentes.
No amamos la
derrota, pero de cada derrota haremos una fiesta, porque nuestra obligación es
ganar ¡ganar la vida!
¡Estando con los que
pierden se gana!
Por eso hoy, aunque
toda Castilla y León debía estar convocado, y convocado por todos, aquí, en
Villalar, nos alegramos por una vez, de que no estén aquí los que siempre
ganan: los que ganan las guerras, los que ganan los referéndums, los que ganan
los millones, los que ganan las elecciones, los que, en fin , han nacido para
ganar.
Hoy aquí, sólo
estamos los que pierden, pero es que queremos estar con los que pierden, porque
somos de los que pierden.
Y ganaremos, y si
no, no pasa nada: la lucha es la victoria.
No hay error en celebrar una derrota. El
pueblo de Castilla y León, hasta ahora y como todo los pueblos, siempre ha
perdido, Por eso convocamos en Villalar, porque somos de los que pierden!
Pero ojo, que
podemos ser de los que pierden e incluso podemos ser unos perdidos, MAS, que no
equivoquen el número, NO ESTAMOS PERDIDOS.
!Estamos en lucha!.
¿POR QUÉ CON ELLOS,
LOS COMUNEROS?
Porque hay que
comulgar hostias de comunero. Porque hay que resucitar el fantasma de los
comuneros.
Y que nadie: se deje
acorralar con academicismos; tratar de que Padilla, Bravo y Maldonado ganen su
batalla después de muertos, no es querer comulgar con ruedas de molino
burguesas, o aristocráticas, o retrógradas.
La hostia de
comunero todavía tiene carga, porque aquí, en esta tierra, en esta Castilla y
León, aun no se ha hecho lo que los comuneros, el estallido comunero, buscaba.
Los nobles, la aristocracia
de la época, calificaba a los comuneros como de MALDITA SECTA DE LA LIBERTAD.
La revuelta comunera
(revolución si hubiese triunfado) unió a artesanos, burgueses y pueblo llano (los
que entonces no tenían el poder) junto con algunos nobles-nobles, contra una
estructura económica y política qué, como necesidad de una monarquía
absolutista e imperial, acentuó su carácter injusto con aumento de impuestos
para la guerra, corrupción de los representantes en Cortes vendiéndose al mejor
postor, etc.
El espíritu comunero
creó un frente con diversas fuerzas y con personas de diversas profesiones y
concepciones vitales, en base a una idea común, romper el cerco de abusos y de
injusticias que sobre la sociedad de la época se cernía.
Hoy, el espíritu
comunero LO NECESITAMOS: Porque aún hoy aquella batalla está pendiente ( ¡porque se perdió, claro!), aún hoy
hay que romper el cerco territorial que trata de convertir nuestra tierra en
territorio semidesértico, de tránsito y reserva de centros nucleares, campos de entrenamiento
militar y, ya se ve venir, tierra en
barbecho .
Hay que romper el
cerco de la injusticia social, basada en la existencia, aún, de una oligarquía,
caciques económicos y políticos (estos a las órdenes del imperio OTAN), que a
modo de señores feudales dominan cada uno un territorio o una parcela de poder,
donde ponen y quitan a su gusto a las personas, mediante el enchufismo y el
miedo.
Es decir, aún hoy
está por resolver lo que el pueblo castellano-leonés sufrió en aquella época, y
para ello hay que resucitar el espíritu comunero.
Para romper estos
cercos, que a modo de camisa de fuerza por arriba (y cinturón de castidad por
abajo) nos tienen puestos desde el imperio, con la colaboración, encantada (y
bien pagada), de nuestros propio DUEÑOS Y SEÑORES.
Para romper esos
cercos, está claro, no basta un partido, ni dos, ni tres, hace falta que
campesinos, mineros, obreros, profesionales asqueados hasta la nausea, ecologistas
y pacifistas, reaccionen.
Pero ¿quiénes son
tanta gente? Son el pueblo castellano-leonés.
Por ello es ese
pueblo el que tiene que sacar cada año los fantasmas comuneros, para decir:
“Hoy 23 de Abril, estamos tan alegres, que por
eso celebramos hasta las derrotas. Pero nuestra alegría no es la alegría del
borracho, porque aún alegres no hemos olvidado que tenemos problemas y que
queremos resolverlos juntos. ¡Juntos por
afinidad y juntos porque si no nos unimos en pueblo, no podemos!
Hoy y siempre! Castilla
entera se siente comunera!
FIESTA DE
REIVINDICACIÓN Y DE ALEGRÍA.
Menudo rollo nos marcamos año tras año con
esto. ¿Villalar, fiesta festiva o fiesta reivindicativa?
Si no hay fiesta no
vienen unos, si no hay reivindicación no vienen otros.
No vamos a decir que
esto es un circulo vicioso porque círculos viciosos, bien pensado son todos.
Eso, lo que es, es
simplemente una memez. Ante todo alegría y marcha que lo demás se dará por
añadidura.
y este año
reivindiquemos que los machos de la tierra, al llegar este día y después de hacer
la tortilla de patata, nos pongamos nuestros mejores pantalones y vengamos a
lucir nuestras cachas, para que las
mujeres nos consideren de una vez hombres-objeto que ya está bien de ser
sujetos -políticos, sujetos-activos o simplemente sujetos.
¡¡Reivindiquemos la
subversión!! Queremos ser otra cosa
Cabalguemos con los
comuneros
que el viento nos de
en la cara
Mujeres y hombres
codo a codo.
Por una tierra-hogar
para un pueblo.
Por un pueblo-hogar
de solidaridad.
Suerte, salud y
hacer saltar la banca, compas.
Paco
Molina
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