En Rusia, en Octubre
de 1917, triunfa la Revolución Soviética bajo los lemas de “Paz. Pan. Tierra” y
“Todo el Poder a los Soviets”.
Tal revolución
supuso, en esencia y en lo económico, que los campesinos tendrían tierras (se
repartieron todas entre todos) y que los obreros dirigirían las fábricas que
pasaron a ser todas de todos (se abolió la propiedad privada de los medios de
producción).
En la Historia de la
Humanidad aquella fue una Revolución realmente revolucionaria, por cierto de
inspiración marxista.
Este año, que se
cumplen 100 de aquello, distintos sectores van a celebrar y conmemorar aquellos
sucesos.
Pues bien, el motivo
de este escrito es desgranar las cosas que fueron ejemplares de aquellos días,
y que se tomen como brújula y ejemplo, por los actuales revolucionarios.
Desecho de entrada
el programa económico, porque ni los más chulos apuestan por él, proponiendo en
su lugar la obtención de una Renta Universal Básica Individual (la RUBI) y Dios
dirá.
Y vamos con las
otras enseñanzas:
Lección
1ª: El programa político debe consistir en resolver los problemas de la gente y
debe cumplirse.
Y allí el mensaje,
el programa, se dirigió a los parias de la tierra: obreros, campesinos y
soldados.
¿Por qué a los
soldados? Indudablemente los primeros (obreros y campesinos) vivían en la
pobreza y la semiesclavitud.
Pero es que los
soldados caían como moscas (es decir, cada familia se desangraba a través de
aquellos de sus miembros que tenía que ceder a la guerra de los capitalistas).
En efecto, desde
1914 estaba en marcha la 1ª Guerra Mundial. Que muy resumida era la guerra
entre los ricos de Alemania, Austria y Hungría, contra los ricos de Inglaterra,
Francia y el Imperio Ruso (la Triple Alianza contra la Triple Entente). Aunque
luego se añadieron más países a la sangrienta fiesta imperialista.
Guerra entre ricos
en la que morían los pobres (soldados y civiles) y nunca (como siempre) los
dueños del capital.
Por eso, en el
programa bolchevique (luego comunistas) figuraba la obtención de la Paz.
Y así fue, cuando
obtuvieron el poder, debían de cumplir su promesa electoral (lógico ¿no?). Y lo
lograron a pesar de que Lenin y los partidarios de acabar la guerra (rendirse)
perdieron varias votaciones en ese sentido.
Luego lo primero
a aprender es a hacer programas para la
gente sencilla, ¡¡y cumplirlos!!.
Lección
2ª: Hay que apostar por las fórmulas más democráticas y participativas que se
puedan dar.
Y así hicieron
aquellos revolucionarios. Resulta que en Rusia existía desde Marzo de ese mismo
año, una democracia a la burguesa, meramente representativa.
Sin embargo, alguien
había inventado ya los “soviets” (asambleas, consejos, que no otra cosa quiere decir la
palabra).
Y los bolcheviques
aplicaron la máxima de que como esa democracia (la asamblearia) era más
completa que la meramente parlamentaria, había que defender la existencia de
los soviets (de obreros, de campesinos, de soldados, de ciudad, de barrio,
etc.).
Para que se
entienda, es como defender ahora las “primarias abiertas” contra el sistema
clásico de elección de dirigentes de partido y toma de decisiones.
Gracias a que los
bolcheviques defienden la fórmula democrática más avanzada del momento (los
soviets) pasaron de ser minoritarios en ellos a ser mayoritarios en gran número
de votaciones.
Cabe pues aprender
como segunda lección de la Revolución de Octubre que es necesario apostar y
defender, las formas participativas más radicalmente democráticas.
Lección
3ª: No dejarse acomplejar por el rival político, y si, por ejemplo, te dicen “que
estás haciendo la pinza”, que por un oído te entre y por el otro te salga.
Curiosamente es en
la Revolución de Octubre cuando se genera (que sepamos) el concepto político de
PINZA.
Ya saben, se trata
de esa expresión que pretende paralizar al rival político mediante la acusación
(disparatada) de que si dice lo mismo que otro es el otro.
Tal vez ustedes recuerden
su uso por parte de Don Felipe González (PSOE) contra Julio Anguita (IU)
acusándole de “estar haciendo la pinza junto con Aznar (PP) contra él (el
socialismo en persona)”. Eran los años
90 del siglo XX.
Pretendía tal “acusación”
paralizar las denuncias y críticas de IU contra la deriva (incluso corrupta) de
sectores del PSOE de la época, con el argumento de que decía lo mismo el PP, de
lo q ue se deducía de que PP e IU
eran la misma cosa.
