ESTAMPAS
DE OTOÑO
Y estampitas
escolares ¡claro!. Porque lo que vamos comentar hoy, puede que no vaya a misa
pero debería ir a la escuela.
Si hubiera que
ponerle un título a lo que sigue, el mejor sería “CARTERAS O MALETAS”.
Sí, porque la
estampa otoñal que debemos mirar es la de esos niños y niñas que en estas fechas,
tras un mes largo de colegio, vemos pasar sin fijarnos (salvo que sean de la
familia).
Antes, hace unos
buenos años, las niñas y los niños iban al cole con cartera; mientras que
ahora, si se fijan ustedes, los pobres van con maleta.
(No se le ocurra
ofrecerse a su cuñada para ir a buscar al sobrino, y menos aún se le ocurra, si
va, ofrecerse a la criatura para llevarle la cartera ¡se encontrará una maleta!
De lo que pesan las condenadas).
Usted tal vez está
harta de lo mucho que se gasta en libros cada comienzo de curso (porque resulta
que la enseñanza es obligatoria y gratuita hasta los 14 años, pero en
Septiembre, y en lo que a los libros se refiere, sólo es obligatoria, que de gratuita,
nada.
Pues hace bien en
estar harta una vez al año, pero, y cuando se le pasa a usted la hartura, ¿cuál
es el panorama?
Que su hija o su
hijo, tiene que ir, día tras día, con un carterón lleno de unos libros que sirven para poco.
Bueno, sirven para
poco a los chavales, que lo que es a los editores ya creo que les sirven,
¡menudo negocio!.
¿Pero cómo se atreve
este hombre a decir que los libros de mis niños sirven para poco?.
Pues me atrevo, y
hablaremos de ello, aunque vaya por delante un tráiler: los libros de la escuela
les sirven poco a cada niño porque son mucha tela para sus cabecitas y no dan a
basto.
Más, hoy quiero centrar
su atención en cómo esas carteras se han convertido en maletas, porque se ha
montado, en torno a la enseñanza, un súper negocio, con desprecio del sentido
común e incluso de la salud mental y corporal de los chavalines (aunque a lo más
casual hacerles ir cargados así es una forma secreta de prepararlos para la Olimpiada de
Barcelona).
¡Pero si los libros
de ahora son majísimos, y se entiende todo mejor!
Sí, pero, mire bien,
a que hay fotos que sobran, a que hay discursos que también, a que hay
demasiadas lecciones en cada uno, a que hay demasiados libros para cada niño.
Se trata de meter
más fotos, más dibujos y más rollo para que haya más paginas y por tanto
cuesten más pelas.
Cuando el Estado tenga
que pagar lo que hace obligatorio, seguro que quitan estampitas, pero ahora es
el timo de la estampita.
Vamos, como si en la
mili, que es obligatoria, te tuvieras que pagar el uniforme y encima hubiera 4
uniformes, uno para cada estación del año.
Paco
Molina. Leído en una emisora de Radio. Tal vez en Antena 3 hacia 1988.
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