jueves, 29 de agosto de 2019

LAS TETAS ESTÁN POLITIZADAS.



LAS  TETAS  ESTÁN  POLITIZADAS.

Recientemente el Ayuntamiento de Barcelona ha autorizado (o prohibido prohibir) el top less (mostrar los pechos femeninos) en las piscinas.

Su razonamiento es que de mantenerse la prohibición, en la medida en que los hombres pueden ir con los pezones al aire, las mujeres estarían discriminadas por no poder hacer lo mismo.

A mí la consecuencia de la medida (que haya más libertad) me parece espléndida, pero el argumento para permitirla, NO (porque no es valiente, ni coherente).

Lo que habitualmente  “enseña” el hombre, en lenguaje coloquial, se  denominan “tetillas”, con gran gracejo del saber popular.

Ese diminutivo busca sin duda diferenciar esa zona de la de las mujeres. 

¿Por qué? Porque sus efectos son distintos.

A partir de aquí podríamos caer en el error de hacer una escala desde “tetillas a tetazas”, en la que tetillas (y tamaños próximos) serian sinónimos de nada provocador, y tetazas, en el extremo opuesto, significaría algo tan capaz de provocar que podría ir contra el orden público (y que por eso estaría prohibido).

Pero esto sería de una simpleza absoluta. Vamos a fijarnos en otras cosas.

Quien prohíbe el desnudo es el Poder, usando como excusa lo que dicen las religiones (todas).

¿Y qué dicen las religiones? Que el sexo es malo y en consecuencia el desnudo (que lo propicia) también es malo (aunque no haya coito, ni orgasmos).

A eso hay que añadir que todas las religiones son, por encima de todas las cosas, machistas, y por lo tanto a quien hay que atar en corto es a la mujer.

Según ese mandato vemos que el resultado es que las religiones menos evolucionadas (las islámicas) ordenan tapar a la mujer de los pies a la cabeza. Mientras que las religiones más occidentales (a punto de ser desplazadas por el Dios Dinero) ya sólo les exigen a las féminas que tapen el sexo y los pezones.

Tenemos pues una nueva “escala de papanatismo” en la que a un lado estarían las religiones más evolucionadas, que permiten a las mujeres ir bastante ligeritas de ropa y en el otro las religiones chapadas a la antigua, que las obliga a ir tapadas hasta el pelo, incluida la cara. (Y ojo, que estas pueden ser las religiones verdaderas si a uno le entra la Fe de que así sea).

¿A qué se debe    todo esto? Al machismo.

Por cierto, estando muy bien que se luche contra los micro machismos, estaría aún mejor que se empiece a luchar contra los macro machismos, cuyo exponente fundamental son todas las religiones como servidoras del Poder.

¿Por qué debe ir tapada la mujer? Una explicación sería que  la hembra de la especie tendría un “telepoder” (poder a distancia) por el cual, quiera o no, puede desatar el deseo en el macho que la vea.

En ese sentido resultaría que las religiones que obligan a tapar entera a la mujer son las mejores (para eso de  salvar el alma y luego ir al cielo).

Máxime cuando lo más excitante de una mujer es la cara.

Pero no nacieron por eso las prohibiciones. La razón de la prohibición de “ver” a la mujer  está en que habiendo el machismo declarado a la mujer como propiedad del hombre (cada una seria de cada uno y la que fuera de todos sería puta), es decir habiéndola convertido en objeto, el que los demás hombres no sepan cómo es el objeto que el macho de turno tiene en casa es fundamental (lo mismo que ahora recomiendan llevar joyas falsas en vez de las verdaderas, para que no te las roben).

Ocurre que en Occidente, habiendo tenido que salir las mujeres de sus casas a  las fábricas durante la 1ª y la 2ª Guerras Mundiales (es decir habiendo irrumpido en la vida social), más habiéndose obtenido grandes avances en la lucha feminista, en la vida hay más permisividad, y en las leyes también.

Y es dentro de esa libertad, por lo que en el ámbito de cada persona debe quedar la decisión de ir o no desnuda (o desnudo).

Resumiendo. La razón para no prohibir el top less es muy sencilla, Porque de prohibirse se le quita libertad a la persona que quiera hacerlo.

¿Y si se excita algún bañista varón? Ese es su problema con tal de no dar la lata, en cuyo caso el tendría que ser el que tuviera prohibida la piscina .

¿Y los niños? Pues resulta que está demostrado y comprobado que los que crecen en un ambiente de permisividad no le dan mayor importancia al desnudo, lo mismo que no se la dan al cuento de caperucita roja (se adaptan a lo que les echen).

Pero hay más, ese presunto varón que se pondría morado con la cerveza en la mano, si los pechos femeninos fueran el pan nuestro de cada día no les harían ni caso.

Aunque tal vez    se trata de eso, de seguir programando a los humanos para    que le den más importancia al sexo de la que tiene.

¿Ven pues, cómo las tetas están politizadas?

Paco Molina. Zamora. 28 de Agosto del 2019


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