Pues bien, en la
Revolución Rusa, nació tal fórmula vidriosa e insidiosa de defensa.
Resulta que el país
(Rusia) lo gobernaba el PSOE de allí (los mencheviques) siendo el presidente
Kerenski.
Resulta también que
Lenin (líder bolchevique), que estaba exiliado en centro-europa, obtuvo facilidades
de los alemanes (recuerden que estaba en
guerra contra Rusia) para presentarse en dicho país.
Pues bien, desde
entonces, los socialistas de Kerenki (y la derecha rusa) acusan a los
bolcheviques de estar haciendo la pinza con Alemania para ayudarle a ganar la
guerra creando el caos en Rusia.
Contra esa acusación,
Lenin hace oídos sordos (cosa no fácil, pues incluso entre los suyos algunos la
asimilaron) y defiende la paz (fin de la guerra) porque lo habían prometido.
Y eso que esa paz se
consiguió con lo que en la práctica fue una rendición (¿cómo si no, puedes
acabar con una guerra si no la puedes ganar con rapidez?).
El término “pinza”
paralizó a algunos dirigentes bolcheviques y socialrevolucionarios, que votaron
para seguir la guerra (a pesar de que los soldados morían de bala, de enfermedades
y de hambre, y desertaban desesperados) por eso de defender la patria, el honor
y que les acusaran de pinza.
Sin embargo, Lenin
entendió (y entendió bien) que en una guerra imperialista no debían morir los
soldados de ningún país, que además iban a perder esa guerra, y que había que
salvar el nuevo orden social nacido de la Revolución de Octubre.
Es decir, Lenin, líder
de la revolución, hace oídos sordos, y convence a la mayoría de los suyos, incluso
contra la mayor de las acusaciones, la de traición a su país.
Lección 4ª: Para cambiar las cosas (revolución) es mejor tener un líder que no tenerlo.
Al rendirse ante
Alemania (el Imperio ruso perdió 8 naciones frente a Alemania y 3 frente a los
otomanos, que se habían unido a la guerra) Lenin acierta, pues al cumplir su
programa (la paz) los soldados (el pueblo agradecido) así como desertaba en
masa en la guerra maldita y entre ricos, se puso a luchar con entusiasmo para
defender la revolución soviética.
Sin ese líder que
acertó y supo defender su tesis incluso tras perder varias votaciones sobre el
tema, tal vez lo que cayó 70 años después hubiera caído a los 70 días.
Resumiendo: Que si
algunos aprenden de dicha revolución que hay que cumplir los programas que
benefician al pueblo en su conjunto (que por eso los votan); que hay que defender
las fórmulas democráticas más participativas posibles; que a las acusaciones de
los rivales políticos hay que hacer oídos sordos, y que si se tiene un líder es
mejor exprimirlo que estrangularlo; habrán aprobado el curso de parvulitos de
la carrera de revolucionario.
Paco
Molina. Zamora. 27 de Marzo del 2017.
Pues no. Soviet no significa «asamblea» sino «consejo». Y no es que los consideraran más democráticos, sino más adecuados, por su composición exclusivamente obrera y campesina, para establecer el poder del Partido Bolchevique (que tenía la minoría en la Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal).
ResponderEliminarSupongo que en el pueblo más apartado habría un Soviet, como lo había en Petrogrado. A ese soviet (asamblea o consejo) podía ir todo el mundo (salvo que fuera de soldados que se supone sólo podrían ir soldados). Ahora bien, si ese soviet quería participar en uno que abarcara más espacio (por ejemplo de región o zona) ya no podrían ir todos, entre otras cosas por falta de espacio. Entonces elegirían delegados (siendo la nueva instancia no una asamblea si no un consejo). De todas formas estudiare eso más. Ahora bien, no hace falta estudiar nada para saber que no optaban por los soviets porque ahí pudieran ganar y en el otro sitio (parlamento) no. De hecho en los soviets, los bolcheviques también perdían (y eso que no había soviets de burgueses). Pero como los soviets eran más democráticos y los bolcheviques defendían lo que defendía la gente (paz, pan, tierra y todo el poder a los soviets-o sea, menos poder al estado) la gente acabó diciendo, estos son los míos. Es decir los bolcheviques optan por la opción democrática más abierta para que no quede interrumpida la demanda del pueblo de paz, pan y tierras, en un parlamente que quería seguir cumpliendo los compromiso internacionales de una guerra entre ricos en la que morían los pobres (como todas). Si lo que usted dice fuera así, los bolcheviques serían unos tramposos. Por ejemplo, en España, con la ley electoral, no se sabe lo que quiere el pueblo pues el parlamento no lo representa fehacientemente. Si hubiera soviets, si se sabría; aunque confieso que no se cómo se podrían articular. Seguiremos.
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