LA
REMUNICIPALIZACIÓN Y SUS PROBLEMAS.
Se supone que los
centros urbanos, en su nacimiento, ofrecían ellos mismos todos los servicios
necesarios.
Es decir cada
municipio tenía unos trabajadores (propios) que hacían la limpieza, proveían de
agua, etc.
Por alguna razón, o
porque a lo mejor no en todos los servicios públicos fue así, resulta que estos,
o parte de estos, se privatizaron, o sea, se le daban al ciudadano pero pagando
el Ayuntamiento a empresas privadas para que los ofrecieran.
El caso es que
conceptualmente, entre los partidos de izquierdas se habla de remunicipalizar servicios.
La razón radica en
que:
1º.- Es bueno que el
ciudadano tenga en su mano el control absoluto de todos los servicios que deben
estar a su servicio, por razones obvias.
Y 2º.- Es más barato
para el pueblo puesto que en cada
servicio se ahorra el 27 %.
Para que se entienda,
suponiendo que el conjunto de servicios privatizados de un Ayuntamiento, sumen
10 M€, pues resultaría que remunicipalizados sólo costarían 7,3 M€ (suponiendo
ello un ahorro para el municipio de 2,7 M€ al año; una cifra importante).
Planteado el
problema ¿por qué no se resuelve en el sentido de remunicipalizar?
Veamos: Primero
vamos a matizar lo del ahorro del 27%.
Ese embuche de
dinero sale de lo siguiente:
i).- Si el
Ayuntamiento paga a una empresa tiene que abonar el 21 % de IVA, cantidad, que
si el servicio lo dan los funcionarios de la institución se ahorra.
ii).- Por otro lado,
toda empresa pone en su factura, en los costes; lo que llama el “beneficio
empresarial” (que es del 6%), así que por tanto, si no se contrata a ninguna
empresa, es un 6 % lo que se ahorra el Ayuntamiento por este concepto.
Ahora bien, conviene
reparar en lo siguiente: El 21 % que ahorra
el municipio en IVA lo pierde el Estado (que es el que se lo llevaba) y
por tanto al ciudadano ni fu, ni fa.
En este sentido
debería de producirse de una vez la célebre reivindicación de la izquierda.
Que de cada 100 €
que se recauden, 33 sean para la estructura estatal, 33 para las autonomías y
33 para el conjunto de Ayuntamientos (que ahora sólo reciben el 15 % de los ingresos estatales).
Si este paso se
diera no urgiría tanto la remunicipalización por razones económicas, porque
ella sólo supondría un ahorro del 6 % (aunque eso no es nada despreciable en el
conjunto del Estado).
Pero llegados aquí
la pregunta es ¿Por qué no se hace lo que es bueno hacer?
Porque no es fácil.
Primera dificultad:
Si la empresa X tiene la concesión de un servicio por 10 años, y un
Ayuntamiento pretende remunicipalizar cuando aún faltan 4, tendría que
indemnizar a dicha empresa, por el llamado “lucro cesante” (que es de suponer
que sea del 6 % por año; y tal vez por el estropicio causado a la misma-despido
de trabajadores- etc).
Por tanto, una
remunicipalización sólo podría llevarse a cabo en el momento del desenganche de
la empresa (fin del contrato) con el Ayuntamiento.
Pero con todo ese es el problema menor.
El grande y grave,
por cómo resolverlo, es el de los trabajadores de la empresa privada que da el
servicio.
Hasta ahora la ley
dice que si se cambia de empresa para dar el servicio, la nueva ha de
subrogarse en los derechos de los trabajadores.
Es decir, si el servicio
de basuras tiene 300 trabajadores de la empresa “A”, y luego gana el contrato
la empresa “B”, ésta tiene que cargar con los 300 de la “A”, en idénticas o
mejores, condiciones laborales.
Pero ¿Y si es el
Ayuntamiento quien se hace cargo del servicio; puede quedarse con los 300
trabajadores?.
Pues NO, porque la
ley lo impide, ya que dice que nadie puede ser funcionario, ni personal laboral
fijo de una institución pública, si no es seleccionado mediante un proceso que
garantice la publicidad, la transparencia y la igualdad entre los aspirantes al
puesto.
Ante esto, algunos
Ayuntamientos dan un rodeo fundando empresas públicas con carácter mercantil
(ejemplo en Zamora, SODEZA) que permite contratar a dedo, como en una empresa
privada, y ello con el fin de que sigan trabajando en el servicio los que lo
estaban haciendo (subrogándolos voluntariamente).
Porqué ese es el problema:
¿Cómo dejar en la calle a trabajadores que tienen empleo, únicamente para
ahorra el 6%?
Un problema emocional
(se siente pena) y un problema político (se pierden votos).
Pues bien la
solución es fácil aunque difícil.
Ya que es la Ley la
que dificulta la operación cambio, cámbiese la Ley.
¿Y dónde se cambian
las leyes? Donde se hacen, en el parlamento español.
Por tanto ese paso
lo deben dar los partidos de izquierdas, con propuestas para cambiar la Ley
respecto a cómo entrar a trabajar en las instituciones, introduciendo una
excepcionalidad para los casos de las remunicipalizaciones.
Este texto ya es muy
largo, y corto, pero sugiero salidas:
1.- Que una vez
anunciada una remunicipalización, las bajas de la empresa se cubran ya desde el
municipio.
2.- Y el resto de trabajadores,
llegado el momento, formarían parte de la institución, o bien sin condiciones,
o bien con una modalidad consistente en pasar a ser parte transitoria de la institución,
dándoles 3 convocatorias para, mediante una concurso-oposición (donde primarían
sus meritos), consolidar su puesto.
Paco
Molina. Zamora. 11 de Diciembre del 2016
También se puede rescindir el contrato por incumplimiento de contrato, en la charla que nos dio Carlos Sanchez Mato nos explicaba que revisando los contratos de Madrid de repente el vandalismo bajo muchísimo y es que las papeleras y bancos ya no se estropeaban tanto. En muchos sitios los técnicos no pueden vigilar los contratos de estas empresas por falta de personal y se aprovechan a inflar las facturas.
ResponderEliminarInteresante
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