LA
UNIDAD Y SUS CIRCUNSTANCIAS.
La Unidad entre
Izquierda Unida, Podemos y otros es, por lo bajo, el asunto más importante de
la política española en estos momentos.
No hay más que ver
el gran interés que tienen, para que no se produzca, no sólo una gran cantidad
de ciudadanos, sino también, y sobre todo, el deseo de que no cuaje tal unión
que manifiestan los Toisones de Oro (los dueños de España) del Poder Real.
El ensayo de unidad
(que fue meramente electoral) para las Elecciones Generales del 2016, presentó
los síntomas de un fracaso; dado que lo que tenía que sumar al menos 6 millones
de votos, se quedó en 5.
Encima las encuestas
hablan de una bajada sin tregua de dicha coalición electoral (UNIDOS Podemos),
amén de una presunta desaparición de IU (de las pantallas de televisión)
llamada no visibilidad.
Ante esto, los que
no querían esa unidad de la izquierda y todavía militan en IU (y se supone que
ocurre lo mismo en Podemos con sus homólogos) dicen que los acontecimientos les
dan la razón y que por lo tanto IU debe ir sola (y se supone que Podemos también)
porque así será mejor para la Clase Obrera, a la que se le podrá liberar (o
emancipar) con mayor soltura, solvencia y rapidez.
Ante esto conviene
recordad que fueron las bases (en el caso de IU el 70 % contra el 30 %) quienes
apostaron por la unidad hasta ahora existente (En Zamora el porcentaje fue el
mismo pero al revés).
Como se acercan las
Elecciones del 2019, que aglutinan, municipales, autonómicas y europeas, el
debate sobre la unidad rebrota y se encabrita.
Pues bien, con ánimo
de dar más elementos de juicio sobre el tema se hace este escrito.
Hace pocos días, en
un diario digital de izquierdas (que de verdad no recuerdo) aparecía un buen
texto que hacía ver lo siguiente:
1.-Que la unión en
principio es algo bueno, luego a nadie se le ocurre rechazarla en abstracto.
2.-Pero que no todas
las uniones son buenas, entre otras cosas porque son muy variadas en los fines y
en las formas.
3.-Que entre IU y Podemos
se debería mantener la unidad como coalición electoral, precisamente para
cambiar la Ley Electoral.
4.- Y que una vez
conseguida una ley electoral proporcional ( y no la trucada de ahora) entonces
IU y Podemos deberían ir por separado a las elecciones (y por la vida) puesto que
el resultado sumatorio de votos (o sea de Diputados) sería el mismo, y por otro
lado, al parecer, el rojo de unos no es tan carmesí como el de los otros.
El mismo texto nos
recordaba que puede haber distintas formas de unión:
Puede haber una Unidad
meramente electoral (en torno a un programa, por supuesto). Puede haber una
unidad orgánica (como la que parió IU convirtiéndola en un partido cuando
empezó siendo solo una Coalición Electoral-Movimiento Político Social- en torno
a un programa). Y puede tratarse de una unión mixta conjuntando las dos
anteriores.
Pues bien, dentro de
todas esas variedades ( y circunstancias ) de unidad; recordemos otros detalles
que no hay que depreciar, para elegir lo
que se deba producir o consolidar, si así es:
1º.- En una unión,
el nombre del nuevo ente tiene su importancia. Por eso UNIDOS Podemos (que
inclina la balanza hacia Podemos) no puede
seguir siendo el mensaje al pueblo (es más, si UP baja en aprecio e IU
no aparece, es obvio que quien está perdiendo estima es Podemos).
Para que los compas
de Podemos lo entiendan mejor. ¿Cómo verían que la unión se llamara ”La Izquierda
Unida”? Pues eso.
2º.- También habría de
apostarse por el tipo de alianza. O una meramente electoral (ligue). O algo más
fuerte (noviazgo). O algo más definitivo (matrimonio). O todas, en el futuro, según
indiquen las relaciones prematrimoniales.
3º.- Otra cuestión a
resolver (llámese programa marco o uniones a la carta según territorios, cosas
no incompatibles si lo dice el programa Marco) sería si esa unión debe llevarse
a sus últimas consecuencias, e imponerla (porque lo digan las bases) a todas las
zonas territoriales (con votación general previa), o que cada lugar haga lo que
más le interese (¿al lugar o a la Clase Obrera?) por votaciones de bases
aisladas unas de otras.
4º.- En principio
soy de los que cree que cuantos más seamos juntos mejor; pero cualquier
militante o dirigente debe pensar:
¿Es bueno dejar las
Diputaciones en poder de otros partidos (porque sabido es que con candidaturas
separadas es más difícil obtener escaños en ellas)?
¿Si por optar por
elecciones a la carta, se va a las Europeas en Unión y los mismo a las autonómicas,
qué imagen se da si durante los mismos 15 días de campaña, los unidos a un
nivel se pelean entre ellos en el barro de cada municipio por una concejalía’
5º.- Si hay unidad y se abandona el nombre
desgastado de Unidos Podemos, propongo el de “Unión Para El Reparto de la Riqueza”.
Considero que si el nombre resume la intención de los que se unen, se avanza
más en el mensaje y la simpatía, que con los nombres etéreos que no pretenden otra cosa que desmarcarse
de los clásicos pero con timidez.
PD: Quienes están a
favor de la unidad pero únicamente con partidos y grupos más pequeños que el de uno, no
están a favor de la unidad aunque no se den cuenta.
Paco
Molina. Zamora. 8 de Febrero del 2018.
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