VAN A PODER CONFESAR LAS MONJAS.
EL PAPA FRANCISCO HA
DICHO QUE TAL VEZ DEBAN CONFESAR LAS MONJAS.
Ante éste notición
pongámonos en situación. Como la mayoría sois unos descreídos y los tiempos han
cambiado mucho las costumbres, recordemos de qué va eso de “confesarse”
¿Cómo eran los confesionarios?
Un confesionario es como un puticlub monoparental, pues se
va a él a aliviarse de la comezón que nos producen los pecados, e incluso
algunos tienen lucecitas que indican si funciona o está ocupado.
De hecho, si hubiera justicia en el mundo, cada prostituta
callejera debería contar con un confesionario para quitar los pecados del mundo,
y no pasar frío. ¿Os imagináis los polígonos industriales llenos de
confesionarios?
Un confesionario es un caseto en cuyo interior se sienta el
confesor, que entra por una puerta “frontal y única”.
Una vez instalado, queda mirando hacia la entrada, que tiene
un gran ventanal por el que mete la cabeza el pecador. Hasta la cintura si
quiere.
(Por ahí sólo pueden confesarse los hombres y los
¡mozalbetes!) .
En los laterales, protegidos por sendas archivoltas que garantizan
el anonimato, se confiesan ellas (una
por cada lado, pero no a la vez-supongo-); separadas, eso sí, del confesor o
padre, por una rejilla que evita el roce de mejilla.
Tenemos pues que el carácter arquitectónico de un
confesionario, nos habla del peligro que hay entre los dos sexos, y la
confianza plena, por falta de peligro natural, entre los del mismo sexo cuando
el sexo es el del macho.
Aunque hoy en día, a la vista de los acontecimientos, puede
que esa estructura fuese interesada; pero como no nos incumben los temas
escabrosos, no profundizaremos.
El caso es que una vez que el Papa ha dicho que tal vez
puedan confesar las monjas (que a la sazón son mujeres), antes hay que
dilucidar por qué lado confesarían.
¿Como ahora, metiendo el baboso pecador su pecadora mente
por delante, envistiendo a la cortinilla (hay una tapando los acontecimientos),
y siguiendo las hijas de Eva confesando sus pecados por las celosías laterales,
para evitar el lesbianismo, o acaso, fomentando éste sin querer, se invertirán
las ventanillas y su uso?.
En todo caso, ante el nuevo perdón de los pecados, aparte de
un incremento en el número de vocaciones, que por razones obvias y sucias,
podría darse, el esquema de un acto de contrición podría ser así.
¿Cómo se confesaba la
gente en la prehistoria?.
No lo sabremos nunca pero en el futuro
según la nueva ley que va a sacar el papa ¡¡las monjas podrán confesar!!...siendo
el esquema este.
Confesora: Ave
María Purísima
Pecador: Sin
pecado concebida.
Confesora: ¿Qué
te trae al regazo del Señor?
Pecador: Qué
es de señora
Confesora: ¿Has
tenido torpes comportamientos, de pensamiento, palabra u obra?
Pecador: Torpes
pero acertados.
Confesora: No
olvides hijo que es necesario el acto de contrición.
Pecador: Si,
hermana, pero no puede haber contracción mientras haya dilatación.
Confesora: ¿Has
tenido tocamientos deshonestos?
Pecador: ¿Qué
es eso hermana?
Confesora: Qué
si te la pelas pensando guarradas
Pecador:
Hasta que se me duerme la mano hermana
Confesora: 20
padrenuestros y una tía tuya
Pecador: Amén.
Paco Molina. Leido en la Cena de Inocentes de COZPROBUHO del 2016
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