PONGAMOS
QUE YA SALIMOS
DE LA CRISIS
Una crisis económica
consiste en que el pueblo (clase obrera) se queda sin dinero y pasa a vivir
peor (ya que hoy día el dinero es indispensable para vivir).
La forma en la que
un trabajador, que tenga trabajo, recibe dinero es mixta: por un lado cada fin
de mes percibe una cantidad en metálico (salario directo) y por otro recibirá,
cuando lo necesite, un salario que se denomina “salario en diferido” (y que
recibirá, según lo vaya necesitando, en forma de autovía para viajar, de luces para
salir de noche, de atención medica o docente, de subsidio de paro o jubilación,
etc.)
En España, la última
crisis económica (cuando la gente empezó a verse sin dinero) que comenzó en el
2007, ya está superada (o en vías claras de superación) según los Poderes
Económicos y sus Servidores (El Rey, el Gobierno y los partidos del contubernio
capitalista, también llamados pro sistema).
No se pretende en
este escrito llevar la contraria a tan ilustres y preparados ciudadanos; ni
mucho menos. Y si todo lo contrario, y mucho más.
Debemos darles la
razón y obrar en consecuencia. Por lo tanto…
Supongamos que en
efecto se ha salido de la crisis, es decir de la falta de dinero en los
bolsillos del pueblo.
Esa falta de dinero
que se manifestó y que dio lugar a los desahucios, a la pérdida de puestos de
trabajo, al empeoramiento de los salarios en metálico, al hachazo a
las pensiones –presentes y futuras- al deterioro de la atención educativa y
sanitaria, al abandono de la Justicia a su suerte para que no exista, a la fuga
de cerebros y titulados en general, etc. etc.
Ante este hecho (al hecho
de que por fin hemos salido de la crisis) por brutos que seamos los del pueblo
llano, debemos extraer y sacar la correspondiente enseñanza:
Hay que reconocer
que la receta que se aplicó para rescatar a España (sin rescatarla) era la
acertada, la apropiada, la fetén.
Y ¿cuál ha sido (y
es) esa receta?
Hacer a los ricos
más ricos (aunque sean menos los ricos) y a los trabajadores más pobres (por
más que sean más, y más pobres).
Esa receta, no es
otra que la célebre receta Capitalista que se resume en eso de que : Hay que
ser competitivos.
Y ¿cómo podemos ser
competitivos en el competitivo Capitalismo Globalizado y Mundial?
Vendiendo más
barato.
Cosa que se consigue
pagando menos a la Clase Obrera (es decir quitándole a los trabajadores salario
en metálico y salario en diferido).
Es paradójico pero
es así: Si la crisis es que el pueblo no tiene dinero, la medicina (según el Capital)
para salir de la crisis es que el pueblo cada vez tenga menos dinero.
Que no lo entiendas
tú, no quiere decir que no sea así (tampoco entiendes lo de la Santísima
Trinidad, y te lo crees,) que para eso están los que saben y nos los dicen a
diario.
Además que para que
un sistema (el Capitalista) funcione, hay que tener Fe en él.
No obstante, te lo
creas o no (que la medicina de la enfermedad consiste en agravar la enfermedad)
el problema es que el Sistema Económico Capitalista (“quien crea riqueza y
puestos de trabajo es el empresario”) sufre crisis cada 10 o 15 años (y esto lo
dicen todos sean del signo que sean).
En consecuencia la próxima
crisis está al caer (en términos históricos, que sea en el 2020 o 2025 no tiene
importancia).
Y ¿cómo tendremos
que hacer para salir de la siguiente crisis?
Pues salvo que
seamos tontos, lo que debemos de hacer es aplicar la misma
receta que hemos
aplicado para salir de la actual.
Receta cuya medicina
se basa en quitarle dinero al pueblo y por tanto que haya más desahucios, mas
pérdida de puestos de trabajo, más empeoramiento de los salarios en metálico, más
hachazo a las pensiones –presentes y futuras-, más deterioro de la atención
educativa y sanitaria, más abandono de la Justicia a su suerte para que no exista,
más fuga de cerebros y titulados en general, etc. etc.
Y así (crisis,
receta, crisis, receta, crisis, receta) ¿Hasta cuándo?
Hasta que vivamos
peor que en el Peor Mundo.
Paco
Molina. Zamora. 19 de Febrero del 2018.
Brillante el comentario.
ResponderEliminarEn estos últimos dias se estan dando las cifras supermillonarias de los beneficios de las grandes empresas. Beneficios que no repercuten en el salario de sus trabajadores de a pie, que los altos cargos son otra cosa.
Hay una absoluta falta de solidaridad y compensación interclases e interterritorial. Al contrario. Los impuestos de sociedades han bajado, mientras que los del pueblo llano se mantiene, masro menos, porque ya no hay margen de bajada.
A dia de hoy ser un mileurista es un privilegio. Ejemplo práctico ninguno de los empleados de las franquicias de Santa Clara y Plaza de Sagasta llega a los 1.000€ de salario neto. LO DIGO CON CONOCIMIENTO DE CAUSA, y los contratos son, en muchos casos a tiempo parcial y temporales.
Gracias, compa. Protestemos contra estos abusos denunciándolos como tu haces
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